Carens, con apellido SUV

Quienes han seguido de cerca el lanzamiento del nuevo Kia Carens en los diferentes mercados del mundo con seguridad se sorprenderán al ver la versión colombiana, que con un trabajo netamente criollo en la suspensión y en las llantas, pero avalado por la casa matriz, cuenta con una altura mayor con respecto al piso (195 milímetros) y con una pinta, por decirlo de alguna manera, mucho más robusta.

Se hizo con un objetivo claro: darle un carácter de SUV (vehículo deportivo utilitario) a un modelo que “si bien conserva ese aspecto familiar que lo ha caracterizado desde sus orígenes, nos permite entrar a competir en un nuevo segmento (...) ya no verán el modelo como un vehículo amplio y bonito ideal para las mamás, sino que también se convierte en un auto para los hombres”, dijo Luis Alfredo Huertas, el gerente de mercadeo de la marca en Colombia.

Es claro que con estas modificaciones el Kia Carens SUV (como será conocido en el país) se ve mucho más rudo, aunque hay que tener en cuenta que, de por sí, se está frente a un auto totalmente nuevo con respecto a su antecesor y con los genes que ya son característicos en todos los autos de la marca.

Es así como en su frontal incorpora la ya conocida nariz de tigre impuesta por su diseñador estrella, Peter Schreyer, que para muchos la hace ver como un Picanto pequeño. Además cuenta con luces principales halógenas (alargadas) y con luz de posición tipo LED, además de las de giro estáticas.

Dentro del equipamiento de la Carens SUV está el sistema de plumillas con accionamiento invertido, rack de techo, centro de entretenimiento (pantalla táctil) con conector USB, iPod y GPS (como opción y a través de una tarjeta ESD), espejos abatibles eléctricamente, mesas plegables tipo avión en la segunda fila, spoiler trasero, cámara de reversa y rines de 16 pulgadas.

Una de las bondades de este auto es el espacio y por eso el Carens SUV mantiene las tres filas de asientos, con diferentes configuraciones, y una de sus ventajas es que la segunda fila se puede correr hacia adelante o hacia atrás, dependiendo de las necesidades. También se puede reclinar.

En cuanto a motorización, equipa un motor de 2.0 litros dual de 150 caballos de potencia a 6.500 revoluciones por minuto y un torque de 19,8 kilogramos-metro a 4.800 rpm. El propulsor se acopla a una caja mecánica de seis velocidades o a una automática secuencial, también de seis marchas.

Otro aspecto para destacar tiene que ver con la dirección, que es electroasistida y sensible a la velocidad y cuenta con tres modos de manejo (confort, normal y sport), que han sido llamados Flex Steering.

Se venderán tres versiones. Dos mecánicas y una automática. La básica, que arranca en $55’990.000, sólo cuenta con un airbag. La otra, con dos airbags, tiene un valor de $58’990.000, mientras que en la automática su precio de lanzamiento es de $60’990.000.

Quienes han seguido de cerca el lanzamiento del nuevo Kia Carens en los diferentes mercados del mundo con seguridad se sorprenderán al ver la versión colombiana, que con un trabajo netamente criollo en la suspensión y en las llantas, pero avalado por la casa matriz, cuenta con una altura mayor con respecto al piso (195 milímetros) y con una pinta, por decirlo de alguna manera, mucho más robusta.

Se hizo con un objetivo claro: darle un carácter de SUV (vehículo deportivo utilitario) a un modelo que “si bien conserva ese aspecto familiar que lo ha caracterizado desde sus orígenes, nos permite entrar a competir en un nuevo segmento (...) ya no verán el modelo como un vehículo amplio y bonito ideal para las mamás, sino que también se convierte en un auto para los hombres”, dijo Luis Alfredo Huertas, el gerente de mercadeo de la marca en Colombia.

Es claro que con estas modificaciones el Kia Carens SUV (como será conocido en el país) se ve mucho más rudo, aunque hay que tener en cuenta que, de por sí, se está frente a un auto totalmente nuevo con respecto a su antecesor y con los genes que ya son característicos en todos los autos de la marca.

Es así como en su frontal incorpora la ya conocida nariz de tigre impuesta por su diseñador estrella, Peter Schreyer, que para muchos la hace ver como un Picanto pequeño. Además cuenta con luces principales halógenas (alargadas) y con luz de posición tipo LED, además de las de giro estáticas.

Dentro del equipamiento de la Carens SUV está el sistema de plumillas con accionamiento invertido, rack de techo, centro de entretenimiento (pantalla táctil) con conector USB, iPod y GPS (como opción y a través de una tarjeta ESD), espejos abatibles eléctricamente, mesas plegables tipo avión en la segunda fila, spoiler trasero, cámara de reversa y rines de 16 pulgadas.

Una de las bondades de este auto es el espacio y por eso el Carens SUV mantiene las tres filas de asientos, con diferentes configuraciones, y una de sus ventajas es que la segunda fila se puede correr hacia adelante o hacia atrás, dependiendo de las necesidades. También se puede reclinar.

En cuanto a motorización, equipa un motor de 2.0 litros dual de 150 caballos de potencia a 6.500 revoluciones por minuto y un torque de 19,8 kilogramos-metro a 4.800 rpm. El propulsor se acopla a una caja mecánica de seis velocidades o a una automática secuencial, también de seis marchas.

Otro aspecto para destacar tiene que ver con la dirección, que es electroasistida y sensible a la velocidad y cuenta con tres modos de manejo (confort, normal y sport), que han sido llamados Flex Steering.

Se venderán tres versiones. Dos mecánicas y una automática. La básica, que arranca en $55’990.000, sólo cuenta con un airbag. La otra, con dos airbags, tiene un valor de $58’990.000, mientras que en la automática su precio de lanzamiento es de $60’990.000.