China, pisando fuerte

Hace unos años comprar un carro chino era para la mayoría de colombianos impensable. Inmediatamente lo asociaban con un producto barato, de calidad regular y cero amigable con el medio ambiente. Pero esa percepción ha cambiado radicalmente y no sólo por cuenta de efectivas estrategias publicitarias.

La realidad es que hoy el mercado automotor colombiano tiene más de 20 marcas provenientes de ese país, la mayoría han llegado de la mano de reconocidos distribuidores que les dan confianza y garantías a los compradores. Las empresas chinas están invirtiendo sumas importantes en investigación y desarrollo tecnológico, y sus modelos comienzan a llamar la atención por el diseño, la eficiencia y la innovación.

Adicionalmente, advierte Jorge Neira, gerente de Cinascar, la garantía y el precio son mucho más atractivos que los de la competencia. Chery, por ejemplo, una de las marcas chinas líderes del mercado, tiene vehículos entre un 15 y 20% más económicos que su principal competidor. Su valor oscila entre los $17 y $49 millones. “Estas bondades, destaca Neira, sumadas a una amplia red de concesionarios, nos están permitiendo conquistar con éxito la clase media”.

Y es que de acuerdo con un informe de Andemos del primer semestre de este año, la comercialización de carros chinos creció 5,3%. Después de Japón, China fue el segundo origen de importación de vehículos que registró un mayor incremento. Estamos hablando de 10.890 automóviles que se vendieron y comenzaron a circular por las calles y carreteras del territorio nacional.

Fenalco ha explicado en varios documentos que una de las principales razones de esta avalancha china, que no sólo se siente en Colombia sino en el mundo, es el rango de precios básicos en el que participan. Contrario a lo que muchos creerían, éstos no son consecuencia de la mano de obra barata, sino de que los fabricantes manejan unos volúmenes tan grandes que tienen la posibilidad de comercializar sus modelos en regiones como la latinoamericana, a un valor realmente atractivo.

El Salón Internacional del Automóvil, que se celebra en Bogotá, no fue ajeno a esta tendencia. De las seis marcas que por primera vez exhiben sus modelos en el recinto de Corferias, cuatro son chinas: Changan, Jialiang, Dong Feng y Lifan. Adicionalmente, en esta decimocuarta edición de la feria se presenta, también por primera vez, un carro concepto chino. Se trata del Beta de Chery, un prototipo compacto pensado en las nuevas generaciones urbanas.

La meta es que en dos años se pueda comenzar la producción masiva de esta máquina, que se robó todas las miradas en el Autoshow de Beijing y que fue creada por los talentosos y reconocidos James Brian Hope, exdiseñador de General Motors, y Hakan Saracoglu, exdiseñador de Porsche.

Hace unos años comprar un carro chino era para la mayoría de colombianos impensable. Inmediatamente lo asociaban con un producto barato, de calidad regular y cero amigable con el medio ambiente. Pero esa percepción ha cambiado radicalmente y no sólo por cuenta de efectivas estrategias publicitarias.

La realidad es que hoy el mercado automotor colombiano tiene más de 20 marcas provenientes de ese país, la mayoría han llegado de la mano de reconocidos distribuidores que les dan confianza y garantías a los compradores. Las empresas chinas están invirtiendo sumas importantes en investigación y desarrollo tecnológico, y sus modelos comienzan a llamar la atención por el diseño, la eficiencia y la innovación.

Adicionalmente, advierte Jorge Neira, gerente de Cinascar, la garantía y el precio son mucho más atractivos que los de la competencia. Chery, por ejemplo, una de las marcas chinas líderes del mercado, tiene vehículos entre un 15 y 20% más económicos que su principal competidor. Su valor oscila entre los $17 y $49 millones. “Estas bondades, destaca Neira, sumadas a una amplia red de concesionarios, nos están permitiendo conquistar con éxito la clase media”.

Y es que de acuerdo con un informe de Andemos del primer semestre de este año, la comercialización de carros chinos creció 5,3%. Después de Japón, China fue el segundo origen de importación de vehículos que registró un mayor incremento. Estamos hablando de 10.890 automóviles que se vendieron y comenzaron a circular por las calles y carreteras del territorio nacional.

Fenalco ha explicado en varios documentos que una de las principales razones de esta avalancha china, que no sólo se siente en Colombia sino en el mundo, es el rango de precios básicos en el que participan. Contrario a lo que muchos creerían, éstos no son consecuencia de la mano de obra barata, sino de que los fabricantes manejan unos volúmenes tan grandes que tienen la posibilidad de comercializar sus modelos en regiones como la latinoamericana, a un valor realmente atractivo.

El Salón Internacional del Automóvil, que se celebra en Bogotá, no fue ajeno a esta tendencia. De las seis marcas que por primera vez exhiben sus modelos en el recinto de Corferias, cuatro son chinas: Changan, Jialiang, Dong Feng y Lifan. Adicionalmente, en esta decimocuarta edición de la feria se presenta, también por primera vez, un carro concepto chino. Se trata del Beta de Chery, un prototipo compacto pensado en las nuevas generaciones urbanas.

La meta es que en dos años se pueda comenzar la producción masiva de esta máquina, que se robó todas las miradas en el Autoshow de Beijing y que fue creada por los talentosos y reconocidos James Brian Hope, exdiseñador de General Motors, y Hakan Saracoglu, exdiseñador de Porsche.