Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
China presentó este viernes una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra las medidas provisionales antisubsidios impuestas por la Unión Europea (UE) sobre los vehículos eléctricos fabricados en el país asiático.
“La conclusión provisional de la UE carece de fundamento fáctico y jurídico. Viola gravemente las normas de la OMC y socava la cooperación mundial para hacer frente al cambio climático”, aseguró en las últimas horas y portavoz del departamento comercial chino.
Al tiempo, el Ejecutivo de Xi Jinping vuelve a reiterar a Bruselas su intención de que se “corrijan inmediatamente estos errores” para proteger la cooperación comercial y económica entre China y el bloque comunitario a fin de “ofrecer estabilidad a la cadena de suministro de los vehículos eléctricos”.
“Instamos a la UE a que corrija inmediatamente su error y salvaguardemos juntos la cooperación económica y comercial entre China y la UE, así como la estabilidad de la cadena de suministro de vehículos eléctricos”, añadió el portavoz.
Por el momento, sin haber tomado medidas concretas China ya ha amenazado con tomar represalias contra los agricultores y fabricantes de aviones europeos en represalia estos aranceles a la importación de vehículos de batería.
Bruselas anunció en julio aranceles adicionales provisionales de hasta 38% sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos en la UE, al estimar que Pekín favorece ilegalmente a sus fabricantes. El impuesto para los vehículos provenientes de fábricas chinas era antes de 10%.
Las empresas BYD y Geely tendrán impuestos algo inferiores (del 17,4 % y el 20 %, respectivamente) tras haber colaborado con la investigación, mientras que a SAIC se le aplicará la máxima (38,1 %) al no haberlo hecho.
Bruselas tiene cuatro meses para hacer definitivos estos recargos, lo que abre una ventana de diálogo con Pekín hasta noviembre.
La UE afirma que cumple con las normas de la OMC con estos impuestos, que tienen como objetivo frenar las importaciones de vehículos eléctricos chinos sin bloquearlas por completo, a diferencia de la política seguida por Washington.
En este contexto, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y comisario de comercio, Valdis Dombrovkis, se ha mostrado confiado esta semana en que las capitales terminen respaldando en noviembre estos aranceles convirtiéndolos en permanentes.
“Está claro que los Estados miembros son conscientes de la necesidad de proteger la industria automovilística de la UE porque el riesgo de perder terreno está ahí. La cuota de mercado de los vehículos eléctricos de batería chinos está creciendo muy rápidamente. Las subvenciones están ahí, así que sin duda es una cuestión que hay que abordar”, aseguró el letón en declaraciones a Financial Times recogidas por Europa Press.
A día de hoy, la cuota de las marcas chinas en el mercado europeo de vehículos eléctricos, incluidos Reino Unido y Noruega, ha aumentado hasta el 11% a cierre del pasado mes de junio, frente al 9% de hace un año, según datos de Dataforce.