Colombia, en dos ruedas
En el marco de la feria más importante del sector, que se realiza en Medellín, se revelaron los resultados de un estudio que analiza el perfil de los motociclistas colombianos.
Redacción especiales
Caracterizar la industria, los usuarios y su contexto, y recomendar estrategias para la consolidación de una política pública integral, moderna, necesaria e incluyente, que considere al motociclista un actor vulnerable y esencial en la vía, fueron los objetivos del estudio Las motocicletas en Colombia: aliadas del desarrollo.
El informe fue presentado por el Comité de Ensambladoras de Motocicletas de la Andi, que integran AKT, Auteco, Fanalca Honda, Hero, Incolmotos Yamaha y Suzuki, en el marco de la Feria de las 2 Ruedas, el evento internacional más importante de la industria de las motos en el país, que se lleva a cabo hasta el 7 de mayo en Medellín.
Juliana Rico, directora de la Cámara Automotriz de la Andi, dio un primer balance de cifras. Hoy, uno de cada siete colombianos usa la motocicleta para transportarse, por lo que en el país se realizan más de 50 millones de viajes diarios. El estudio también evidenció que el 98 % de estos vehículos son empleados por personas de bajos recursos para trabajar y movilizarse, mientras que sólo el 2 % es para recreación o deporte.
Asimismo se conoció que el 53,8 % de los usuarios pertenecen a los estratos 1 y 2, y el 98,56 % a los estratos 1, 2, 3 y 4. Uno de los hallazgos más positivos, según los representantes de las ensambladoras, es que las mujeres han pasado a representar el 31,6 % de los nuevos compradores, que corresponde a un incremento de casi el 100 % si se compara con las cifras de 2011.
El estudio también demostró que el 59 % de los nuevos propietarios están empleados y el 32,9 % son independientes. Cuando se utiliza como herramienta de trabajo es principalmente para actividades de mensajería, repartición de correo y periódicos, y domicilios, entre otras.
Colombia es el segundo productor de motocicletas en Latinoamérica, después de Brasil, y el perfil de los usuarios ha evolucionado. Más estudiantes, mujeres y personas con mejores ingresos forman ahora parte importante de los nuevos compradores.
“Colombia es un país cuyo progreso se mueve en dos ruedas”, aseguró José Andrés Rojas, director de asuntos corporativos de Auteco, y compartió algunas iniciativas que demuestran el compromiso del sector con la responsabilidad social empresarial, cuya columna vertebral es la educación. “Esto nos permitirá cambiar nuestras conductas, tener un ambiente armónico en la vía”.
La mayoría de iniciativas tienen tres pilares fundamentales: apoyo educativo, generación de empleo y emprendimiento, y movilidad social. Algunas promueven, más allá del uso adecuado del casco, una regulación que refleje que se haga de manera correcta, a través de simuladores de conducción, la correcta utilización del vehículo y técnicas de conducción segura.
También se destacan los cursos virtuales en las plataformas web, con más de 60.000 alumnos que se han certificado como conductores responsables, y una estrategia de sensibilización de la primera infancia, que consiste en enseñarles a los niños cultura vial por medio de mecanismos como la pista escuela, que cuenta con ludotecas que se mueven por todo el país.
El desarrollo permanente de nuevas tecnologías que ahorren combustible y reduzcan las emisiones es otra manera con la que las ensambladoras buscan estar en sintonía con las necesidades ambientales.
Por lo pronto seguirán trabajando a través de la cámara de la Andi para fortalecer la regulación vial, disminuir los accidentes de tránsito que involucren motociclistas y fortalecer la regulación en la expedición de licencias de conducción. Compromisos con los que buscan contribuir a un cambio cultural que se sienta en la vía.
Caracterizar la industria, los usuarios y su contexto, y recomendar estrategias para la consolidación de una política pública integral, moderna, necesaria e incluyente, que considere al motociclista un actor vulnerable y esencial en la vía, fueron los objetivos del estudio Las motocicletas en Colombia: aliadas del desarrollo.
El informe fue presentado por el Comité de Ensambladoras de Motocicletas de la Andi, que integran AKT, Auteco, Fanalca Honda, Hero, Incolmotos Yamaha y Suzuki, en el marco de la Feria de las 2 Ruedas, el evento internacional más importante de la industria de las motos en el país, que se lleva a cabo hasta el 7 de mayo en Medellín.
Juliana Rico, directora de la Cámara Automotriz de la Andi, dio un primer balance de cifras. Hoy, uno de cada siete colombianos usa la motocicleta para transportarse, por lo que en el país se realizan más de 50 millones de viajes diarios. El estudio también evidenció que el 98 % de estos vehículos son empleados por personas de bajos recursos para trabajar y movilizarse, mientras que sólo el 2 % es para recreación o deporte.
Asimismo se conoció que el 53,8 % de los usuarios pertenecen a los estratos 1 y 2, y el 98,56 % a los estratos 1, 2, 3 y 4. Uno de los hallazgos más positivos, según los representantes de las ensambladoras, es que las mujeres han pasado a representar el 31,6 % de los nuevos compradores, que corresponde a un incremento de casi el 100 % si se compara con las cifras de 2011.
El estudio también demostró que el 59 % de los nuevos propietarios están empleados y el 32,9 % son independientes. Cuando se utiliza como herramienta de trabajo es principalmente para actividades de mensajería, repartición de correo y periódicos, y domicilios, entre otras.
Colombia es el segundo productor de motocicletas en Latinoamérica, después de Brasil, y el perfil de los usuarios ha evolucionado. Más estudiantes, mujeres y personas con mejores ingresos forman ahora parte importante de los nuevos compradores.
“Colombia es un país cuyo progreso se mueve en dos ruedas”, aseguró José Andrés Rojas, director de asuntos corporativos de Auteco, y compartió algunas iniciativas que demuestran el compromiso del sector con la responsabilidad social empresarial, cuya columna vertebral es la educación. “Esto nos permitirá cambiar nuestras conductas, tener un ambiente armónico en la vía”.
La mayoría de iniciativas tienen tres pilares fundamentales: apoyo educativo, generación de empleo y emprendimiento, y movilidad social. Algunas promueven, más allá del uso adecuado del casco, una regulación que refleje que se haga de manera correcta, a través de simuladores de conducción, la correcta utilización del vehículo y técnicas de conducción segura.
También se destacan los cursos virtuales en las plataformas web, con más de 60.000 alumnos que se han certificado como conductores responsables, y una estrategia de sensibilización de la primera infancia, que consiste en enseñarles a los niños cultura vial por medio de mecanismos como la pista escuela, que cuenta con ludotecas que se mueven por todo el país.
El desarrollo permanente de nuevas tecnologías que ahorren combustible y reduzcan las emisiones es otra manera con la que las ensambladoras buscan estar en sintonía con las necesidades ambientales.
Por lo pronto seguirán trabajando a través de la cámara de la Andi para fortalecer la regulación vial, disminuir los accidentes de tránsito que involucren motociclistas y fortalecer la regulación en la expedición de licencias de conducción. Compromisos con los que buscan contribuir a un cambio cultural que se sienta en la vía.