¿Cómo aumentar la vida útil de las llantas?
Recomendaciones y prácticas que prolongan el tiempo de uso de las llantas.
Nicolás Fernández
Las llantas son las encargadas de transmitir la energía que produce la mecánica de un vehículo al suelo. Se aferran y marcan las intenciones de la persona que está al volante. Soportan la carga y están en contacto con diferentes tipos de superficies, que inevitablemente generarán un desgaste en su estructura.
Son pocos los cambios, modificaciones y reparaciones automotrices de bajo costo. El cambio de llantas no es la excepción, y para prolongar su utilidad existen técnicas y recomendaciones, como la rotación y el balanceo, sobre las que investigó el equipo de “El Mecánico Recomienda”, de El Espectador.
¿Por qué hay desgaste?
Además del inevitable contacto con superficies, las llantas pueden desgastarse por falta de inflado, balanceo o los mismos patrones de conducción del usuario. La fricción causada por las imperfecciones en las vías y el inflado correcto también van a marcar su funcionalidad.
Carlos Cruz, gerente comercial de Hankook, señala que “los hábitos de conducción también afectan el desgaste de las llantas. Un conductor “pata brava” tiende a desgastarla más rápido debido principalmente a las fuertes arrancadas y frenadas”.
El especialista puntualiza en la presión de las llantas y el balanceo, porque una correcta combinación de estos factores va a promover que el contacto con el suelo sea uniforme en toda la banda de rodamiento.
Intermediarias de la mecánica y el movimiento, las llantas también van a “envejecer” según la posición de la carga, es decir, un carro que comúnmente transporte a un solo pasajero va a presentar mayor desgaste en la llanta más cercana a esta posición, en este caso la frontal izquierda.
Vida útil
Por lo general, solo algunos tipos de llantas tienen un tiempo de vida útil determinados. Un ejemplo de esto son los utilizados en el automovilismo, que generalmente pierden su funcionalidad después de cierto número de vueltas o de tiempo en movimiento.
Las llantas comerciales, por su parte, no tienen un tiempo de utilidad específico. Actualmente, la mayoría de los fabricantes incluyen indicadores de desgaste en su estructura, que señalan el momento en que se debe realizar el cambio.
Los indicadores de desgaste son una tirilla que recorre longitudinalmente las llantas. Son relieves de 1,6 milímetros, que indican la necesidad de cambio cuando se desgastan y pierden su relieve.
¿Cómo prolongar la vida útil?
La rotación es una de las prácticas más comunes para prolongar la vida útil de las llantas. Se realiza porque las distribuciones de paso son diferentes en cada llanta y su objetivo es asegurar que haya un desgaste regular, así como mejorar la seguridad en los desplazamientos.
“Sin rotación, las llantas con mayor carga se gastarán primero reduciendo la vida útil de las mismas. De igual manera, las del tren de tracción se desgastan más rápidamente que las que están en el tren libre”, dice el gerente comercial de Hankook.
Carlos Urrego, director de posventa de Nissan, asegura que, normalmente, la rotación toma las llantas del tren delantero y las ubica en el trasero, aunque el procedimiento debe ser realizado por un técnico especializado, por lo menos cada 10 mil kilómetros.
Procedimientos como la alineación y el balanceo también benefician el desempeño correcto de las llantas, mientras aumentan su tiempo de utilidad. El primero de estos procedimientos ajusta las llantas y las posiciona de forma paralela, perpendicular al camino.
“El balanceo es un procedimiento por medio del cual se ajustan los pesos de una llanta y su rin para mantener un equilibrio correcto entre ambos”, informa el fabricante de neumáticos Bridgestone en su sitio web.
¿Y si hay que cambiarlas?
El cambio de las llantas debe hacerse según las indicaciones y dimensiones entregadas por cada fabricante. Sin embargo, dice Urrego, existe un concepto de equivalencia que permite instalar variantes que no superen el 3 % de las dimensiones de la llanta original.
Usar neumáticos con dimensiones diferentes a las entregadas por el fabricante puede afectar interior y exteriormente el vehículo. Un roce con la carrocería puede generar un daño colateral. La suspensión también se ve afectada al usar medidas fuera de lo indicado.
“Otro factor importante es el tipo de uso, por ejemplo si tenemos una camioneta que circula por la ciudad y por carretera destapada, deberá usar unas llantas All Terrain, y en el caso de un automóvil, se usan llantas diseñadas para pavimento HT Highway Terrain, una selección importante, porque una mala decisión en este aspecto disminuye la vida útil de la llanta”, concluye Urrego.
Las llantas son las encargadas de transmitir la energía que produce la mecánica de un vehículo al suelo. Se aferran y marcan las intenciones de la persona que está al volante. Soportan la carga y están en contacto con diferentes tipos de superficies, que inevitablemente generarán un desgaste en su estructura.
Son pocos los cambios, modificaciones y reparaciones automotrices de bajo costo. El cambio de llantas no es la excepción, y para prolongar su utilidad existen técnicas y recomendaciones, como la rotación y el balanceo, sobre las que investigó el equipo de “El Mecánico Recomienda”, de El Espectador.
¿Por qué hay desgaste?
Además del inevitable contacto con superficies, las llantas pueden desgastarse por falta de inflado, balanceo o los mismos patrones de conducción del usuario. La fricción causada por las imperfecciones en las vías y el inflado correcto también van a marcar su funcionalidad.
Carlos Cruz, gerente comercial de Hankook, señala que “los hábitos de conducción también afectan el desgaste de las llantas. Un conductor “pata brava” tiende a desgastarla más rápido debido principalmente a las fuertes arrancadas y frenadas”.
El especialista puntualiza en la presión de las llantas y el balanceo, porque una correcta combinación de estos factores va a promover que el contacto con el suelo sea uniforme en toda la banda de rodamiento.
Intermediarias de la mecánica y el movimiento, las llantas también van a “envejecer” según la posición de la carga, es decir, un carro que comúnmente transporte a un solo pasajero va a presentar mayor desgaste en la llanta más cercana a esta posición, en este caso la frontal izquierda.
Vida útil
Por lo general, solo algunos tipos de llantas tienen un tiempo de vida útil determinados. Un ejemplo de esto son los utilizados en el automovilismo, que generalmente pierden su funcionalidad después de cierto número de vueltas o de tiempo en movimiento.
Las llantas comerciales, por su parte, no tienen un tiempo de utilidad específico. Actualmente, la mayoría de los fabricantes incluyen indicadores de desgaste en su estructura, que señalan el momento en que se debe realizar el cambio.
Los indicadores de desgaste son una tirilla que recorre longitudinalmente las llantas. Son relieves de 1,6 milímetros, que indican la necesidad de cambio cuando se desgastan y pierden su relieve.
¿Cómo prolongar la vida útil?
La rotación es una de las prácticas más comunes para prolongar la vida útil de las llantas. Se realiza porque las distribuciones de paso son diferentes en cada llanta y su objetivo es asegurar que haya un desgaste regular, así como mejorar la seguridad en los desplazamientos.
“Sin rotación, las llantas con mayor carga se gastarán primero reduciendo la vida útil de las mismas. De igual manera, las del tren de tracción se desgastan más rápidamente que las que están en el tren libre”, dice el gerente comercial de Hankook.
Carlos Urrego, director de posventa de Nissan, asegura que, normalmente, la rotación toma las llantas del tren delantero y las ubica en el trasero, aunque el procedimiento debe ser realizado por un técnico especializado, por lo menos cada 10 mil kilómetros.
Procedimientos como la alineación y el balanceo también benefician el desempeño correcto de las llantas, mientras aumentan su tiempo de utilidad. El primero de estos procedimientos ajusta las llantas y las posiciona de forma paralela, perpendicular al camino.
“El balanceo es un procedimiento por medio del cual se ajustan los pesos de una llanta y su rin para mantener un equilibrio correcto entre ambos”, informa el fabricante de neumáticos Bridgestone en su sitio web.
¿Y si hay que cambiarlas?
El cambio de las llantas debe hacerse según las indicaciones y dimensiones entregadas por cada fabricante. Sin embargo, dice Urrego, existe un concepto de equivalencia que permite instalar variantes que no superen el 3 % de las dimensiones de la llanta original.
Usar neumáticos con dimensiones diferentes a las entregadas por el fabricante puede afectar interior y exteriormente el vehículo. Un roce con la carrocería puede generar un daño colateral. La suspensión también se ve afectada al usar medidas fuera de lo indicado.
“Otro factor importante es el tipo de uso, por ejemplo si tenemos una camioneta que circula por la ciudad y por carretera destapada, deberá usar unas llantas All Terrain, y en el caso de un automóvil, se usan llantas diseñadas para pavimento HT Highway Terrain, una selección importante, porque una mala decisión en este aspecto disminuye la vida útil de la llanta”, concluye Urrego.