¿Cómo protegerse y qué hacer en caso de un accidente de tránsito?
Naciones Unidas ha enfatizado en los últimos años un protocolo conocido como PAS (Proteger, Avisar, Socorrer), que lleva más de una década en uso para salvaguardar la vida de los viajeros.
David Vásquez Herrera
Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de lesiones y muertes a nivel mundial. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1,19 millones de personas fallecieron en 2023 por esta causa. Esto equivale a una muerte cada dos minutos y más de 3.200 defunciones diarias. Los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte entre niños y jóvenes de 5 a 29 años.
El Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial publicado en 2023 por la OMS revela que, desde 2010, las víctimas mortales por accidentes de tránsito han disminuido en un 5%, alcanzando. A pesar de esta reducción, los accidentes de tránsito siguen siendo una crisis mundial que pone en peligro la vida de peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables de la vía pública.
Por lo anterior, es crucial conocer las medidas de protección adecuadas para minimizar los riesgos. Usar el cinturón de seguridad, mantener una postura adecuada, y saber cómo actuar durante y después del impacto son fundamentales para aumentar las probabilidades de sobrevivir y reducir la gravedad de las heridas. Además, la conciencia sobre el uso correcto de dispositivos de seguridad y la importancia de no distraerse al volante pueden marcar la diferencia en situaciones críticas.
Andrés Nieto Ramírez, experto en seguridad vial y director del Observatorio de Seguridad y Convivencia de la Universidad Central, señala que, entre todas las categorías de muertes violentas en el mundo, las muertes en accidentes de tránsito son los únicos 100% predecibles y prevenibles.
Esto significa que cualquier accidente de tránsito puede atribuirse a tres factores principales, ya sea individualmente o en combinación: falta de pericia del conductor o maniobras peligrosas, no cumplir con los requisitos mínimos de prevención como el uso del cinturón de seguridad; mal estado del vehículo, incluyendo problemas de tracción, frenos o motor; y deficiencias en la infraestructura vial, como señalización inadecuada o vías en mal estado. Cada uno de estos factores es completamente controlable por diferentes actores de la sociedad, el Estado o el propio conductor.
Para Nieto, la probabilidad de morir en un accidente de tránsito puede reducirse hasta en un 66% si se cumplen con los protocolos y las recomendaciones de seguridad básicas, como el uso del cinturón de seguridad, respetar los límites de velocidad, asegurar el funcionamiento adecuado del airbag y el mantenimiento regular del vehículo.
Además, es crucial la correcta instalación de sillas para menores, personas con discapacidad o adultos mayores.
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De acuerdo con Nieto, la mayoría de los países clasifican los accidente viales en cinco tipos. El primero es el más básico, un choque simple, mientras que el quinto involucra situaciones que ponen en riesgo la vida, ya sea por el impacto del accidente o por efectos secundarios, como incendios o fugas de gas en vehículos que usan este tipo de combustible.
Para saber cómo actuar en estos casos, Naciones Unidas ha enfatizado en los últimos cinco años en un protocolo, conocido como PAS (Proteger, Avisar, Socorrer), que lleva más de una década en uso. Este protocolo se sigue en ese orden específico:
- Proteger: Lo primero es proteger la vida propia y asegurar la integridad personal antes de salir del vehículo. Luego, se debe avisar a las autoridades, ya sea por teléfono celular, público o a través de terceros.
- Avisar: Es crucial notificar rápidamente a los servicios de emergencia. Muchos vehículos modernos cuentan con un botón de llamada satelital que funciona incluso en caso de accidente, independientemente del computador central del vehículo.
- Socorrer: Evaluar el estado de los demás ocupantes del vehículo. Este paso no tiene un tiempo específico, sino que se debe proceder de manera efectiva para garantizar la seguridad de todos. Si es seguro salir del vehículo, se deben seguir ciertos pasos: poner las manos en el techo antes de quitarse el cinturón para evitar lesiones en cabeza o cuello, salir con el cuerpo boca abajo si el vehículo está volcado, y buscar la ventana más cercana para salir, evitando el parabrisas que es más difícil de romper.
“Incluso algunos vehículos, aunque no todos, permiten quitar los cabezales o apoyacabezas para utilizarlos como herramienta para romper las ventanas en caso de emergencia. Si alguna de las ventanas está atascada, es importante identificar cuál es la más adecuada para salir, ya que no siempre es necesario o posible romperlas con los apoyacabezas. Por ello, es crucial leer el manual del vehículo y conocer las medidas de emergencia específicas. Cada vehículo tiene diferentes procedimientos para bajar, empujar, expulsar o fragmentar los vidrios en situaciones de emergencia”, señala Nieto.
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Después de evaluar la situación y lograr salir del vehículo, es crucial pasar al siguiente paso: identificar el estado de los demás ocupantes. Es importante destacar que no siempre es recomendable sacar rápidamente a una persona del vehículo, ya que podría estar en una posición que, al moverla, cause daños osteomusculares o de otro tipo.
Si el vehículo no presenta riesgo de incendio, fuga de gas u otra emergencia que requiera una evacuación inmediata, lo más seguro es mantener a la persona inmóvil hasta que lleguen los servicios de emergencia, asegurándose de que esté consciente y no tenga heridas graves, como exposición de órganos, sangrado significativo o elementos incrustados.
Si la persona tiene conocimientos de primeros auxilios, debe intentar aplicarlos. De lo contrario, es fundamental mantener la calma y esperar a que llegue personal capacitado para manejar la situación. Es importante priorizar la evacuación de las personas que estén más cerca de una salida segura. Por ejemplo, si solo una ventana está disponible, se debe evacuar primero a la persona más cercana para liberar el camino y facilitar la salida de los demás.
Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de lesiones y muertes a nivel mundial. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1,19 millones de personas fallecieron en 2023 por esta causa. Esto equivale a una muerte cada dos minutos y más de 3.200 defunciones diarias. Los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte entre niños y jóvenes de 5 a 29 años.
El Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial publicado en 2023 por la OMS revela que, desde 2010, las víctimas mortales por accidentes de tránsito han disminuido en un 5%, alcanzando. A pesar de esta reducción, los accidentes de tránsito siguen siendo una crisis mundial que pone en peligro la vida de peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables de la vía pública.
Por lo anterior, es crucial conocer las medidas de protección adecuadas para minimizar los riesgos. Usar el cinturón de seguridad, mantener una postura adecuada, y saber cómo actuar durante y después del impacto son fundamentales para aumentar las probabilidades de sobrevivir y reducir la gravedad de las heridas. Además, la conciencia sobre el uso correcto de dispositivos de seguridad y la importancia de no distraerse al volante pueden marcar la diferencia en situaciones críticas.
Andrés Nieto Ramírez, experto en seguridad vial y director del Observatorio de Seguridad y Convivencia de la Universidad Central, señala que, entre todas las categorías de muertes violentas en el mundo, las muertes en accidentes de tránsito son los únicos 100% predecibles y prevenibles.
Esto significa que cualquier accidente de tránsito puede atribuirse a tres factores principales, ya sea individualmente o en combinación: falta de pericia del conductor o maniobras peligrosas, no cumplir con los requisitos mínimos de prevención como el uso del cinturón de seguridad; mal estado del vehículo, incluyendo problemas de tracción, frenos o motor; y deficiencias en la infraestructura vial, como señalización inadecuada o vías en mal estado. Cada uno de estos factores es completamente controlable por diferentes actores de la sociedad, el Estado o el propio conductor.
Para Nieto, la probabilidad de morir en un accidente de tránsito puede reducirse hasta en un 66% si se cumplen con los protocolos y las recomendaciones de seguridad básicas, como el uso del cinturón de seguridad, respetar los límites de velocidad, asegurar el funcionamiento adecuado del airbag y el mantenimiento regular del vehículo.
Además, es crucial la correcta instalación de sillas para menores, personas con discapacidad o adultos mayores.
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De acuerdo con Nieto, la mayoría de los países clasifican los accidente viales en cinco tipos. El primero es el más básico, un choque simple, mientras que el quinto involucra situaciones que ponen en riesgo la vida, ya sea por el impacto del accidente o por efectos secundarios, como incendios o fugas de gas en vehículos que usan este tipo de combustible.
Para saber cómo actuar en estos casos, Naciones Unidas ha enfatizado en los últimos cinco años en un protocolo, conocido como PAS (Proteger, Avisar, Socorrer), que lleva más de una década en uso. Este protocolo se sigue en ese orden específico:
- Proteger: Lo primero es proteger la vida propia y asegurar la integridad personal antes de salir del vehículo. Luego, se debe avisar a las autoridades, ya sea por teléfono celular, público o a través de terceros.
- Avisar: Es crucial notificar rápidamente a los servicios de emergencia. Muchos vehículos modernos cuentan con un botón de llamada satelital que funciona incluso en caso de accidente, independientemente del computador central del vehículo.
- Socorrer: Evaluar el estado de los demás ocupantes del vehículo. Este paso no tiene un tiempo específico, sino que se debe proceder de manera efectiva para garantizar la seguridad de todos. Si es seguro salir del vehículo, se deben seguir ciertos pasos: poner las manos en el techo antes de quitarse el cinturón para evitar lesiones en cabeza o cuello, salir con el cuerpo boca abajo si el vehículo está volcado, y buscar la ventana más cercana para salir, evitando el parabrisas que es más difícil de romper.
“Incluso algunos vehículos, aunque no todos, permiten quitar los cabezales o apoyacabezas para utilizarlos como herramienta para romper las ventanas en caso de emergencia. Si alguna de las ventanas está atascada, es importante identificar cuál es la más adecuada para salir, ya que no siempre es necesario o posible romperlas con los apoyacabezas. Por ello, es crucial leer el manual del vehículo y conocer las medidas de emergencia específicas. Cada vehículo tiene diferentes procedimientos para bajar, empujar, expulsar o fragmentar los vidrios en situaciones de emergencia”, señala Nieto.
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Después de evaluar la situación y lograr salir del vehículo, es crucial pasar al siguiente paso: identificar el estado de los demás ocupantes. Es importante destacar que no siempre es recomendable sacar rápidamente a una persona del vehículo, ya que podría estar en una posición que, al moverla, cause daños osteomusculares o de otro tipo.
Si el vehículo no presenta riesgo de incendio, fuga de gas u otra emergencia que requiera una evacuación inmediata, lo más seguro es mantener a la persona inmóvil hasta que lleguen los servicios de emergencia, asegurándose de que esté consciente y no tenga heridas graves, como exposición de órganos, sangrado significativo o elementos incrustados.
Si la persona tiene conocimientos de primeros auxilios, debe intentar aplicarlos. De lo contrario, es fundamental mantener la calma y esperar a que llegue personal capacitado para manejar la situación. Es importante priorizar la evacuación de las personas que estén más cerca de una salida segura. Por ejemplo, si solo una ventana está disponible, se debe evacuar primero a la persona más cercana para liberar el camino y facilitar la salida de los demás.