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La conducción en curvas, tanto abiertas como cerradas, es uno de los aspectos más técnicos y desafiantes en la carretera, especialmente en condiciones variables de clima y tráfico. Dominar las técnicas adecuadas no solo incrementa la seguridad del conductor y de los pasajeros, sino que también contribuye a una mayor eficiencia en el manejo y a la reducción del desgaste del vehículo. En este artículo, se analizarán los principales aspectos que los expertos en conducción recomiendan tener en cuenta para abordar diferentes tipos de curvas de forma segura, minimizando riesgos y maximizando el control del vehículo en cualquier tipo de terreno o situación vial.
Pablo Sáenz, piloto experto de Michelin, explica que en las curvas abiertas, los conductores pueden mantener una velocidad superior y realizar movimientos más suaves, gracias al mayor margen de maniobra que ofrecen. En cambio, al enfrentarse a una curva cerrada, es esencial reducir la velocidad antes de entrar, ya que esta demanda un control más preciso de la dirección. “La técnica adecuada en este tipo de curvas implica frenar previamente y mantener una velocidad constante durante el giro, evitando frenadas bruscas que podrían reducir la tracción y causar una posible pérdida de control del vehículo”, enfatiza.
De acuerdo con Sáenz, al acercarse a una curva cerrada, es crucial reducir considerablemente la velocidad en comparación con una curva abierta. Para asegurar un giro controlado, es fundamental aplicar los frenos antes de entrar en la curva y mantener una velocidad constante durante el trayecto, evitando aceleraciones o frenadas bruscas que puedan comprometer la estabilidad. En las curvas abiertas, en cambio, el conductor tiene la posibilidad de mantener una velocidad más alta y puede acelerar de manera gradual al salir, aprovechando la mayor estabilidad que ofrece este tipo de giro.
Respecto a la postura al manejar una moto, en curvas abiertas es ideal mantener una posición relajada, con una leve inclinación hacia el interior para mejorar la estabilidad. “En curvas cerradas, sin embargo, se recomienda inclinar el cuerpo de manera más pronunciada hacia el interior, con los pies firmes en los estribos y el torso ligeramente adelantado. Esta postura ayuda a equilibrar la moto y a optimizar la tracción durante el giro”, subraya el piloto experto.
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El tipo de moto influye notablemente en la técnica de conducción en curvas. Las motos deportivas, diseñadas para giros precisos, requieren inclinaciones más pronunciadas y una aceleración gradual al salir de la curva para mantener el control.
“En el caso de las motos cruiser, de mayor peso, se necesita especial atención a la estabilidad y el control, sobre todo en curvas cerradas donde su maniobrabilidad puede ser limitada. Las motos touring, que ofrecen gran estabilidad a altas velocidades, requieren ajustes en la distribución del peso para optimizar el equilibrio en el giro”, añade.
Para Sáenz, al abordar curvas en moto, ciertos errores comunes pueden afectar la seguridad y el control durante el giro. Corregir estas fallas y adoptar técnicas adecuadas es clave para una conducción segura y estable en carreteras. A continuación, se destacan algunos de los errores más frecuentes y recomendaciones para evitarlos:
- Frenar dentro de la curva: Frenar en pleno giro puede desestabilizar la moto y reducir la tracción. Para evitarlo, frene antes de entrar en la curva y mantenga una velocidad constante durante el recorrido.
- Mirar solo el pavimento: Fijar la vista únicamente en el asfalto impide anticipar el camino y ajustar la dirección. Es importante mirar hacia el punto de salida de la curva o hacia el destino deseado, ya que esto ayuda a orientar la trayectoria de manera natural.
- No reducir la velocidad adecuadamente: Tomar una curva sin reducir la velocidad lo suficiente es riesgoso, especialmente en curvas cerradas. Ajuste la velocidad antes de ingresar en la curva y evite cualquier movimiento brusco dentro de ella para mantener el control.
Por su parte, la anticipación resulta fundamental para evaluar el camino y las condiciones antes de tomar una curva, ya sea en una moto o en un carro. Entrenar la visión implica desarrollar el hábito de observar la carretera con suficiente antelación y ajustar la velocidad según lo que se percibe, lo cual ayuda a evitar imprevistos y a tomar decisiones más seguras al volante.
Al tomar curvas en un carro, es importante aplicar técnicas adecuadas para garantizar la seguridad y el control del vehículo. En una curva abierta, mantenga ambas manos en el volante, utilice una velocidad constante y anticipe el giro, acelerando suavemente al salir. “En cambio, al abordar una curva cerrada, reduzca la velocidad antes de entrar, frene en línea recta y realice el giro de manera controlada. Además, aumente la distancia de seguridad con otros vehículos y evite movimientos bruscos que puedan desestabilizar el vehículo”, destaca Sáenz.
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Las llantas desempeñan un papel fundamental en la seguridad vial, ya que son el único punto de contacto entre el vehículo y la carretera. Su estado puede influir significativamente en la estabilidad, el agarre y la capacidad de respuesta del vehículo. Por ello, es esencial prestar atención a su mantenimiento y seguir ciertas recomendaciones para garantizar una conducción segura y eficiente.
- Revisar la presión regularmente: Mantenga la presión adecuada, tanto la nominal como la de alta carga si viaja con equipaje.
- Verificar el desgaste: Realice inspecciones frecuentes para identificar desgaste irregular o daños que puedan comprometer la seguridad.
- Rotar las llantas: Esta práctica ayuda a prolongar su vida útil y mejorar el rendimiento.