Comprar carro de segunda: ¿cómo identificar si el kilometraje está alterado?
Detectar una alteración en el cuentakilómetros a simple vista es prácticamente imposible, ya que los métodos modernos de manipulación suelen ser muy discretos y no dejan rastros evidentes en la pantalla o los mecanismos visibles.
David Vásquez Herrera
La compra de un vehículo de segunda mano puede ser una excelente opción para quienes buscan ahorrar, pero también conlleva ciertos riesgos, entre ellos la posible manipulación del cuentakilómetros. Alterar esta herramienta, que indica el recorrido total del vehículo, es una práctica fraudulenta que puede engañar al comprador sobre el verdadero estado del vehículo. Por ello, es necesario conocer las señales que pueden indicar si el cuentakilómetros ha sido alterado, así como las recomendaciones para evitar caer en este tipo de estafas.
De acuerdo con el equipo de ingeniería y entrenamiento técnico de Auteco Blue, uno de los signos más comunes que pueden indicar que un cuentakilómetros ha sido alterado es un kilometraje sospechosamente bajo en comparación con la antigüedad del vehículo.
En general, se estima que un carro promedio recorre entre 10.000 y 15.000 kilómetros por año. Si el cuentakilómetros muestra un valor muy por debajo de este rango, por ejemplo, menos de 10.000 kilómetros anuales, es motivo de alerta. Para verificarlo, es importante calcular el kilometraje promedio desde la fecha de matrícula del vehículo.
Al detectar una alteración en el cuentakilómetros a simple vista es prácticamente imposible, ya que los métodos modernos de manipulación suelen ser muy discretos y no dejan rastros evidentes en la pantalla o los mecanismos visibles. Según los voceros, para identificar con precisión si ha habido alguna modificación en el cuentakilómetros, es necesario utilizar herramientas especializadas que permitan acceder a la información interna del sistema del vehículo.
Estas herramientas, comúnmente empleadas por técnicos o en centros de diagnóstico, pueden leer los datos almacenados en las unidades de control del vehículo, donde se guarda el kilometraje real. Este tipo de análisis es crucial, especialmente en vehículos con sistemas electrónicos más avanzados, ya que los intentos de alteración no son detectables a simple vista ni por medio de una inspección básica. “Por esta razón, se recomienda siempre acudir a un experto para una revisión exhaustiva o de peritaje antes de comprar un vehículo de segunda mano”, destacan los voceros de Auteco Blue.
Le puede interesar: Vidrios polarizados en los carros: ¿cómo quitarlos de forma segura?
Por su parte, los talleres y concesionarios cuentan con procedimientos técnicos especializados para verificar la autenticidad del kilometraje de un vehículo. Uno de los métodos más confiables es el uso de escáneres propios de la marca, los cuales permiten acceder a la unidad de control electrónico (ECU) del carro.
Estos escáneres leen los datos internos del sistema, incluyendo el kilometraje registrado en diferentes módulos del vehículo, como el motor, la transmisión o el sistema de frenos, que en muchos casos también almacenan información sobre el recorrido. De esta manera, los técnicos pueden identificar cualquier discrepancia entre el kilometraje mostrado en el cuentakilómetros y los valores almacenados en otros componentes del vehículo. Asimismo, se revisa el historial del vehículo en el taller, donde suelen quedar registradas todas las intervenciones de mantenimiento y reparaciones, las cuales incluyen los kilómetros recorridos en cada visita.
Cualquier inconsistencia entre este historial y el cuentakilómetros actual podría ser una señal de que el vehículo ha sido manipulado. Estos procedimientos permiten a los talleres y concesionarios garantizar la transparencia en la información del vehículo, protegiendo tanto al comprador como a la reputación de la marca.
Le sugerimos: Estudio revela que los conductores se distraen con sistemas de conducción asistida
El historial de mantenimiento del vehículo puede ser una herramienta clave para detectar incongruencias con el kilometraje registrado. Cada vez que un vehículo ingresa a un taller especializado, se crea una orden de servicio que incluye los datos principales del vehículo, entre ellos el kilometraje actual al momento de la intervención.
Estas órdenes de servicio se almacenan en el historial del vehículo, lo que permite llevar un registro detallado de su uso a lo largo del tiempo. Si al comparar el kilometraje registrado en el cuentakilómetros con los valores anotados en las visitas previas al taller se detectan discrepancias, esto podría indicar que ha habido alguna alteración.
“Por ejemplo, si un vehículo muestra menos kilómetros en el cuentakilómetros que los reportados en una revisión anterior, es una clara señal de manipulación. Esta revisión es especialmente útil en vehículos que han pasado por concesionarios o talleres oficiales, donde se lleva un registro detallado y confiable del mantenimiento”, puntualizan los voceros
La compra de un vehículo de segunda mano puede ser una excelente opción para quienes buscan ahorrar, pero también conlleva ciertos riesgos, entre ellos la posible manipulación del cuentakilómetros. Alterar esta herramienta, que indica el recorrido total del vehículo, es una práctica fraudulenta que puede engañar al comprador sobre el verdadero estado del vehículo. Por ello, es necesario conocer las señales que pueden indicar si el cuentakilómetros ha sido alterado, así como las recomendaciones para evitar caer en este tipo de estafas.
De acuerdo con el equipo de ingeniería y entrenamiento técnico de Auteco Blue, uno de los signos más comunes que pueden indicar que un cuentakilómetros ha sido alterado es un kilometraje sospechosamente bajo en comparación con la antigüedad del vehículo.
En general, se estima que un carro promedio recorre entre 10.000 y 15.000 kilómetros por año. Si el cuentakilómetros muestra un valor muy por debajo de este rango, por ejemplo, menos de 10.000 kilómetros anuales, es motivo de alerta. Para verificarlo, es importante calcular el kilometraje promedio desde la fecha de matrícula del vehículo.
Al detectar una alteración en el cuentakilómetros a simple vista es prácticamente imposible, ya que los métodos modernos de manipulación suelen ser muy discretos y no dejan rastros evidentes en la pantalla o los mecanismos visibles. Según los voceros, para identificar con precisión si ha habido alguna modificación en el cuentakilómetros, es necesario utilizar herramientas especializadas que permitan acceder a la información interna del sistema del vehículo.
Estas herramientas, comúnmente empleadas por técnicos o en centros de diagnóstico, pueden leer los datos almacenados en las unidades de control del vehículo, donde se guarda el kilometraje real. Este tipo de análisis es crucial, especialmente en vehículos con sistemas electrónicos más avanzados, ya que los intentos de alteración no son detectables a simple vista ni por medio de una inspección básica. “Por esta razón, se recomienda siempre acudir a un experto para una revisión exhaustiva o de peritaje antes de comprar un vehículo de segunda mano”, destacan los voceros de Auteco Blue.
Le puede interesar: Vidrios polarizados en los carros: ¿cómo quitarlos de forma segura?
Por su parte, los talleres y concesionarios cuentan con procedimientos técnicos especializados para verificar la autenticidad del kilometraje de un vehículo. Uno de los métodos más confiables es el uso de escáneres propios de la marca, los cuales permiten acceder a la unidad de control electrónico (ECU) del carro.
Estos escáneres leen los datos internos del sistema, incluyendo el kilometraje registrado en diferentes módulos del vehículo, como el motor, la transmisión o el sistema de frenos, que en muchos casos también almacenan información sobre el recorrido. De esta manera, los técnicos pueden identificar cualquier discrepancia entre el kilometraje mostrado en el cuentakilómetros y los valores almacenados en otros componentes del vehículo. Asimismo, se revisa el historial del vehículo en el taller, donde suelen quedar registradas todas las intervenciones de mantenimiento y reparaciones, las cuales incluyen los kilómetros recorridos en cada visita.
Cualquier inconsistencia entre este historial y el cuentakilómetros actual podría ser una señal de que el vehículo ha sido manipulado. Estos procedimientos permiten a los talleres y concesionarios garantizar la transparencia en la información del vehículo, protegiendo tanto al comprador como a la reputación de la marca.
Le sugerimos: Estudio revela que los conductores se distraen con sistemas de conducción asistida
El historial de mantenimiento del vehículo puede ser una herramienta clave para detectar incongruencias con el kilometraje registrado. Cada vez que un vehículo ingresa a un taller especializado, se crea una orden de servicio que incluye los datos principales del vehículo, entre ellos el kilometraje actual al momento de la intervención.
Estas órdenes de servicio se almacenan en el historial del vehículo, lo que permite llevar un registro detallado de su uso a lo largo del tiempo. Si al comparar el kilometraje registrado en el cuentakilómetros con los valores anotados en las visitas previas al taller se detectan discrepancias, esto podría indicar que ha habido alguna alteración.
“Por ejemplo, si un vehículo muestra menos kilómetros en el cuentakilómetros que los reportados en una revisión anterior, es una clara señal de manipulación. Esta revisión es especialmente útil en vehículos que han pasado por concesionarios o talleres oficiales, donde se lleva un registro detallado y confiable del mantenimiento”, puntualizan los voceros