Conducción autónoma: ¿cómo se está transformando la experiencia al conducir?
Descubra cómo la tecnología está transformando la manera de conducir.
La conducción autónoma ha dejado de ser una visión futurista para convertirse en una realidad cada vez más presente en algunos países, y que transforma poco a poco la experiencia de conducir. Desde la implementación de sistemas avanzados de asistencia al conductor hasta la llegada de vehículos completamente autónomos, el panorama vial está experimentando una revolución agigantada. Los avances en inteligencia artificial, sensores y tecnología de mapeo han permitido que los vehículos sean capaces de tomar decisiones en tiempo real, anticiparse a situaciones de tráfico y realizar maniobras de forma autónoma y segura. Esto no solo cambiará la forma en que se interactúa con los vehículos, sino que también tiene como propósito impactar en aspectos clave como la seguridad vial, la eficiencia del transporte y la movilidad.
Ricardo Rosales, experto automotriz con más de 20 años de experiencia en la industria, indica que, con la conducción autónoma, los conductores pueden delegar tareas de conducción rutinarias, lo que les brinda la oportunidad de aprovechar mejor su tiempo durante los desplazamientos y ser utilizados, por ejemplo, para el trabajo u otras actividades diarias. Para el experto, se espera que esta tecnología reduzca significativamente los accidentes de tráfico causados por errores o imprudencias de los humanos. “Los sistemas autónomos están diseñados para ser más precisos y reaccionar de manera más rápida ante situaciones de riesgo. Sin embargo, la adopción masiva de la conducción autónoma plantea también desafíos y cuestiones más éticas que hay que tener en cuenta, como la responsabilidad en caso de accidentes, la privacidad de los datos recopilados por los vehículos y el impacto en el empleo de conductores que se dedican al tema de transporte”, afirma.
Sin embargo, se trata de un cambio que sigue generando preocupaciones. El sistema Autopilot de Tesla, por ejemplo, ha sido relacionado con un número significativo de accidentes en Estados Unidos desde su introducción en el mercado. Según un informe de The Washington Post, que se basa en datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), desde 2019 hasta junio de 2023 se registraron un total de 736 accidentes atribuidos al funcionamiento del Autopilot.
Según Rosales, los países que han implementado pruebas de manejo autónomo incluyen a Estados Unidos, donde empresas como Waymo (anteriormente parte de Google), Tesla, Uber y General Motors han estado llevando a cabo pruebas de vehículos autónomos en varias ciudades. Asimismo, en China, empresas como Baidu, Tencent y Didi Chuxing han estado realizando importantes inversiones en investigación y desarrollo de tecnología de conducción autónoma, con pruebas realizadas en ciudades como Beijing y Shanghai.
Por otro lado, Alemania, siendo uno de los líderes en la industria automotriz, ha estado dedicando esfuerzos al desarrollo de tecnología de conducción autónoma. Empresas como BMW, Audi y Mercedes-Benz han estado llevando a cabo pruebas tanto en carreteras como en centros especializados. En Japón, compañías como Toyota, Nissan y Honda también han estado involucradas en el desarrollo de tecnología de conducción autónoma.
Además, en el Reino Unido, empresas como Jaguar Land Rover y Oxbotica han estado realizando pruebas de vehículos autónomos en las carreteras de Londres.
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El experto explica los 5 niveles de la asistencia de conducción autónoma y cómo interviene en cada uno de los casos:
Nivel 1: asistencia en la conducción
El nivel 1, marca el inicio de la transición hacia la autonomía vehicular al momento de manejar. Los sistemas de asistencia avanzada comienzan a tomar un papel más activo en el control del vehículo, ofreciendo funciones como el control de crucero adaptativo y la asistencia de mantenimiento de carril.
“Esta etapa permite que el vehículo asuma tareas específicas, como la gestión de la velocidad o la dirección en ciertas condiciones, aliviando así parte de la carga sobre el conductor. Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de esta asistencia, el conductor sigue siendo el responsable último de la conducción y debe permanecer atento en todo momento”, explica Rosales.
Este representa un avance significativo en términos de seguridad y comodidad para los conductores, ya que proporciona un apoyo adicional en situaciones de tráfico intenso o en viajes largos por carretera. Hay que tener en cuenta que el carro puede realizar ciertas acciones de forma autónoma, pero el conductor debe estar preparado para retomar el control en caso de que el sistema requiera su intervención.
Por ejemplo, modelos como el Audi A8 y el Audi Q7 ofrecen sistemas de asistencia al conductor que incluyen control de velocidad adaptativo y asistencia de mantenimiento de carril.
Nivel 2: automatización parcial
En este nivel, los sistemas de asistencia avanzada trabajan en conjunto para ofrecer una experiencia de conducción más cómoda y segura, al tiempo que reducen la carga sobre el conductor.
Rosales explica que, el vehículo es capaz de controlar simultáneamente dos funciones principales, como la aceleración y la dirección, en condiciones específicas y predefinidas. Este proceso se da gracias a la integración de tecnologías como el control de crucero adaptativo, la asistencia de mantenimiento de carril y la detección de puntos ciegos que ya están aplicados en algunos vehículos en Colombia.
“Si bien el carro puede asumir estas funciones de manera autónoma, el conductor aún juega un papel importante y debe permanecer alerta en todo momento. Aunque ya en este nivel se ha avanzado hacia una mayor automatización, la supervisión del conductor es necesaria para garantizar una conducción segura”, destaca.
Mercedes-Benz ofrece el sistema Drive Pilot en vehículos como el Clase E y el Clase S. Este sistema permite la conducción autónoma de nivel 2 en autopistas y carreteras bien demarcadas, controlando la dirección, la aceleración y la frenada.
Nivel 3: automatización condicional
Rosales señala que, en esta etapa el vehículo es capaz de asumir el control total de la conducción en ciertas condiciones predefinidas, permitiendo al conductor delegar temporalmente la responsabilidad de la operación del automóvil.
En el nivel 3, los sistemas de a bordo pueden manejar todas las tareas de conducción bajo condiciones específicas, como en autopistas con tráfico fluido o en situaciones de atascos de velocidad reducida. Esto significa que el conductor puede ceder el control al vehículo y dedicarse a realizar actividades durante el viaje, aunque aún se espera que esté disponible para retomar el control cuando el sistema lo solicite mediante alarmas.
“A diferencia de los niveles anteriores, donde la supervisión humana constante es necesaria, en el Nivel 3 el conductor puede confiar en el sistema para la conducción, pero debe permanecer alerta y preparado para intervenir si se requiere su participación. Esta transición entre la responsabilidad del vehículo y la del conductor puede presentar desafíos en términos de atención y tiempo de reacción”, enfatiza el experto.
En marzo de 2021, fue presentado el modelo Honda Legend, cuya tecnología nivel 3 de conducción autónoma Traffic Jam Pilot que está aprobada por las autoridades en Japón.
Nivel 4: automatización elevada
Los sistemas de a bordo son capaces de gestionar todas las tareas de conducción, incluyendo la navegación, la detección de obstáculos, y la toma de decisiones en tiempo real, sin requerir la supervisión constante de un conductor humano. Es decir, el vehículo puede operar de manera segura en entornos predefinidos, como las ciudades bien mapeadas o autopistas, sin la necesidad del conductor.
Aunque representa un nivel muy alto de la conducción autónoma, es importante tener en cuenta que aún puede encontrarse situaciones donde el automóvil pueda requerir la intervención del conductor. Por ejemplo, en los casos de climas extremos o en carreteras con infraestructura inadecuada, para estos casos, el sistema puede no ser capaz de operar de manera segura y puede solicitar al conductor que tome el control.
El JiYue Robocar 01 es un SUV que cuenta con una serie de sistemas desarrollados por Baidu (considerado como el Google chino) hace ya algunos años, como el de manejo autónomo Apollo (cuenta con 11 cámaras y 12 radares), el sistema operativo DuerOS for Apollo. Se considera uno de los primeros carros con manejo autónomo nivel 4 en el mercado.
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Nivel 5: automatización completa
De acuerdo con Rosales, en este nivel, los sistemas a bordo son capaces de manejar todas las tareas de conducción en cualquier situación y entorno, sin la necesidad de un conductor presente, incluso no tiene que estar sentados en el asiento principal de manejo.
Los vehículos están equipados con tecnología avanzada, incluyendo sistemas de inteligencia artificial, sensores de alta precisión, y capacidad de procesamiento de datos en tiempo real. Estos sistemas permiten a los vehículos navegar de manera segura y eficiente en una variedad de condiciones, incluyendo situaciones de tráfico intenso, climas adversos y entornos urbanos complejos.
“La completa autonomía del vehículo en el nivel 5 tiene el potencial de transformar radicalmente la forma en que nos desplazamos, ofreciendo una movilidad más segura, eficiente y conveniente. Los usuarios podrían disfrutar de viajes sin preocupaciones, aprovechando el tiempo de manera más productiva o simplemente relajándose mientras el vehículo se encarga de todo el trabajo”, destaca.
Además, el Nivel 5 de conducción autónoma podría tener un impacto significativo en la seguridad vial, al eliminar por completo los errores humanos como causa de accidentes de tráfico. Esto podría salvar vidas y reducir drásticamente el número de lesiones y daños relacionados con los accidentes automovilísticos.
Si bien el Nivel 5 representa una visión emocionante del futuro de la movilidad, Rosales señala que, aún quedan desafíos por superar antes de que esta tecnología se convierta en una realidad cotidiana. Aspectos como la regulación, la infraestructura vial y la aceptación pública son cruciales para garantizar una transición segura hacia la conducción autónoma en el mercado global.
La conducción autónoma ha dejado de ser una visión futurista para convertirse en una realidad cada vez más presente en algunos países, y que transforma poco a poco la experiencia de conducir. Desde la implementación de sistemas avanzados de asistencia al conductor hasta la llegada de vehículos completamente autónomos, el panorama vial está experimentando una revolución agigantada. Los avances en inteligencia artificial, sensores y tecnología de mapeo han permitido que los vehículos sean capaces de tomar decisiones en tiempo real, anticiparse a situaciones de tráfico y realizar maniobras de forma autónoma y segura. Esto no solo cambiará la forma en que se interactúa con los vehículos, sino que también tiene como propósito impactar en aspectos clave como la seguridad vial, la eficiencia del transporte y la movilidad.
Ricardo Rosales, experto automotriz con más de 20 años de experiencia en la industria, indica que, con la conducción autónoma, los conductores pueden delegar tareas de conducción rutinarias, lo que les brinda la oportunidad de aprovechar mejor su tiempo durante los desplazamientos y ser utilizados, por ejemplo, para el trabajo u otras actividades diarias. Para el experto, se espera que esta tecnología reduzca significativamente los accidentes de tráfico causados por errores o imprudencias de los humanos. “Los sistemas autónomos están diseñados para ser más precisos y reaccionar de manera más rápida ante situaciones de riesgo. Sin embargo, la adopción masiva de la conducción autónoma plantea también desafíos y cuestiones más éticas que hay que tener en cuenta, como la responsabilidad en caso de accidentes, la privacidad de los datos recopilados por los vehículos y el impacto en el empleo de conductores que se dedican al tema de transporte”, afirma.
Sin embargo, se trata de un cambio que sigue generando preocupaciones. El sistema Autopilot de Tesla, por ejemplo, ha sido relacionado con un número significativo de accidentes en Estados Unidos desde su introducción en el mercado. Según un informe de The Washington Post, que se basa en datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), desde 2019 hasta junio de 2023 se registraron un total de 736 accidentes atribuidos al funcionamiento del Autopilot.
Según Rosales, los países que han implementado pruebas de manejo autónomo incluyen a Estados Unidos, donde empresas como Waymo (anteriormente parte de Google), Tesla, Uber y General Motors han estado llevando a cabo pruebas de vehículos autónomos en varias ciudades. Asimismo, en China, empresas como Baidu, Tencent y Didi Chuxing han estado realizando importantes inversiones en investigación y desarrollo de tecnología de conducción autónoma, con pruebas realizadas en ciudades como Beijing y Shanghai.
Por otro lado, Alemania, siendo uno de los líderes en la industria automotriz, ha estado dedicando esfuerzos al desarrollo de tecnología de conducción autónoma. Empresas como BMW, Audi y Mercedes-Benz han estado llevando a cabo pruebas tanto en carreteras como en centros especializados. En Japón, compañías como Toyota, Nissan y Honda también han estado involucradas en el desarrollo de tecnología de conducción autónoma.
Además, en el Reino Unido, empresas como Jaguar Land Rover y Oxbotica han estado realizando pruebas de vehículos autónomos en las carreteras de Londres.
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El experto explica los 5 niveles de la asistencia de conducción autónoma y cómo interviene en cada uno de los casos:
Nivel 1: asistencia en la conducción
El nivel 1, marca el inicio de la transición hacia la autonomía vehicular al momento de manejar. Los sistemas de asistencia avanzada comienzan a tomar un papel más activo en el control del vehículo, ofreciendo funciones como el control de crucero adaptativo y la asistencia de mantenimiento de carril.
“Esta etapa permite que el vehículo asuma tareas específicas, como la gestión de la velocidad o la dirección en ciertas condiciones, aliviando así parte de la carga sobre el conductor. Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de esta asistencia, el conductor sigue siendo el responsable último de la conducción y debe permanecer atento en todo momento”, explica Rosales.
Este representa un avance significativo en términos de seguridad y comodidad para los conductores, ya que proporciona un apoyo adicional en situaciones de tráfico intenso o en viajes largos por carretera. Hay que tener en cuenta que el carro puede realizar ciertas acciones de forma autónoma, pero el conductor debe estar preparado para retomar el control en caso de que el sistema requiera su intervención.
Por ejemplo, modelos como el Audi A8 y el Audi Q7 ofrecen sistemas de asistencia al conductor que incluyen control de velocidad adaptativo y asistencia de mantenimiento de carril.
Nivel 2: automatización parcial
En este nivel, los sistemas de asistencia avanzada trabajan en conjunto para ofrecer una experiencia de conducción más cómoda y segura, al tiempo que reducen la carga sobre el conductor.
Rosales explica que, el vehículo es capaz de controlar simultáneamente dos funciones principales, como la aceleración y la dirección, en condiciones específicas y predefinidas. Este proceso se da gracias a la integración de tecnologías como el control de crucero adaptativo, la asistencia de mantenimiento de carril y la detección de puntos ciegos que ya están aplicados en algunos vehículos en Colombia.
“Si bien el carro puede asumir estas funciones de manera autónoma, el conductor aún juega un papel importante y debe permanecer alerta en todo momento. Aunque ya en este nivel se ha avanzado hacia una mayor automatización, la supervisión del conductor es necesaria para garantizar una conducción segura”, destaca.
Mercedes-Benz ofrece el sistema Drive Pilot en vehículos como el Clase E y el Clase S. Este sistema permite la conducción autónoma de nivel 2 en autopistas y carreteras bien demarcadas, controlando la dirección, la aceleración y la frenada.
Nivel 3: automatización condicional
Rosales señala que, en esta etapa el vehículo es capaz de asumir el control total de la conducción en ciertas condiciones predefinidas, permitiendo al conductor delegar temporalmente la responsabilidad de la operación del automóvil.
En el nivel 3, los sistemas de a bordo pueden manejar todas las tareas de conducción bajo condiciones específicas, como en autopistas con tráfico fluido o en situaciones de atascos de velocidad reducida. Esto significa que el conductor puede ceder el control al vehículo y dedicarse a realizar actividades durante el viaje, aunque aún se espera que esté disponible para retomar el control cuando el sistema lo solicite mediante alarmas.
“A diferencia de los niveles anteriores, donde la supervisión humana constante es necesaria, en el Nivel 3 el conductor puede confiar en el sistema para la conducción, pero debe permanecer alerta y preparado para intervenir si se requiere su participación. Esta transición entre la responsabilidad del vehículo y la del conductor puede presentar desafíos en términos de atención y tiempo de reacción”, enfatiza el experto.
En marzo de 2021, fue presentado el modelo Honda Legend, cuya tecnología nivel 3 de conducción autónoma Traffic Jam Pilot que está aprobada por las autoridades en Japón.
Nivel 4: automatización elevada
Los sistemas de a bordo son capaces de gestionar todas las tareas de conducción, incluyendo la navegación, la detección de obstáculos, y la toma de decisiones en tiempo real, sin requerir la supervisión constante de un conductor humano. Es decir, el vehículo puede operar de manera segura en entornos predefinidos, como las ciudades bien mapeadas o autopistas, sin la necesidad del conductor.
Aunque representa un nivel muy alto de la conducción autónoma, es importante tener en cuenta que aún puede encontrarse situaciones donde el automóvil pueda requerir la intervención del conductor. Por ejemplo, en los casos de climas extremos o en carreteras con infraestructura inadecuada, para estos casos, el sistema puede no ser capaz de operar de manera segura y puede solicitar al conductor que tome el control.
El JiYue Robocar 01 es un SUV que cuenta con una serie de sistemas desarrollados por Baidu (considerado como el Google chino) hace ya algunos años, como el de manejo autónomo Apollo (cuenta con 11 cámaras y 12 radares), el sistema operativo DuerOS for Apollo. Se considera uno de los primeros carros con manejo autónomo nivel 4 en el mercado.
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Nivel 5: automatización completa
De acuerdo con Rosales, en este nivel, los sistemas a bordo son capaces de manejar todas las tareas de conducción en cualquier situación y entorno, sin la necesidad de un conductor presente, incluso no tiene que estar sentados en el asiento principal de manejo.
Los vehículos están equipados con tecnología avanzada, incluyendo sistemas de inteligencia artificial, sensores de alta precisión, y capacidad de procesamiento de datos en tiempo real. Estos sistemas permiten a los vehículos navegar de manera segura y eficiente en una variedad de condiciones, incluyendo situaciones de tráfico intenso, climas adversos y entornos urbanos complejos.
“La completa autonomía del vehículo en el nivel 5 tiene el potencial de transformar radicalmente la forma en que nos desplazamos, ofreciendo una movilidad más segura, eficiente y conveniente. Los usuarios podrían disfrutar de viajes sin preocupaciones, aprovechando el tiempo de manera más productiva o simplemente relajándose mientras el vehículo se encarga de todo el trabajo”, destaca.
Además, el Nivel 5 de conducción autónoma podría tener un impacto significativo en la seguridad vial, al eliminar por completo los errores humanos como causa de accidentes de tráfico. Esto podría salvar vidas y reducir drásticamente el número de lesiones y daños relacionados con los accidentes automovilísticos.
Si bien el Nivel 5 representa una visión emocionante del futuro de la movilidad, Rosales señala que, aún quedan desafíos por superar antes de que esta tecnología se convierta en una realidad cotidiana. Aspectos como la regulación, la infraestructura vial y la aceptación pública son cruciales para garantizar una transición segura hacia la conducción autónoma en el mercado global.