Cuidado: esto es lo que puede pasar si maneja con las luces apagadas o con fallas
Conducir con las luces del vehículo apagadas o defectuosas aumenta drásticamente el riesgo de accidentes. Descubra cómo esta negligencia común puede poner en peligro a los actores viales, y lo que puede hacer para evitarlo.
David Vásquez Herrera
Conducir con las luces del vehículo apagadas o en mal estado no solo es una infracción de tráfico, sino un peligro latente que pone en riesgo la vida de conductores, pasajeros y peatones. A pesar de las normativas estrictas, muchos conductores continúan ignorando la importancia de mantener su sistema de iluminación en óptimas condiciones.
Para el instructor Danny León Sogamoso, de la Academia de conducción CEA Autopiloto, en Colombia muchos conductores incumplen la normativa sobre el uso de las luces exteriores, ya sea por rebeldía o desconocimiento. El no cumplir con estas normativas puede resultar en multas, sanciones y, lo más grave, en accidentes de tránsito que podrían haberse evitado con una correcta visibilidad.
A pesar de la importancia de esta regulación, la falta de estrategias efectivas de concienciación pública ha perpetuado su incumplimiento.
Estrategias de concientización
De acuerdo con León, para educar a los conductores sobre la importancia de mantener las luces en buen estado, es esencial implementar campañas de concienciación más robustas. Estas deben incluir programas de capacitación y pedagogía sobre el uso adecuado de las luces. Además, se podrían utilizar medios de comunicación masivos y redes sociales para difundir mensajes claros y frecuentes sobre este tema.
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En el caso de las motocicletas, la normativa es más estricta: es obligatorio mantener las luces encendidas mientras se circula en vías públicas. “Los fabricantes de motocicletas han respondido a esta regulación incorporando tecnologías que mantienen las luces de posición y cortas encendidas automáticamente al arrancar el vehículo. Esta medida no solo cumple con la ley, sino que también mejora la visibilidad y seguridad de los motociclistas y otros usuarios de la vía”, señala León.
El papel de las academias de conducción
Las academias de conducción y los programas de formación de conductores juegan un papel crucial en la educación sobre la importancia del mantenimiento de las luces del vehículo. Estas instituciones son responsables de inculcar en los nuevos conductores y en aquellos que están renovando su licencia la necesidad de realizar inspecciones regulares a sus vehículos.
Aunque es obligatorio para el servicio público, es fundamental que esta práctica también sea estrictamente cumplida por los conductores de vehículos particulares para aumentar la seguridad de todos los actores de la vía. “Desafortunadamente, muchos instructores no han recibido capacitación adecuada y carecen de conocimientos actualizados en seguridad vial y normatividad vigente. Esto se agrava porque muchas academias no exigen que su personal esté al día con las normas actuales”, destaca León.
Revisión de las luces y qué hacer en caso de avería
Para el instructor Daniel Velosa Ospina, especialista en mecánica de la academia de conducción CEA Autopiloto, es fundamental realizar una revisión diaria de las luces del vehículo antes de conducir: “Los conductores deberían realizar una inspección preoperacional para verificar el estado de las luces. Esto incluye asegurarse de que las luces frontales, las direccionales y las luces de estacionamiento funcionen correctamente, ya que su funcionamiento es crucial para la seguridad en la vía”, señala.
Según Velosa, cambiar las luces en automóviles es relativamente sencillo, pero en motocicletas es más complejo, ya que implica desmontar la farola delantera. En autos, especialmente con las luces delanteras, basta con abrir el capó, desconectar el faro y reemplazar el bombillo. Sin embargo, en motocicletas, el proceso es más complicado y requiere más tiempo.
Además, el costo de reemplazar un bombillo en motos suele ser de 15 a 20 mil pesos, lo que podría no justificar el esfuerzo si no se tiene experiencia. Por ello, en casos así, es más seguro y conveniente acudir a un profesional para evitar problemas y garantizar un cambio adecuado.
Si una luz se daña repentinamente, como las luces bajas o altas, generalmente no se funden por completo debido al uso. En este caso, si se funden las luces bajas, se debe usar las luces altas, aunque esto pueda encandilar a otros conductores. Si ocurre lo contrario, se debe continuar usando las luces bajas. “En situaciones extremas donde ambas luces estén dañadas, posiblemente por un fusible quemado, se deben utilizar las luces estacionarias para indicar una avería y advertir a otros conductores en la vía. Esto garantiza visibilidad y seguridad en la carretera”, sostiene.
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Normativas y mantenimiento de las luces del vehículo en Colombia
El Código Nacional de Tránsito de Colombia, Ley 769 de 2002, establece claramente la obligación de mantener en buen estado las luces del vehículo y su uso en determinadas situaciones. Según esta ley, los conductores deben encender las luces exteriores del vehículo desde las 18:00 hasta las 06:00 horas, así como en condiciones de visibilidad reducida, como lluvia, polvo o niebla. No cumplir con esta normativa puede resultar en una orden de comparendo por parte de las autoridades de tránsito y, en casos graves, inmovilización del vehículo.
El artículo 65 especifica que todo conductor, al detener su vehículo en la vía pública, debe utilizar la señal luminosa intermitente correspondiente, orillarse al lado derecho de la vía y evitar maniobras peligrosas.
El artículo 67 obliga a los conductores a usar las señales direccionales para giros y cambios de carril, y en caso de emergencia, utilizar señales manuales.
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La Resolución 3027 de 2010 refuerza estas obligaciones, señalando que conducir sin luces o con luces defectuosas puede llevar a la inmovilización del vehículo si no funcionan dos o más luces. Esta resolución también establece el uso adecuado de las luces de posición y exploradoras y prohíbe el uso de luces exploradoras en la parte posterior del vehículo.
Multa
El incumplimiento de estas normas no solo resulta en sanciones económicas, con multas que pueden alcanzar hasta 30 salarios mínimos legales vigentes, sino que también pone en riesgo la seguridad vial, incrementando la probabilidad de accidentes. Por ello, es crucial que los conductores mantengan en buen estado el sistema de iluminación de sus vehículos y cumplan con las normativas vigentes para evitar riesgos y sanciones.
Conducir con las luces del vehículo apagadas o en mal estado no solo es una infracción de tráfico, sino un peligro latente que pone en riesgo la vida de conductores, pasajeros y peatones. A pesar de las normativas estrictas, muchos conductores continúan ignorando la importancia de mantener su sistema de iluminación en óptimas condiciones.
Para el instructor Danny León Sogamoso, de la Academia de conducción CEA Autopiloto, en Colombia muchos conductores incumplen la normativa sobre el uso de las luces exteriores, ya sea por rebeldía o desconocimiento. El no cumplir con estas normativas puede resultar en multas, sanciones y, lo más grave, en accidentes de tránsito que podrían haberse evitado con una correcta visibilidad.
A pesar de la importancia de esta regulación, la falta de estrategias efectivas de concienciación pública ha perpetuado su incumplimiento.
Estrategias de concientización
De acuerdo con León, para educar a los conductores sobre la importancia de mantener las luces en buen estado, es esencial implementar campañas de concienciación más robustas. Estas deben incluir programas de capacitación y pedagogía sobre el uso adecuado de las luces. Además, se podrían utilizar medios de comunicación masivos y redes sociales para difundir mensajes claros y frecuentes sobre este tema.
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En el caso de las motocicletas, la normativa es más estricta: es obligatorio mantener las luces encendidas mientras se circula en vías públicas. “Los fabricantes de motocicletas han respondido a esta regulación incorporando tecnologías que mantienen las luces de posición y cortas encendidas automáticamente al arrancar el vehículo. Esta medida no solo cumple con la ley, sino que también mejora la visibilidad y seguridad de los motociclistas y otros usuarios de la vía”, señala León.
El papel de las academias de conducción
Las academias de conducción y los programas de formación de conductores juegan un papel crucial en la educación sobre la importancia del mantenimiento de las luces del vehículo. Estas instituciones son responsables de inculcar en los nuevos conductores y en aquellos que están renovando su licencia la necesidad de realizar inspecciones regulares a sus vehículos.
Aunque es obligatorio para el servicio público, es fundamental que esta práctica también sea estrictamente cumplida por los conductores de vehículos particulares para aumentar la seguridad de todos los actores de la vía. “Desafortunadamente, muchos instructores no han recibido capacitación adecuada y carecen de conocimientos actualizados en seguridad vial y normatividad vigente. Esto se agrava porque muchas academias no exigen que su personal esté al día con las normas actuales”, destaca León.
Revisión de las luces y qué hacer en caso de avería
Para el instructor Daniel Velosa Ospina, especialista en mecánica de la academia de conducción CEA Autopiloto, es fundamental realizar una revisión diaria de las luces del vehículo antes de conducir: “Los conductores deberían realizar una inspección preoperacional para verificar el estado de las luces. Esto incluye asegurarse de que las luces frontales, las direccionales y las luces de estacionamiento funcionen correctamente, ya que su funcionamiento es crucial para la seguridad en la vía”, señala.
Según Velosa, cambiar las luces en automóviles es relativamente sencillo, pero en motocicletas es más complejo, ya que implica desmontar la farola delantera. En autos, especialmente con las luces delanteras, basta con abrir el capó, desconectar el faro y reemplazar el bombillo. Sin embargo, en motocicletas, el proceso es más complicado y requiere más tiempo.
Además, el costo de reemplazar un bombillo en motos suele ser de 15 a 20 mil pesos, lo que podría no justificar el esfuerzo si no se tiene experiencia. Por ello, en casos así, es más seguro y conveniente acudir a un profesional para evitar problemas y garantizar un cambio adecuado.
Si una luz se daña repentinamente, como las luces bajas o altas, generalmente no se funden por completo debido al uso. En este caso, si se funden las luces bajas, se debe usar las luces altas, aunque esto pueda encandilar a otros conductores. Si ocurre lo contrario, se debe continuar usando las luces bajas. “En situaciones extremas donde ambas luces estén dañadas, posiblemente por un fusible quemado, se deben utilizar las luces estacionarias para indicar una avería y advertir a otros conductores en la vía. Esto garantiza visibilidad y seguridad en la carretera”, sostiene.
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Normativas y mantenimiento de las luces del vehículo en Colombia
El Código Nacional de Tránsito de Colombia, Ley 769 de 2002, establece claramente la obligación de mantener en buen estado las luces del vehículo y su uso en determinadas situaciones. Según esta ley, los conductores deben encender las luces exteriores del vehículo desde las 18:00 hasta las 06:00 horas, así como en condiciones de visibilidad reducida, como lluvia, polvo o niebla. No cumplir con esta normativa puede resultar en una orden de comparendo por parte de las autoridades de tránsito y, en casos graves, inmovilización del vehículo.
El artículo 65 especifica que todo conductor, al detener su vehículo en la vía pública, debe utilizar la señal luminosa intermitente correspondiente, orillarse al lado derecho de la vía y evitar maniobras peligrosas.
El artículo 67 obliga a los conductores a usar las señales direccionales para giros y cambios de carril, y en caso de emergencia, utilizar señales manuales.
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La Resolución 3027 de 2010 refuerza estas obligaciones, señalando que conducir sin luces o con luces defectuosas puede llevar a la inmovilización del vehículo si no funcionan dos o más luces. Esta resolución también establece el uso adecuado de las luces de posición y exploradoras y prohíbe el uso de luces exploradoras en la parte posterior del vehículo.
Multa
El incumplimiento de estas normas no solo resulta en sanciones económicas, con multas que pueden alcanzar hasta 30 salarios mínimos legales vigentes, sino que también pone en riesgo la seguridad vial, incrementando la probabilidad de accidentes. Por ello, es crucial que los conductores mantengan en buen estado el sistema de iluminación de sus vehículos y cumplan con las normativas vigentes para evitar riesgos y sanciones.