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Adquirir un carro en la actualidad es una decisión que demanda un análisis económico detallado, particularmente en lo que respecta a la elección del financiamiento. La planificación, el ahorro programado y la responsabilidad financiera pueden ser fundamentales para mantener un hábito crediticio saludable.
De acuerdo con el informe del Registro de Vehículos, actualizado hasta mayo de 2023 y realizado por Fenalco y la ANDI, las tasas de interés para créditos vehiculares oscilan entre el 12,2 % y el 39,65 %. Además, las entidades financieras y bancos que ofrecen estos préstamos suelen tener un plazo de 5 a 7 años para la adquisición de vehículos.
Leopoldo Romero, CEO de ChevyPlan, subraya que el compromiso con una meta establecida es el factor clave para alcanzar logros significativos. “En este segundo semestre de 2024, los colombianos tienen la oportunidad de planificar y alcanzar sus objetivos a través del ahorro programado”, afirma.
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De acuerdo con Romero, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para quienes buscan decidir entre ahorrar o endeudarse al comprar un carro en Colombia durante este semestre:
- Evitar costos adicionales y altos intereses
Los créditos bancarios pueden incrementar notablemente el costo total de un vehículo debido a sus altas tasas de interés. Además, existen costos ocultos, como seguros obligatorios y otros cargos que pueden no ser evidentes al inicio, pero que, a largo plazo, impactan significativamente en su presupuesto.
- Dependencia de la aprobación crediticia
La obtención de un crédito bancario no solo depende de su historial crediticio y su situación financiera actual, sino que también puede ser un proceso complicado y largo. Esto puede llevar a rechazos o a recibir condiciones menos favorables, lo que limita sus opciones de financiamiento y puede generar un nivel adicional de estrés.
- Riesgos asociados a la deuda
Al financiar un vehículo a través de un crédito bancario, se está adquiriendo una deuda considerable que podría afectar su estabilidad económica futura. Si no se maneja adecuadamente, esta deuda puede derivar en problemas financieros a largo plazo, incluyendo el deterioro de su historial crediticio, lo que complicará futuras opciones de financiamiento.
- Ventajas de la autofinanciación y menores costos totales
Los planes de autofinanciamiento comercial suelen ser una alternativa más económica, con costos administrativos menores en comparación con las tasas de interés de los créditos bancarios. Además, financiar un vehículo a través de un Plan de Ahorro Programado puede resultar en un costo total más bajo, ofreciendo una mayor flexibilidad y un impacto financiero más manejable que las opciones tradicionales de crédito.
- Consideración de objetivos financieros a largo plazo
Optar por un plan de ahorro para la compra de un vehículo también permite un mejor control de sus finanzas y puede alinearse con sus objetivos económicos a largo plazo, evitando la presión de una deuda inmediata y mejorando su capacidad de planificación financiera futura.
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Carlos Badillo, asesor experto de Chevrolet, explica que los planes 50/50, ofrecidos por muchos bancos, permiten a los clientes pagar el 50% del valor del vehículo de inmediato, mientras que el 50% restante se financia en un plazo de hasta 18 meses. Dependiendo del banco y las condiciones específicas del plan, algunos ofrecen variantes como el plan 60/40, en el que el cliente paga el 60% del valor del carro al inicio y el 40% restante en 18 meses. “Durante este periodo, en algunos casos, no se requiere el pago de cuotas mensuales ni se generan intereses, lo que resulta beneficioso especialmente para personas independientes que podrían recibir una suma considerable de dinero en ese tiempo y terminar de pagar el vehículo sin endeudarse significativamente”, puntualiza.
Entretanto, Badillo señala que el modelo de negocio conocido como “renting” se está volviendo cada vez más popular, especialmente entre las empresas. A través del renting, las empresas que requieran vehículos pueden utilizarlos sin comprarlos directamente. En lugar de adquirir el automóvil, la empresa firma un contrato de alquiler a largo plazo con una compañía de renting, la cual cobra una cuota mensual por el uso del vehículo. Al finalizar el contrato o cuando la empresa decide dejar de utilizar el vehículo, simplemente lo devuelve.
“Este esquema no se considera una deuda, ya que no se adquiere la propiedad del vehículo, pero implica un compromiso mensual similar a una cuota. Además, el renting suele incluir servicios adicionales como mantenimiento, seguros y asistencia en carretera, lo que puede representar una ventaja en la gestión de flotas empresariales al reducir los costos y la carga administrativa asociados con la propiedad de vehículos”, añade.