Daimler y Volvo se alían para fabricar pilas de hidrógeno
La alianza busca reemplazar el uso de combustibles fósiles en los vehículos de transporte pesado.
AFP
El fabricante de automóviles alemán Daimler y el sueco Volvo van a unir fuerzas para construir pilas de combustible de hidrógeno para transporte pesado, en un momento en el que el sector trata de dejar atrás los carburantes fósiles.
"Las empresas firmaron un acuerdo preliminar no vinculante para la creación de una empresa conjunta" que reunirá las actividades de Daimler sobre esta tecnología y de la que la sueca "Volvo comprará un 50% por cerca de 600 millones de euros", indicó el miércoles en un comunicado Mercedes-Benz, división de Daimler.
Esta empresa común está valorada en 1.200 millones de euros (1.300 millones de dólares).
Volvo Group, del que forma parte Volvo Trucks, y Daimler comparten con el grupo chino Geely un mismo accionista principal, el cual compró en 2010 Volvo Cars a Ford.
Esta alianza "disminuirá los costes de investigación y de desarrollo para los dos grupos y acelerará la puesta en el mercado de las pilas de combustible" para transporte pesado, precisa el fabricante alemán.
En el intento de reducir las emisiones de CO2 de los camiones, bajo la presión de estrictas normas medioambientales europeas, el hidrógeno representa una alternativa a la batería.
Dicha tecnología consiste en cargar una reserva con hidrógeno comprimido que es transformado en electricidad en contacto con el oxígeno del aire, y cuyo unico subproducto es vapor de agua. Esa electricidad alimenta un motor eléctrico y el sistema tiene una autonomía muy superior a los que utilizan batería y los tiempo de recarga es muy inferior. En cambio, el hidrógeno es todavía un nicho, ya que aún quedan por superar numerosos obstáculos tecnológicos y financieros.
"Al crear esta empresa conjunta, mostramos claramente que creemos en las pilas de combustible para pesos pesados", explica Martin Lundsted, presidente de Volvo Group. El objetivo de la cooperación es una "producción en serie" de estas pilas.
Ambas empresas pretenden sacar al mercado los transportes pesados con esta tecnología en "la segunda mitad de la década", según el comunicado. Los socios quieren un acuerdo final antes del tercer trimestre y cuentan cerrar su transacción "antes de finales de 2020".
El fabricante de automóviles alemán Daimler y el sueco Volvo van a unir fuerzas para construir pilas de combustible de hidrógeno para transporte pesado, en un momento en el que el sector trata de dejar atrás los carburantes fósiles.
"Las empresas firmaron un acuerdo preliminar no vinculante para la creación de una empresa conjunta" que reunirá las actividades de Daimler sobre esta tecnología y de la que la sueca "Volvo comprará un 50% por cerca de 600 millones de euros", indicó el miércoles en un comunicado Mercedes-Benz, división de Daimler.
Esta empresa común está valorada en 1.200 millones de euros (1.300 millones de dólares).
Volvo Group, del que forma parte Volvo Trucks, y Daimler comparten con el grupo chino Geely un mismo accionista principal, el cual compró en 2010 Volvo Cars a Ford.
Esta alianza "disminuirá los costes de investigación y de desarrollo para los dos grupos y acelerará la puesta en el mercado de las pilas de combustible" para transporte pesado, precisa el fabricante alemán.
En el intento de reducir las emisiones de CO2 de los camiones, bajo la presión de estrictas normas medioambientales europeas, el hidrógeno representa una alternativa a la batería.
Dicha tecnología consiste en cargar una reserva con hidrógeno comprimido que es transformado en electricidad en contacto con el oxígeno del aire, y cuyo unico subproducto es vapor de agua. Esa electricidad alimenta un motor eléctrico y el sistema tiene una autonomía muy superior a los que utilizan batería y los tiempo de recarga es muy inferior. En cambio, el hidrógeno es todavía un nicho, ya que aún quedan por superar numerosos obstáculos tecnológicos y financieros.
"Al crear esta empresa conjunta, mostramos claramente que creemos en las pilas de combustible para pesos pesados", explica Martin Lundsted, presidente de Volvo Group. El objetivo de la cooperación es una "producción en serie" de estas pilas.
Ambas empresas pretenden sacar al mercado los transportes pesados con esta tecnología en "la segunda mitad de la década", según el comunicado. Los socios quieren un acuerdo final antes del tercer trimestre y cuentan cerrar su transacción "antes de finales de 2020".