Dos directivos de Volkswagen evitan juicio por el "diéselgate"
El escándalo en el que está envuelta la compañía alemana desde septiembre de 2015 estalló cuando el grupo confesó haber equipado con programas trucados a 11 millones de vehículos en todo el mundo.
AFP
La justicia alemana puso fin, contra el pago de nueve millones de euros, a un proceso por manipulación de los mercados financieros relacionado con el “dieselgate“, abierto contra el director de Volkswagen, Herbert Diess, y el presidente del consejo de supervisión, Hans Dieter Pötsch, anunció este martes el grupo automotor alemán.
“El consejo de supervisión se congratula por el final del proceso”. Eso es lo que dice el comunicado contra los dos más altos dirigentes del grupo Volkswagen, que se encontraban desde septiembre de 2019 en la antesala de un proceso en el marco del escándalo de los motores diésel trucados, indicó un portavoz.
El grupo aceptó hacerse cargo del pago ya que no ha identificado “faltas al deber hacia la empresa” por parte de Diess o Pötsch, que estaban acusados de haber informado demasiado tarde a los inversores del fraude en los autos diésel.
Pötsch sigue siendo objeto de una investigación por manipulación de mercados por parte de la fiscalia de Stuttgart; el exjefe de la marca Audi, Rupert Stadler, también está a la espera de ser juzgado.
El escándalo estalló en septiembre de 2015, cuando el grupo alemán confesó haber equipado con programas trucados a 11 millones de vehículos en todo el mundo, generando una verdadera conmoción en la industria del automóvil en Alemania.
La justicia alemana puso fin, contra el pago de nueve millones de euros, a un proceso por manipulación de los mercados financieros relacionado con el “dieselgate“, abierto contra el director de Volkswagen, Herbert Diess, y el presidente del consejo de supervisión, Hans Dieter Pötsch, anunció este martes el grupo automotor alemán.
“El consejo de supervisión se congratula por el final del proceso”. Eso es lo que dice el comunicado contra los dos más altos dirigentes del grupo Volkswagen, que se encontraban desde septiembre de 2019 en la antesala de un proceso en el marco del escándalo de los motores diésel trucados, indicó un portavoz.
El grupo aceptó hacerse cargo del pago ya que no ha identificado “faltas al deber hacia la empresa” por parte de Diess o Pötsch, que estaban acusados de haber informado demasiado tarde a los inversores del fraude en los autos diésel.
Pötsch sigue siendo objeto de una investigación por manipulación de mercados por parte de la fiscalia de Stuttgart; el exjefe de la marca Audi, Rupert Stadler, también está a la espera de ser juzgado.
El escándalo estalló en septiembre de 2015, cuando el grupo alemán confesó haber equipado con programas trucados a 11 millones de vehículos en todo el mundo, generando una verdadera conmoción en la industria del automóvil en Alemania.