En ciudades en las que las altas temperaturas son comunes, es especialmente relevante conocer las buenas prácticas que se deben tener en materia del uso del aire acondicionado, sobre todo pensando en alargar la vida útil del sistema, evitar un desgaste innecesario del vehículo y optimizar su rendimiento.
Y uno de los errores más comunes es apagar el carro con el aire acondicionado encendido sin tener en cuenta el impacto que esto puede tener en aspectos como el consumo de combustible.
Walter García, mecánico experto y especialista en motores de JV Motor, señala que apagar el aire acondicionado antes de detener el motor del vehículo es crucial para preservar la integridad del sistema de refrigeración. Cuando el motor se apaga abruptamente con el aire acondicionado aún en funcionamiento, el compresor se detiene de forma repentina, lo que puede causar un desgaste innecesario en sus componentes. Este tipo de detención súbita puede llevar a un mal funcionamiento prematuro del sistema y a una reducción en su vida útil, ya que los componentes internos no tienen tiempo para desacelerarse de manera gradual.
Asimismo, el aire acondicionado funciona basándose en un equilibrio de presiones internas que se ajusta durante su funcionamiento. Al apagar el motor sin detener previamente el aire acondicionado, se interrumpe este equilibrio, lo que puede provocar daños en las partes internas del sistema. Las presiones desajustadas pueden causar fugas o fallos en los componentes del aire acondicionado, afectando su rendimiento general y requiriendo reparaciones adicionales en un futuro.
“El proceso de enfriamiento gradual del sistema de aire acondicionado ayuda a evitar el sobreesfuerzo del motor y otros componentes eléctricos. Cuando el aire acondicionado sigue funcionando mientras el motor está apagado, el sistema sigue trabajando sin la adecuada refrigeración y lubricación proporcionada por el motor en marcha. Esto puede resultar en un mayor desgaste y en un aumento en los costos de reparación”, subraya.
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De acuerdo con Javier Rodríguez, ingeniero automotriz de Niyurcan, el sistema de aire acondicionado de un carro funciona a través de un ciclo cerrado de refrigeración que se basa en los principios de la termodinámica para enfriar el aire en la cabina. El proceso comienza con el compresor, que es impulsado por la correa del motor. Este componente comprime el refrigerante en estado gaseoso, aumentando su presión y temperatura. El gas comprimido pasa al condensador, que generalmente está ubicado frente al radiador del motor. En el condensador, el refrigerante se enfría gracias al flujo de aire que lo atraviesa, convirtiéndose en un líquido de alta presión. Este cambio de estado es altamente crucial, ya que permite al sistema absorber el calor del aire interior del vehículo.
Adicionalmente, el refrigerante líquido de alta presión pasa por una válvula de expansión o tubo de orificio, dependiendo del diseño del sistema. Esta válvula reduce drásticamente la presión del refrigerante, lo que provoca una disminución significativa de su temperatura.
A medida que el refrigerante se expande y se convierte en una mezcla de gas y líquido frío, ingresa al evaporador, que está situado dentro del tablero del vehículo. En el evaporador, el refrigerante absorbe el calor del aire de la cabina a medida que circula a través de las aletas del evaporador. Este proceso enfría el aire, que es luego impulsado a través de las ventilaciones hacia el interior del vehículo.
El ciclo se completa cuando el refrigerante, ahora en estado gaseoso, vuelve al compresor para repetir el proceso. Es necesario destacar que el sistema depende de sensores y controles electrónicos para regular la temperatura y el flujo del aire acondicionado, manteniendo el confort en el interior del vehículo. “Es importante asegurarse de que el sistema esté adecuadamente sellado y que el nivel de refrigerante sea el correcto, ya que cualquier fuga puede afectar la eficiencia y funcionamiento del aire acondicionado. Es clave revisar regularmente componentes como el compresor, el condensador y el evaporador, además de verificar las líneas de refrigerante y los filtros de aire, para garantizar un rendimiento óptimo del sistema”, añade Rodríguez.
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Para Rodríguez, apagar el vehículo con el aire acondicionado encendido es una práctica que muchos conductores realizan a menudo. A continuación, explica las razones por las que es recomendable desactivar el aire acondicionado antes de detener el motor del carro:
- Impacto en la batería: apagar el motor sin desactivar el aire acondicionado puede sobrecargar la batería, ya que el sistema aún requiere energía para completar sus ciclos de enfriamiento. Este esfuerzo adicional reduce el rendimiento y la vida útil de la batería.
- Rendimiento del aire acondicionado: si no se apaga el aire acondicionado antes de detener el motor, los residuos de humedad y calor pueden quedar atrapados en los conductos, afectando el rendimiento del sistema. Esto puede causar malos olores y disminuir la calidad del aire en el interior del vehículo.
- Mayor consumo de combustible: reiniciar el aire acondicionado desde cero al encender nuevamente el motor obliga al sistema a trabajar más para alcanzar la temperatura deseada. Esto implica un mayor esfuerzo del motor y un consumo adicional de combustible, afectando la eficiencia del carro.
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