Estudio revela que los conductores se distraen con sistemas de conducción asistida
El estudio mostró que los conductores que utilizaban el sistema de asistencia en la conducción eran significativamente más propensos a distraerse con actividades como revisar sus teléfonos o comer.
Un reciente estudio del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras de Estados Unidos (IIHS) destaca la necesidad de implementar medidas más estrictas para asegurar que los conductores mantengan un enfoque adecuado en la vía, especialmente ante el avance de la tecnología y los sistemas de conducción semiautónoma en los vehículos modernos.
Se llevaron a cabo dos análisis utilizando los sistemas de asistencia en la conducción del Volvo S90 2017 y el Tesla Model 3 2020. La investigación muestra que, con la automatización parcial, los conductores tienden a distraerse realizando otras actividades mientras conducen, e incluso algunos logran hacerlo sin incumplir las normas de atención establecidas por los sistemas. Estos hallazgos plantean interrogantes sobre la efectividad de las regulaciones actuales.
En un primer estudio, los investigadores analizaron el comportamiento de 29 voluntarios que utilizaron un sedán Volvo S90 2017 equipado con el sistema Pilot Assist durante cuatro semanas. El objetivo fue evaluar la probabilidad de que los conductores se involucraran en actividades no relacionadas con la conducción mientras utilizaban la automatización en autopistas, en comparación con la conducción sin asistencia, y cómo esta relación cambiaba con el tiempo.
Este estudio dirigido por Ian Reagan, científico investigador del IIHS, utilizó datos recopilados a lo largo de tres años, durante los cuales los vehículos de los voluntarios recibieron dos actualizaciones de software que mejoraron la función de centrado de carril y los recordatorios de atención. Los conductores se dividieron en tres grupos: uno que utilizó los vehículos antes de las actualizaciones, otro después de las mejoras en el centrado de carril, y un tercero tras ambas actualizaciones. En todos los casos, se requirió que los conductores mantuvieran las manos en el volante.
Los resultados mostraron que, independientemente del grupo, todos los conductores eran más propensos a distraerse con actividades como comer y usar dispositivos electrónicos mientras utilizaban Pilot Assist, que al conducir sin asistencia.
Los dos primeros grupos mostraron un aumento en la distracción en la segunda mitad del mes, sugiriendo que se volvían más complacientes con el sistema. En contraste, el tercer grupo mantuvo un nivel constante de distracción. En general, más del 30% del tiempo que los conductores usaron el sistema estuvo marcado por distracciones, lo que resalta la necesidad de mejorar las salvaguardias en estos sistemas de conducción asistida.
“Vimos algunas diferencias en la forma en que los tres grupos usaron Pilot Assist, pero no pudimos decir con certeza si estaban relacionadas con los cambios de software”, dijo Reagan. “La conclusión para mí fue que la tecnología estaba vinculada a una mayor distracción para los tres”.
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En un segundo estudio, un equipo distinto de investigadores del IIHS y AgeLab analizó el comportamiento de conducción de 14 personas que nunca habían utilizado el sistema Autopilot de Tesla ni ninguna otra forma de automatización parcial.
Durante un mes, los participantes condujeron un Tesla Model 3 2020, centrándose en la frecuencia con la que activaron los recordatorios de atención iniciales, así como las advertencias más intensas y los procedimientos de desaceleración y bloqueo de emergencia.
En ese momento, el sistema Autopilot dependía únicamente de un sensor de par en el volante para determinar si el conductor estaba prestando atención. Si el sistema no detectaba las manos del conductor en el volante durante un corto periodo, emitía un recordatorio inicial que consistía en un ícono gris de manos sobre el volante en la pantalla central, acompañado de una luz azul intermitente y un mensaje que indicaba al conductor que aplicara una ligera fuerza al volante.
A lo largo del estudio, los voluntarios recorrieron más de 19.000 kilómetros con el Autopilot activado, activando un total de 3.858 alertas relacionadas con la atención. Aproximadamente la mitad de estas alertas se generaron cuando los conductores tenían al menos una mano en el volante, pero aparentemente no movían lo suficiente para cumplir con los requisitos del sensor de par. Esta situación destaca la importancia de la atención continua por parte del conductor, incluso cuando se utiliza tecnología de conducción asistida.
La mayoría de las advertencias emitidas durante el uso del Autopilot se limitaron al recordatorio inicial de atención, y los conductores respondieron a estas alertas en un promedio de tres segundos, generalmente empujando el volante. No obstante, en 72 ocasiones, los conductores no reaccionaron lo suficientemente rápido, lo que llevó a que las alertas se intensificaran. Sorprendentemente, 16 de estas intensificaciones (12 de un solo conductor y cuatro de otros tres) persistieron durante toda la secuencia, resultando en el bloqueo del conductor del sistema.
Entre la primera y la cuarta semana de uso, la tasa de recordatorios de atención inicial por cada 1.000 millas recorridas aumentó un 26%, mientras que la tasa de escaladas se redujo en un 64%. Además, la duración promedio de los recordatorios de atención inicial disminuyó en aproximadamente medio segundo después de la primera semana, lo que indica un cambio en la dinámica de interacción entre los conductores y el sistema.
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El porcentaje de tiempo en que los conductores permanecieron desconectados durante el periodo que rodeó las alertas también aumentó, aunque la duración de cada aviso fue menor. Los investigadores observaron que los conductores realizaban con mayor frecuencia actividades secundarias no relacionadas con la conducción, apartaban la vista de la carretera y mantenían ambas manos fuera del volante durante las alertas y en los 10 segundos antes y después de estas.
A medida que los usuarios se familiarizaban con los recordatorios de atención, les llevaba menos tiempo retirar las manos del volante una vez que las alertas cesaban. Sin embargo, el impacto de este cambio en la seguridad es complicado de evaluar, ya que estudios previos sugieren que una mayor distracción aumenta el riesgo de accidentes.
“Estos resultados muestran que los recordatorios de atención multimodales y progresivos son muy eficaces para lograr que los conductores cambien su comportamiento”, afirmó Alexandra Mueller, científica investigadora principal del IIHS y autora principal del estudio. “Sin embargo, se necesitan mejores medidas de seguridad para garantizar que el cambio de comportamiento se traduzca realmente en una conducción más atenta”, añade.
Un reciente estudio del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras de Estados Unidos (IIHS) destaca la necesidad de implementar medidas más estrictas para asegurar que los conductores mantengan un enfoque adecuado en la vía, especialmente ante el avance de la tecnología y los sistemas de conducción semiautónoma en los vehículos modernos.
Se llevaron a cabo dos análisis utilizando los sistemas de asistencia en la conducción del Volvo S90 2017 y el Tesla Model 3 2020. La investigación muestra que, con la automatización parcial, los conductores tienden a distraerse realizando otras actividades mientras conducen, e incluso algunos logran hacerlo sin incumplir las normas de atención establecidas por los sistemas. Estos hallazgos plantean interrogantes sobre la efectividad de las regulaciones actuales.
En un primer estudio, los investigadores analizaron el comportamiento de 29 voluntarios que utilizaron un sedán Volvo S90 2017 equipado con el sistema Pilot Assist durante cuatro semanas. El objetivo fue evaluar la probabilidad de que los conductores se involucraran en actividades no relacionadas con la conducción mientras utilizaban la automatización en autopistas, en comparación con la conducción sin asistencia, y cómo esta relación cambiaba con el tiempo.
Este estudio dirigido por Ian Reagan, científico investigador del IIHS, utilizó datos recopilados a lo largo de tres años, durante los cuales los vehículos de los voluntarios recibieron dos actualizaciones de software que mejoraron la función de centrado de carril y los recordatorios de atención. Los conductores se dividieron en tres grupos: uno que utilizó los vehículos antes de las actualizaciones, otro después de las mejoras en el centrado de carril, y un tercero tras ambas actualizaciones. En todos los casos, se requirió que los conductores mantuvieran las manos en el volante.
Los resultados mostraron que, independientemente del grupo, todos los conductores eran más propensos a distraerse con actividades como comer y usar dispositivos electrónicos mientras utilizaban Pilot Assist, que al conducir sin asistencia.
Los dos primeros grupos mostraron un aumento en la distracción en la segunda mitad del mes, sugiriendo que se volvían más complacientes con el sistema. En contraste, el tercer grupo mantuvo un nivel constante de distracción. En general, más del 30% del tiempo que los conductores usaron el sistema estuvo marcado por distracciones, lo que resalta la necesidad de mejorar las salvaguardias en estos sistemas de conducción asistida.
“Vimos algunas diferencias en la forma en que los tres grupos usaron Pilot Assist, pero no pudimos decir con certeza si estaban relacionadas con los cambios de software”, dijo Reagan. “La conclusión para mí fue que la tecnología estaba vinculada a una mayor distracción para los tres”.
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En un segundo estudio, un equipo distinto de investigadores del IIHS y AgeLab analizó el comportamiento de conducción de 14 personas que nunca habían utilizado el sistema Autopilot de Tesla ni ninguna otra forma de automatización parcial.
Durante un mes, los participantes condujeron un Tesla Model 3 2020, centrándose en la frecuencia con la que activaron los recordatorios de atención iniciales, así como las advertencias más intensas y los procedimientos de desaceleración y bloqueo de emergencia.
En ese momento, el sistema Autopilot dependía únicamente de un sensor de par en el volante para determinar si el conductor estaba prestando atención. Si el sistema no detectaba las manos del conductor en el volante durante un corto periodo, emitía un recordatorio inicial que consistía en un ícono gris de manos sobre el volante en la pantalla central, acompañado de una luz azul intermitente y un mensaje que indicaba al conductor que aplicara una ligera fuerza al volante.
A lo largo del estudio, los voluntarios recorrieron más de 19.000 kilómetros con el Autopilot activado, activando un total de 3.858 alertas relacionadas con la atención. Aproximadamente la mitad de estas alertas se generaron cuando los conductores tenían al menos una mano en el volante, pero aparentemente no movían lo suficiente para cumplir con los requisitos del sensor de par. Esta situación destaca la importancia de la atención continua por parte del conductor, incluso cuando se utiliza tecnología de conducción asistida.
La mayoría de las advertencias emitidas durante el uso del Autopilot se limitaron al recordatorio inicial de atención, y los conductores respondieron a estas alertas en un promedio de tres segundos, generalmente empujando el volante. No obstante, en 72 ocasiones, los conductores no reaccionaron lo suficientemente rápido, lo que llevó a que las alertas se intensificaran. Sorprendentemente, 16 de estas intensificaciones (12 de un solo conductor y cuatro de otros tres) persistieron durante toda la secuencia, resultando en el bloqueo del conductor del sistema.
Entre la primera y la cuarta semana de uso, la tasa de recordatorios de atención inicial por cada 1.000 millas recorridas aumentó un 26%, mientras que la tasa de escaladas se redujo en un 64%. Además, la duración promedio de los recordatorios de atención inicial disminuyó en aproximadamente medio segundo después de la primera semana, lo que indica un cambio en la dinámica de interacción entre los conductores y el sistema.
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El porcentaje de tiempo en que los conductores permanecieron desconectados durante el periodo que rodeó las alertas también aumentó, aunque la duración de cada aviso fue menor. Los investigadores observaron que los conductores realizaban con mayor frecuencia actividades secundarias no relacionadas con la conducción, apartaban la vista de la carretera y mantenían ambas manos fuera del volante durante las alertas y en los 10 segundos antes y después de estas.
A medida que los usuarios se familiarizaban con los recordatorios de atención, les llevaba menos tiempo retirar las manos del volante una vez que las alertas cesaban. Sin embargo, el impacto de este cambio en la seguridad es complicado de evaluar, ya que estudios previos sugieren que una mayor distracción aumenta el riesgo de accidentes.
“Estos resultados muestran que los recordatorios de atención multimodales y progresivos son muy eficaces para lograr que los conductores cambien su comportamiento”, afirmó Alexandra Mueller, científica investigadora principal del IIHS y autora principal del estudio. “Sin embargo, se necesitan mejores medidas de seguridad para garantizar que el cambio de comportamiento se traduzca realmente en una conducción más atenta”, añade.