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Ranger, quizás la línea más relativa al gigante norteamericano Ford –por lo menos en la región–, resulta en la mayoría de los casos –y como debería cualquier pick-up del mercado– un crisol de prestaciones. Permite una bandeja de oportunidades que le dan solidez a su nombre y hacen que sea identificado y funcional con y en trabajos de todo tipo.
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Sus configuraciones, en la mayoría de los casos acertadas, se aterrizan en el mercado que ubica a Ranger como el vehículo de su tipo más vendido por Ford en Colombia. Una posición que se impone a las volátiles condiciones de mercado en todo el mundo y que indican 985 unidades matriculadas entre enero y agosto de 2022, aunque para ese mismo periodo en 2021 se matricularon 1.387… claro, hay pocos componentes… y contenedores.
Los consumidores se inclinan al propósito original de esta y cualquier otra pick-up: el trabajo. Bajo el capó, el bloque elegido por la mayoría de propietarios de Ranger, funciona con diésel (930). El resto, unas 55 unidades, pertenecen a su opción menos prestacional: aquella XLS a gasolina que, además de elevar sus costos operativos -al corto plazo y por el tipo de combustible- adopta tracción 4x2.
Son ocho las versiones de Ranger disponibles en Colombia. Y, sí, aunque parezca un comentario trillado, cada una se ajusta a una función en particular. Son propulsadas por tres motores diferentes y, habiendo mencionado el de gasolina, basta agregar dos diésel, Puma, de 2.2 y 3.3 litros.
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Esta ultima configuración fue elegida por el fabricante para acompañar, posiblemente, la actualización final de la actual generación (en el mercado desde 2012) de la pick-up concebida al norte de la provincia de Buenos Aires (Argentina), en General Pacheco, una ciudad clave para la industria regional, en donde Volkswagen –por supuesto en otra factoría– despacha productos como Taos.
De hecho, Ford invirtió unos US$580 millones en la actualización de la planta bonaerense. Como resultado, el lugar se adecuará a la producción de una nueva generación de Ranger, así como la expansión de su lista de países receptores de vehículos.
Ahora bien, FX4 es la intención más deportiva de Ranger antes de escalar al todoterreno y siempre deportivo segmento Raptor. A Colombia llegará en los primeros días de octubre, junto a la opción Limited Black Edition, tope de gama –o producto–.
Navega entre las versiones XLT Diésel y Limited, con las que comparte propulsor, el turbodiésel Puma, de 3.2 litros y cinco cilindros. Una pieza que poco se esfuerza, con desempeños aparentemente convenientes al trabajo.
Trabajo… ¿y deportividad?
Estéticamente, Ranger. A la generación que se vende desde hace más de una década y que, hay que decirlo, ha tenido actualizaciones o face-lifts, se suman, en su mayoría, novedades estéticas, inclinadas en todo momento a lo deportivo o, por lo menos, lo que los ojos entienden por ello.
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Es uno de los productos más equipados –y costosos– de la línea. Así, Ford adecuó una configuración del mismo tipo, tope, como es comúnmente conocida. En su exterior hay detalles cromados alrededor del logo (delantero y trasero), la parrilla frontal, las manijas, las barras San Antonio y los espejos. Agrega la insignia FX4 en la puerta del platón.
El color negro es protagonista en los detalles externos. Incluso, los rines, en aluminio y de unas llamativas 18”, adoptan esa tonalidad oscura y brillante que resalta en cada detalle. Una novedad que insinúa lujo, pero que igualmente sugiere algún nivel de fragilidad a los terrenos menos amigables.
Rojo y negro recuerdan que es un modelo FX4. El primero resalta en costuras de sillas, volante y demás piezas blandas que rodean a los ocupantes. El segundo se adueña de la cabina aunque, vale la pena mencionarlo –por el propósito agreste del vehículo–, se incorporó también en tipo black piano o algún material brillante y frágil en el salpicadero y manijas.
Al volante
Redundante y reiterativo: Ranger reúne la mayoría de bondades del fabricante. La versión FX4 no es la excepción y en ciudad resulta cómoda (asientos en ecocuero), en términos de suspensión e insonorización –el motor es diésel, desde afuera el ruido es normalmente elevado–… además, sus dimensiones entran en conflicto con los estacionamientos urbanos, pues tiene 1.815 mm de alto, 2.163 de ancho (con espejos) y 5.354 de largo.
El confort es constante en carretera, sin embargo, recorridos sin pausas, superiores a tres horas, erradican la veracidad del calificativo. La tarjeta es fiable y, aún con el túnel de transmisión, cinco personas pueden viajar en aparente comodidad.
Yendo al manejo, la experiencia es superlativa. El motor vibra poco y la carrocería, incluso sin carga en el platón, no brinca o salta con frecuencia ante las indicaciones del camino y el volante. Es un 4x4 soberbio, permite el bloqueo de diferencial trasero y su trocha delantera es de 15.6 cm; ángulo de ataque de 28°, ventral de 24° y de salida de 26°.
--En este video, Ranger FX4 recorre la Pista Laguna Seca, con julio César Mejía, experto en vehículos 4x4, como piloto.--
Su desempeño fuera del asfalto da sentido a que el torque máximo, esos siempre fiables 470 Nm, se expresen entre las –bajas– 1.750 y las 2.500 rpm. La potencia máxima es de 197 caballos y aparece cuando el tacómetro indica las 3.000 rpm.
El sistema se complementa con una transmisión de seis marchas con modo manual en la palanca, sin paletas tras el volante. En general, la respuesta es adecuada -o más-, sobre todo en las siempre montañosas condiciones que recubren y se apropian de las vías pavimentadas y destapadas en Colombia.
Los consumos, siempre variables, pero para este caso, en carretera, con carga de 500 kilogramos y entre los 100 y 600 m.s.n.m., fue de hasta 63 kilómetros por galón. En ciudad, entre los 2.000 y los 2.500 m.s.n.m., fue de entre 28 y 30 km/gal.
Seguridad
Siete bolsas de aire se distribuyen en la cabina de la Ford Ranger FX4. Hay cámara de parqueo trasera, así como sensores frontales y posteriores. De igual forma, ofrece asistente de arranque en pendiente, control electrónico de estabilidad, control de tracción, control antivuelco, ABS y EBD en cada rueda, entre otros.
Hay ajuste electrónico en la silla del conductor y el volante solo se mueve en profundidad. El sistema de multimedia se basa en el Sync 3.4, con pantalla táctil de 8”, intuitiva la mayor parte del tiempo. El panel de instrumentos suma dos pequeñas pantallas de 4.2” para indicar las revoluciones, a la izquierda, y datos de navegación, a la derecha.
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Ranger es un nombre con trayectoria en el segmento de pick-ups medianas. FX4 es la cara más llamativa que encontrarán quienes se inclinen hacia los rasgos deportivos. Un producto fiable dentro y fuera del asfalto, por el que Ford pedirá $191’990.000 a partir de octubre.