GLK, un nuevo terreno

La parrilla frontal, con la estrella de generosas dimensiones, la delatan. De lo contrario, se pensaría que se está frente a un modelo distinto y no con el sello característico de la marca Mercedes-Benz.

Y eso fue lo que buscaron precisamente los creadores de la Clase GLK: romper paradigmas y presentar una propuesta en la que la robustez y un carácter fuerte saltan a la vista y se convierten en uno de los principales atributos del nuevo miembro de la familia de la casa alemana. Eso sí, se conservan muchos aspectos que han convertido a Mercedes-Benz en una marca de prestigio, tales como el confort interior y la seguridad.

El GLK, que internacionalmente será lanzado el 18 de octubre y que será una de las novedades de Mercedes-Benz en el Salón del Automóvil de Bogotá, surgió como una necesidad imperiosa para enfrentar la propuesta de sus competidores en el segmento de los todoterreno y quizá por ello se tuvo especial atención en cada uno de los detalles.

Entre ellos, la inclusión del sistema 4Matic, que en otras palabras es una tracción integral permanente y que entra en operación según las condiciones del terreno. Además, es la única de su segmento que cuenta con una caja automática de siete velocidades (7G-Tronic), que se combina de una manera excepcional con la tracción integral.

Esta caja se puede operar en los modos sport (S), confort (C) y mecánico (M), presentando diferentes alternativas, dependiendo el tipo de conducción. Para quienes desean sentir el control del auto en sus manos el modo (M) es el ideal y éste lo puede operar desde el timón o apelando a la palanca de cambios.

En materia de seguridad, los creadores no ahorraron ningún esfuerzo y ello se ve representado en el sistema de frenos Adaptive Brake, el cual cuenta con una ayuda cuando se tiene que arrancar en pendientes, complementado con el programa electrónico de estabilidad ESP.

La Clase GLK viene equipada con un motor V6 de 2.996 centímetros, el cual desarrolla 231 caballos de potencia a 6.000 revoluciones por minuto y que va de cero a 100 kilómetros por hora en 7,6 segundos.

En el país ya se encuentran los primeros modelos de prueba, que se comercializarán a partir de su lanzamiento internacional en dos versiones, con la misma motorización, pero con diferentes equipamientos.

La iluminación es otro de los aspectos destacables. Las dos versiones vienen con faros bixenon, pero como opción está el Intelligent Light System (ILS), que cuenta con cinco funciones y permite que los faros se adapten a las circunstancia de la carretera.

Si bien exteriormente la sensación es la de un vehículo compacto, el espacio interior es altamente generoso y brinda una comodidad destacable para los cinco pasajeros, muy parecida a la de los otros miembros de la familia, ya que parte del diseño conserva el ADN de todos los modelos de la familia Mercedes-Benz, que con el GLK entra de manera fuerte y decidida en un segmente inexplorado.

Innovaciones y sorpresas

Con el GLK, la marca Mercedes-Benz presenta una serie de sorpresas. Por ejemplo, para un mayor espacio del maletero, la llanta de repuesto viene desinflada. En caso de un pinchazo y de requerirse su uso, se puede inflar por medio de un compresor, habilitado de manera estratégica en la zona de carga.

Por otro lado, las líneas laterales no sólo tuvieron una razón estética, sino que su diseño fue especialmente pensado para canalizar el flujo del aire y para garantizar que en terrenos enfangados, el barro no llegue hasta los vidrios, garantizando una completa visibilidad, algo muy importante en este tipo de vehículos.

La parrilla frontal, con la estrella de generosas dimensiones, la delatan. De lo contrario, se pensaría que se está frente a un modelo distinto y no con el sello característico de la marca Mercedes-Benz.

Y eso fue lo que buscaron precisamente los creadores de la Clase GLK: romper paradigmas y presentar una propuesta en la que la robustez y un carácter fuerte saltan a la vista y se convierten en uno de los principales atributos del nuevo miembro de la familia de la casa alemana. Eso sí, se conservan muchos aspectos que han convertido a Mercedes-Benz en una marca de prestigio, tales como el confort interior y la seguridad.

El GLK, que internacionalmente será lanzado el 18 de octubre y que será una de las novedades de Mercedes-Benz en el Salón del Automóvil de Bogotá, surgió como una necesidad imperiosa para enfrentar la propuesta de sus competidores en el segmento de los todoterreno y quizá por ello se tuvo especial atención en cada uno de los detalles.

Entre ellos, la inclusión del sistema 4Matic, que en otras palabras es una tracción integral permanente y que entra en operación según las condiciones del terreno. Además, es la única de su segmento que cuenta con una caja automática de siete velocidades (7G-Tronic), que se combina de una manera excepcional con la tracción integral.

Esta caja se puede operar en los modos sport (S), confort (C) y mecánico (M), presentando diferentes alternativas, dependiendo el tipo de conducción. Para quienes desean sentir el control del auto en sus manos el modo (M) es el ideal y éste lo puede operar desde el timón o apelando a la palanca de cambios.

En materia de seguridad, los creadores no ahorraron ningún esfuerzo y ello se ve representado en el sistema de frenos Adaptive Brake, el cual cuenta con una ayuda cuando se tiene que arrancar en pendientes, complementado con el programa electrónico de estabilidad ESP.

La Clase GLK viene equipada con un motor V6 de 2.996 centímetros, el cual desarrolla 231 caballos de potencia a 6.000 revoluciones por minuto y que va de cero a 100 kilómetros por hora en 7,6 segundos.

En el país ya se encuentran los primeros modelos de prueba, que se comercializarán a partir de su lanzamiento internacional en dos versiones, con la misma motorización, pero con diferentes equipamientos.

La iluminación es otro de los aspectos destacables. Las dos versiones vienen con faros bixenon, pero como opción está el Intelligent Light System (ILS), que cuenta con cinco funciones y permite que los faros se adapten a las circunstancia de la carretera.

Si bien exteriormente la sensación es la de un vehículo compacto, el espacio interior es altamente generoso y brinda una comodidad destacable para los cinco pasajeros, muy parecida a la de los otros miembros de la familia, ya que parte del diseño conserva el ADN de todos los modelos de la familia Mercedes-Benz, que con el GLK entra de manera fuerte y decidida en un segmente inexplorado.

Innovaciones y sorpresas

Con el GLK, la marca Mercedes-Benz presenta una serie de sorpresas. Por ejemplo, para un mayor espacio del maletero, la llanta de repuesto viene desinflada. En caso de un pinchazo y de requerirse su uso, se puede inflar por medio de un compresor, habilitado de manera estratégica en la zona de carga.

Por otro lado, las líneas laterales no sólo tuvieron una razón estética, sino que su diseño fue especialmente pensado para canalizar el flujo del aire y para garantizar que en terrenos enfangados, el barro no llegue hasta los vidrios, garantizando una completa visibilidad, algo muy importante en este tipo de vehículos.