Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Gustavo Andrés Ochoa es de aquellas personas que ven la vida de una manera sencilla, un joven que no tiene ningún inconveniente en echar marcha atrás si ve que sus capacidades no le alcanzan para ser una estrella del automovilismo. Pero sus resultados en la Easykart, por ahora, le dicen que va por el camino correcto, pues pese a no tener la misma experiencia y bagaje de muchos de sus competidores, es el actual líder de la categoría Light 125 c.c..
Por el momento, este bogotano de 16 años ve el kartismo como un pasatiempo y como algo que le gusta, pero al final del año piensa hacer un balance y buscar un espacio en Europa, en una categoría de fórmulas. “La idea es realizar un test para ver cómo nos va. El objetivo mío es darme cuenta si soy competitivo, pero si veo que estoy en un nivel diferente, simplemente pensaré que fue algo especial en mi vida”.
Sin embargo, cuando habla de automovilismo sus ojos se iluminan y aparece de manera instantánea una sonrisa. “A mí me gusta la GP2, pero para llegar allá hay que dar otros pasos. También la Fórmula 3 británica y la World Series by Renault son interesantes, pero hay que ir paso a paso”, afirma el corredor, quien dice que su pasión se la transmitió su papá, Gustavo Adolfo Ochoa, un seguidor de la Fórmula Uno y en especial de Juan Pablo Montoya.
Por ahora su objetivos en el Panamericano y, en especial el Mundial de Italia de la Easy-kart, que se realizará en el mes de octubre. “Allá, junto con Martín Sala, quiero mostrar cuál es el nivel del kartismo colombiano. Creo que somos buenos y que allá podemos demostrarlo. Me estoy preparando para eso y espero poder lograr buenos resultados”.
Si bien se inició en el kartismo a los 10 años, Gustavo Andrés se había alejado de las pistas. La razón, según sus propias palabras, “veía que había una desigualdad notoria y que sobresalía más el dinero que el talento. Pero al ver que la Easykart es una monomarca muy competida, en la que sobresalen los pilotos más que los carros, decidí regresar”.
Pese a que reconoce que dio algunas ventajas al retirarse, cree también que todavía está a tiempo para recuperar el tiempo perdido. “Cuando yo me meto en algo me obsesiono. Sé que todavía tengo muchas cosas por aprender, sobre todo en las líneas de carrera y comportamiento de los autos. Pienso que la pasión por correr es una de mis principales fortalezas. Quiero tomar riesgos y probar que puedo llegar lejos en el automovilismo”, concluye.