Hypermiling: estrategias para ahorrar gasolina y mejorar el rendimiento del carro

El consumo de combustible es un factor crucial tanto para los compradores como para los fabricantes de vehículos, quienes buscan alcanzar cifras de eficiencia cada vez más bajas. No obstante, en situaciones de conducción real, lograr esos niveles de consumo se presenta como un reto considerable, cuando no es completamente inviable. En este contexto, surge una técnica diseñada específicamente para abordar este desafío y que puede permitir a los conductores reducir sus gastos en gasolina: el ‘hypermiling’.

Para Pablo Saenz, piloto experto de Michelin, esta técnica no solo se centra en el ahorro de combustible, sino que también promueve una conducción más consciente y responsable. Al conocer y aplicar las estrategias de hypermiling, los conductores pueden optimizar el rendimiento de sus carros, lo que se traduce en menores costos operativos y una reducción significativa en la huella de carbono. Esto es especialmente relevante en un momento en que los precios de los combustibles fluctúan y la sostenibilidad ambiental cobra cada vez más importancia.

El ‘hypermiling’ es un conjunto de técnicas y estrategias que buscan maximizar la eficiencia del combustible en los vehículos. A continuación, Sáenz presenta diversas estrategias de hypermiling que pueden ser fácilmente implementadas por cualquier piloto:

• Anticipación en la conducción

Mantener una distancia adecuada con el vehículo que se encuentra adelante no solo mejora la seguridad vial, sino que también permite reaccionar con suficiente tiempo ante cualquier cambio de velocidad en el tráfico.

Al evitar frenadas bruscas y optar por desacelerar gradualmente, se maximiza la inercia del vehículo, lo que a su vez reduce la necesidad de utilizar el acelerador. Esta práctica no solo contribuye a un manejo más fluido y eficiente, sino que también minimiza el desgaste de los frenos y mejora el rendimiento general del vehículo, resultando en un ahorro significativo de combustible a lo largo del tiempo.

• Mantenimiento regular:

Realizar chequeos periódicos y asegurarse de que el motor esté en óptimas condiciones, que incluya cambios de aceite a intervalos recomendados y la limpieza o sustitución de los filtros de aire y combustible, es crucial para el rendimiento general del vehículo.

Un motor bien mantenido no solo opera de manera más suave, sino que también consume menos combustible, ya que puede funcionar a su máxima capacidad sin sobrecargas innecesarias. Además, este tipo de atención al mantenimiento ayuda a prevenir problemas mecánicos graves, prolongando la vida útil del vehículo y asegurando que cada viaje sea tanto seguro como económico.

Le puede interesar: Estas son las motos que no podrían circular en Colombia en 2030

• Control de la velocidad

De acuerdo con Sáenz, el control de la velocidad es una estrategia clave en el hypermiling que contribuye significativamente al ahorro de combustible. “Mantener una velocidad constante y moderada, idealmente entre 50 y 65 km/h, permite que el motor opere en su rango óptimo de eficiencia. A esta velocidad, la resistencia del aire y el consumo de energía son más manejables, lo que reduce la cantidad de combustible necesario para mantener el movimiento del vehículo”, sostiene.

Al adoptar esta práctica, los conductores no solo ahorran dinero, sino que también fomentan una conducción más segura y menos estresante, beneficiando tanto su economía personal como el medio ambiente.

• Reducción del peso

Al eliminar objetos innecesarios del maletero y del interior, se disminuye el peso total del carro, lo que permite que el motor no tenga que trabajar tanto para mover el vehículo. Cada kilogramo cuenta, ya que un menor peso implica un menor esfuerzo del motor y, por ende, un consumo de combustible más bajo.

Esta práctica no solo ayuda a ahorrar gasolina, sino que también puede mejorar la maniobrabilidad y la aceleración del automóvil, lo que se traduce en una experiencia de conducción más ágil y placentera.

• Uso eficiente del aire acondicionado

Activar el aire acondicionado puede incrementar notablemente el gasto de gasolina, ya que el sistema exige una mayor carga al motor. Por ello, es recomendable utilizarlo solo cuando realmente sea necesario, como en condiciones de calor extremo. Siempre que sea posible, optar por la ventilación natural mediante la apertura de las ventanas puede ser una alternativa más eficiente, permitiendo la circulación de aire fresco sin aumentar el consumo de combustible.

• Cierre de ventanas

Cuando las ventanas están abiertas, el aire entra en el carro de manera turbulenta, lo que genera un aumento en la resistencia aerodinámica y, en consecuencia, eleva el consumo de combustible. Al cerrar las ventanas, se optimiza el flujo de aire alrededor del vehículo, lo que permite que este se desplace de manera más eficiente y con menor esfuerzo del motor.

“Esta práctica es especialmente importante en trayectos por carretera, donde las velocidades son más altas”, enfatiza Sáenz.

• Planificación de rutas

Al elegir trayectos más cortos y evitar áreas con tráfico intenso, los conductores pueden reducir el tiempo que pasan en la carretera, lo que se traduce en un menor consumo de gasolina. Optar por rutas que ofrezcan un flujo constante de tráfico en lugar de caminos congestionados o con muchas paradas puede disminuir las aceleraciones y desaceleraciones bruscas, que suelen aumentar el gasto de combustible.

A su vez, utilizar aplicaciones de navegación que proporcionen información en tiempo real sobre el tráfico y las condiciones de la carretera permite tomar decisiones más informadas y ajustadas a las circunstancias, contribuyendo así a un ahorro significativo en los costos de combustible a largo plazo.

• Uso del control de crucero

Según Sáenz, el uso del control de crucero en carreteras es una herramienta valiosa para maximizar la eficiencia del combustible y facilitar una conducción más relajada. Al activar esta función, el conductor puede mantener una velocidad constante sin necesidad de estar constantemente ajustando el acelerador, lo que contribuye a un ahorro de combustible significativo.

Esta estabilidad en la velocidad permite que el motor opere en su rango óptimo, reduciendo el esfuerzo y el consumo de gasolina. Además, el control de crucero ayuda a prevenir aceleraciones y desaceleraciones innecesarias, que a menudo son responsables de un mayor gasto de combustible.

Le sugerimos: Así puede participar en la subasta de motos y carros de la DIAN

• Cambio de marchas adecuado

Cambiar de marcha a bajas revoluciones permite que el motor funcione de manera más eficiente, evitando que opere en un rango de revoluciones innecesariamente alto, donde el consumo de combustible tiende a aumentar.

“Al seleccionar la marcha correcta en el momento oportuno, los conductores pueden optimizar el rendimiento del motor y reducir el esfuerzo requerido para mantener la velocidad, lo que resulta en un menor gasto de gasolina”, puntualiza el experto.

El consumo de combustible es un factor crucial tanto para los compradores como para los fabricantes de vehículos, quienes buscan alcanzar cifras de eficiencia cada vez más bajas. No obstante, en situaciones de conducción real, lograr esos niveles de consumo se presenta como un reto considerable, cuando no es completamente inviable. En este contexto, surge una técnica diseñada específicamente para abordar este desafío y que puede permitir a los conductores reducir sus gastos en gasolina: el ‘hypermiling’.

Para Pablo Saenz, piloto experto de Michelin, esta técnica no solo se centra en el ahorro de combustible, sino que también promueve una conducción más consciente y responsable. Al conocer y aplicar las estrategias de hypermiling, los conductores pueden optimizar el rendimiento de sus carros, lo que se traduce en menores costos operativos y una reducción significativa en la huella de carbono. Esto es especialmente relevante en un momento en que los precios de los combustibles fluctúan y la sostenibilidad ambiental cobra cada vez más importancia.

El ‘hypermiling’ es un conjunto de técnicas y estrategias que buscan maximizar la eficiencia del combustible en los vehículos. A continuación, Sáenz presenta diversas estrategias de hypermiling que pueden ser fácilmente implementadas por cualquier piloto:

• Anticipación en la conducción

Mantener una distancia adecuada con el vehículo que se encuentra adelante no solo mejora la seguridad vial, sino que también permite reaccionar con suficiente tiempo ante cualquier cambio de velocidad en el tráfico.

Al evitar frenadas bruscas y optar por desacelerar gradualmente, se maximiza la inercia del vehículo, lo que a su vez reduce la necesidad de utilizar el acelerador. Esta práctica no solo contribuye a un manejo más fluido y eficiente, sino que también minimiza el desgaste de los frenos y mejora el rendimiento general del vehículo, resultando en un ahorro significativo de combustible a lo largo del tiempo.

• Mantenimiento regular:

Realizar chequeos periódicos y asegurarse de que el motor esté en óptimas condiciones, que incluya cambios de aceite a intervalos recomendados y la limpieza o sustitución de los filtros de aire y combustible, es crucial para el rendimiento general del vehículo.

Un motor bien mantenido no solo opera de manera más suave, sino que también consume menos combustible, ya que puede funcionar a su máxima capacidad sin sobrecargas innecesarias. Además, este tipo de atención al mantenimiento ayuda a prevenir problemas mecánicos graves, prolongando la vida útil del vehículo y asegurando que cada viaje sea tanto seguro como económico.

Le puede interesar: Estas son las motos que no podrían circular en Colombia en 2030

• Control de la velocidad

De acuerdo con Sáenz, el control de la velocidad es una estrategia clave en el hypermiling que contribuye significativamente al ahorro de combustible. “Mantener una velocidad constante y moderada, idealmente entre 50 y 65 km/h, permite que el motor opere en su rango óptimo de eficiencia. A esta velocidad, la resistencia del aire y el consumo de energía son más manejables, lo que reduce la cantidad de combustible necesario para mantener el movimiento del vehículo”, sostiene.

Al adoptar esta práctica, los conductores no solo ahorran dinero, sino que también fomentan una conducción más segura y menos estresante, beneficiando tanto su economía personal como el medio ambiente.

• Reducción del peso

Al eliminar objetos innecesarios del maletero y del interior, se disminuye el peso total del carro, lo que permite que el motor no tenga que trabajar tanto para mover el vehículo. Cada kilogramo cuenta, ya que un menor peso implica un menor esfuerzo del motor y, por ende, un consumo de combustible más bajo.

Esta práctica no solo ayuda a ahorrar gasolina, sino que también puede mejorar la maniobrabilidad y la aceleración del automóvil, lo que se traduce en una experiencia de conducción más ágil y placentera.

• Uso eficiente del aire acondicionado

Activar el aire acondicionado puede incrementar notablemente el gasto de gasolina, ya que el sistema exige una mayor carga al motor. Por ello, es recomendable utilizarlo solo cuando realmente sea necesario, como en condiciones de calor extremo. Siempre que sea posible, optar por la ventilación natural mediante la apertura de las ventanas puede ser una alternativa más eficiente, permitiendo la circulación de aire fresco sin aumentar el consumo de combustible.

• Cierre de ventanas

Cuando las ventanas están abiertas, el aire entra en el carro de manera turbulenta, lo que genera un aumento en la resistencia aerodinámica y, en consecuencia, eleva el consumo de combustible. Al cerrar las ventanas, se optimiza el flujo de aire alrededor del vehículo, lo que permite que este se desplace de manera más eficiente y con menor esfuerzo del motor.

“Esta práctica es especialmente importante en trayectos por carretera, donde las velocidades son más altas”, enfatiza Sáenz.

• Planificación de rutas

Al elegir trayectos más cortos y evitar áreas con tráfico intenso, los conductores pueden reducir el tiempo que pasan en la carretera, lo que se traduce en un menor consumo de gasolina. Optar por rutas que ofrezcan un flujo constante de tráfico en lugar de caminos congestionados o con muchas paradas puede disminuir las aceleraciones y desaceleraciones bruscas, que suelen aumentar el gasto de combustible.

A su vez, utilizar aplicaciones de navegación que proporcionen información en tiempo real sobre el tráfico y las condiciones de la carretera permite tomar decisiones más informadas y ajustadas a las circunstancias, contribuyendo así a un ahorro significativo en los costos de combustible a largo plazo.

• Uso del control de crucero

Según Sáenz, el uso del control de crucero en carreteras es una herramienta valiosa para maximizar la eficiencia del combustible y facilitar una conducción más relajada. Al activar esta función, el conductor puede mantener una velocidad constante sin necesidad de estar constantemente ajustando el acelerador, lo que contribuye a un ahorro de combustible significativo.

Esta estabilidad en la velocidad permite que el motor opere en su rango óptimo, reduciendo el esfuerzo y el consumo de gasolina. Además, el control de crucero ayuda a prevenir aceleraciones y desaceleraciones innecesarias, que a menudo son responsables de un mayor gasto de combustible.

Le sugerimos: Así puede participar en la subasta de motos y carros de la DIAN

• Cambio de marchas adecuado

Cambiar de marcha a bajas revoluciones permite que el motor funcione de manera más eficiente, evitando que opere en un rango de revoluciones innecesariamente alto, donde el consumo de combustible tiende a aumentar.

“Al seleccionar la marcha correcta en el momento oportuno, los conductores pueden optimizar el rendimiento del motor y reducir el esfuerzo requerido para mantener la velocidad, lo que resulta en un menor gasto de gasolina”, puntualiza el experto.