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Generoso en tamaño, poderoso en equipamiento, con un importante aporte de diseño y con el característico estilo de la marca japonesa en su generación de los todo terreno, esta semana encendió motores en el país el Land Cruiser 76, la nueva apuesta de la casa Toyota que llega para completar el portafolio de las versiones LC 71, LC 78 y LC 79.
A simple vista este campero, definido por sus fabricantes como rústico, versátil y extremadamente confiable, viene con terminados redondeados, sin dejar a un lado las recordadas marcas lineales de su perfil en los laterales y de los guardafangos de semicaja que se acompañan de molduras o ampliaciones, realzando el tamaño del vehículo y logrando una apariencia más robusta.
Los bómperes, que estéticamente usan el cromo como un aliado de lujo, hacen juego perfecto con la persiana, que trae un solo bocel en el centro, ofreciendo el frente más limpio y, sobre todo, dejando que entre más aire al motor y de esa forma se logre la refrigeración natural adecuada.
Mecánicamente, el LC 76 trae una caja de cinco velocidades y la necesaria de transferencia o bajo, junto con el cambio eficiente modo 2WD y 4WD, que otorga la posibilidad de mover el carro en cualquier tipo de terreno y con todas las posibilidades de salir siempre bien librado.
Los frenos delanteros son de disco ventilado y los traseros de tambor, que se acompañan de la dirección de bolas recirculares con asistencia hidráulica, motor de 3.956 c.c. y seis cilindros en V, 231.1 caballos de fuerza a 5.200 revoluciones por minuto y una alimentación de inyección EFI, DOHC, que es un doble árbol de levas.
Por su tamaño, de 4,7 metros de largo, se mantiene como el carro ideal para una buena porción de pasajeros. Y su altura, tanto del piso al estribo como al techo, lo hace el campero ideal para los viajes en el campo, sin temor a recibir golpes por debajo.
El vidrio panorámico, que fue pensado desde la fábrica como un beneficio para el conductor, repele los rayos del sol y es una ayuda ideal para el conductor que viaja, en el caso colombiano, por las carreteras del Llano o de la Costa Atlántica.
Y en materia interna, el LC 76 viene mucho más confortable que sus antecesores, no sólo en las sillas, que ya son un gran avance, sino en el equipamiento, como el aire acondicionado, el volante de dirección telescópico que tiene inclinación ajustable, el apoyapié izquierdo y, como beneficio también para el conductor, el mando que le permite desde su silla bloquear las llantas delanteras.