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En un contexto económico complicado para la industria automotriz en Colombia, los concesionarios agremiados en Aconauto presentaron una serie de propuestas con el objetivo de reactivar el mercado de vehículos nuevos y ofrecer alivio a los consumidores. Aunque el mes de julio mostró una recuperación en las ventas de vehículos nuevos, los concesionarios han analizado detenidamente el efecto de las tasas de interés sobre el volumen de ventas. Esta evaluación busca identificar medidas efectivas que puedan estimular la compra de carros, en un esfuerzo por contrarrestar las dificultades económicas actuales.
En Colombia, el acceso a vehículos nuevos está fuertemente influenciado por el crédito, dado que alrededor del 70% de las ventas se realizan mediante este método. Pedro Nel Quijano, presidente ejecutivo de Aconauto, señala que el encarecimiento del crédito reduce notablemente la demanda. Además de las tasas de interés, factores como el entorno macroeconómico, la devaluación del tipo de cambio y la inflación también afectan la capacidad adquisitiva de los consumidores, alejando los vehículos nuevos de su alcance.
La demanda de automóviles es sensible a los cambios en las tasas de interés; unas condiciones favorables en este aspecto pueden facilitar el acceso al mercado. Esta relación se evidencia al comparar la situación actual con la de 2014, un año en el que el mercado automotriz alcanzó un récord histórico en matriculaciones. Mientras que el PIB colombiano creció un 4,5% en 2014, se estima que en 2024 este crecimiento será apenas del 1,3%, marcando una diferencia significativa que influye en la dinámica del sector.
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En 2014, la Tasa Representativa del Mercado (TRM) promedio se situó en 2.000 pesos colombianos por dólar estadounidense, mientras que en 2024 ha ascendido a 3.937 pesos, casi el doble. Este aumento en el tipo de cambio ha sido acompañado por una disminución en las matriculaciones de vehículos: mientras que al cierre del primer semestre de 2014 se registraron 148.647 vehículos, en 2024 se han matriculado solo 85.163 unidades hasta la fecha. Paralelamente, la tasa de interés bancaria corriente promedio era del 20% en 2014, pero actualmente ha subido al 25%.
“Ajustando por inflación y estacionalidad, una reducción de la tasa de interés corriente a menos del 20% podría reactivar el mercado automotor en un 25% respecto al volumen actual. Además de esta medida, Aconauto aboga por la eliminación del Impoconsumo y la reducción del IVA para estimular la demanda de vehículos. También enfatizan la necesidad de flexibilizar las políticas de aprobación de crédito por parte de los bancos para apoyar la recuperación del sector”, puntualiza Quijano.
El segmento económico es el más beneficiado por las bajas tasas de interés, ya que las cuotas mensuales más bajas facilitan la compra de vehículos nuevos para un mayor número de consumidores. Esta tendencia destaca la importancia de mantener tasas favorables para facilitar la compra de vehículos, especialmente en el segmento de ingresos más bajos, donde las cuotas reducidas pueden marcar la diferencia entre la compra o la postergación de una adquisición.
De acuerdo con Quijano, históricamente, las bajas tasas de interés han tenido un impacto positivo en la venta de automóviles. Un claro ejemplo es el período de expansión económica que se vivió entre 2004 y 2014, cuando la reducción gradual de las tasas de crédito, junto con otras políticas económicas, que permitió un crecimiento en el mercado automotriz.
“Los concesionarios a menudo implementan planes de ventas “a tasa cero” durante estas fases, lo que demuestra cómo la política monetaria puede estimular significativamente la demanda de vehículos”, añade.
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A largo plazo, la reducción de tasas de interés podría tener efectos colaterales como un aumento en la inflación. Sin embargo, en un contexto de economía estancada, fomentar el consumo puede ser crucial para reactivar el mercado.
“Además de las tasas de interés, Aconauto aboga por la eliminación del Impoconsumo y la reducción del IVA al 12% para mejorar el acceso al mercado. También es esencial que el Ejecutivo promueva un ambiente de confianza para consumidores e inversionistas. La combinación de políticas monetarias favorables y reformas adicionales podría dar inicio a otro período de crecimiento sostenido en el sector automotriz”, destaca Quijano.
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