Listos para acelerar
A pesar de que se prevé que el parque automotor no crecerá al mismo ritmo que en 2014, el dólar se convertirá en una fortaleza para la industria nacional.
Germán Gómez Polo
El incremento en el precio del dólar, los efectos del TLC con Corea del Sur y el acuerdo comercial con la Alianza del Pacífico serán determinantes para el comportamiento de la industria automotriz nacional en 2015.
Las proyecciones son prudentes, a pesar de que el 2014 dejó, en general, cifras felices respecto a años anteriores —con 326.023 vehículos nuevos matriculados, lo que significó un 10,8 % más que en 2013 y un 5 % por encima de los números de 2012, según información de la Andi, convirtiéndose en un registro histórico—.
Luego de un año políticamente agitado por cuenta de la reelección presidencia y sucesos que pusieron a sonar con más fuerza a la industria como el cierre de la Compañía Colombiana Automotriz (CCA), ensambladora de Mazda , y el Salón Internacional del Automóvil, donde la mayoría de marcas superaron de manera significativa sus expectativas en ventas, se prevé que la comercialización de vehículos caerá entre 10 y 15 % este 2015 y que el crecimiento del parque automotor, aunque presentará un incremento, no será el observado en 2014 o 2013.
Según estas proyecciones y de acuerdo con María Juliana Rico, directora de la Cámara de la Industria Automotriz de la Andi, se venderán alrededor de 310 mil unidades. Con esta previsión coinciden Oliverio García, presidente de la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores (Andemos), y Tulio Zuloaga, director nacional de Asopartes. García explica que esta caída estará ligada a “la alta incertidumbre en el entorno económico con la que arrancó el año debido a los bajos precios del petróleo, la acelerada devaluación del peso y el impacto que la reforma tributaria podría tener en las inversiones”.
Zuloaga es más optimista. Confía en que las ventas de autopartes aumenten en un 7% y confirma que con el incremento del precio del dólar también lo hará, de entrada, el precio de las piezas. No obstante, por la repentina variación de la divisa, que ha alcanzado precios que se veían era en la década pasada, se observará un mayor impacto negativo en los precios de los autos importados, lo que representa una fortaleza para la industria nacional en exportaciones y posicionamiento en el mercado interno, en el que tiene una participación del 34 %.
“Esto generará un efecto importante para compañías como Sofasa y GM Colmotores, que siguen ocupando las primeras posiciones en cada uno de sus segmentos”, explica Rico, aclarando que lo que más afecta el comportamiento del sector automotriz en cuanto a matrículas y ventas, además de las tasas de interés y de cambio, es el PIB.
Estos cálculos en ventas se mantienen a pesar de los problemas de tráfico y de ineficiencia en los sistemas de transporte público de ciudades como Bogotá. Adicionalmente se debe tener en cuenta que en la década pasada cerca de 10 millones de colombianos llegaron a la clase media, lo que contribuyó a aumentar la demanda de vehículos particulares.
Pese a lo anterior, según la Andi, Colombia sigue teniendo la tasa más baja de motorización de la región, después de Paraguay y Bolivia, con 80 automotores por cada mil habitantes, mientras que el promedio regional es de 160.
En medio de este panorama se espera que para este 2015 la participación de la industria automotriz nacional en el mercado colombiano —que pasó del 48 % en 2009 al 34% en 2014— también se beneficie de la ayuda del Programa de Transformación Productiva del Gobierno que, a través de iniciativas que promueven la innovación, pretende aumentar la competitividad y el fortalecimiento de los proveedores locales.
ggomezp@elespectador.com
El incremento en el precio del dólar, los efectos del TLC con Corea del Sur y el acuerdo comercial con la Alianza del Pacífico serán determinantes para el comportamiento de la industria automotriz nacional en 2015.
Las proyecciones son prudentes, a pesar de que el 2014 dejó, en general, cifras felices respecto a años anteriores —con 326.023 vehículos nuevos matriculados, lo que significó un 10,8 % más que en 2013 y un 5 % por encima de los números de 2012, según información de la Andi, convirtiéndose en un registro histórico—.
Luego de un año políticamente agitado por cuenta de la reelección presidencia y sucesos que pusieron a sonar con más fuerza a la industria como el cierre de la Compañía Colombiana Automotriz (CCA), ensambladora de Mazda , y el Salón Internacional del Automóvil, donde la mayoría de marcas superaron de manera significativa sus expectativas en ventas, se prevé que la comercialización de vehículos caerá entre 10 y 15 % este 2015 y que el crecimiento del parque automotor, aunque presentará un incremento, no será el observado en 2014 o 2013.
Según estas proyecciones y de acuerdo con María Juliana Rico, directora de la Cámara de la Industria Automotriz de la Andi, se venderán alrededor de 310 mil unidades. Con esta previsión coinciden Oliverio García, presidente de la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores (Andemos), y Tulio Zuloaga, director nacional de Asopartes. García explica que esta caída estará ligada a “la alta incertidumbre en el entorno económico con la que arrancó el año debido a los bajos precios del petróleo, la acelerada devaluación del peso y el impacto que la reforma tributaria podría tener en las inversiones”.
Zuloaga es más optimista. Confía en que las ventas de autopartes aumenten en un 7% y confirma que con el incremento del precio del dólar también lo hará, de entrada, el precio de las piezas. No obstante, por la repentina variación de la divisa, que ha alcanzado precios que se veían era en la década pasada, se observará un mayor impacto negativo en los precios de los autos importados, lo que representa una fortaleza para la industria nacional en exportaciones y posicionamiento en el mercado interno, en el que tiene una participación del 34 %.
“Esto generará un efecto importante para compañías como Sofasa y GM Colmotores, que siguen ocupando las primeras posiciones en cada uno de sus segmentos”, explica Rico, aclarando que lo que más afecta el comportamiento del sector automotriz en cuanto a matrículas y ventas, además de las tasas de interés y de cambio, es el PIB.
Estos cálculos en ventas se mantienen a pesar de los problemas de tráfico y de ineficiencia en los sistemas de transporte público de ciudades como Bogotá. Adicionalmente se debe tener en cuenta que en la década pasada cerca de 10 millones de colombianos llegaron a la clase media, lo que contribuyó a aumentar la demanda de vehículos particulares.
Pese a lo anterior, según la Andi, Colombia sigue teniendo la tasa más baja de motorización de la región, después de Paraguay y Bolivia, con 80 automotores por cada mil habitantes, mientras que el promedio regional es de 160.
En medio de este panorama se espera que para este 2015 la participación de la industria automotriz nacional en el mercado colombiano —que pasó del 48 % en 2009 al 34% en 2014— también se beneficie de la ayuda del Programa de Transformación Productiva del Gobierno que, a través de iniciativas que promueven la innovación, pretende aumentar la competitividad y el fortalecimiento de los proveedores locales.
ggomezp@elespectador.com