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Los frenos del carro desempeñan un rol importante en la seguridad al momento de conducir pues cumplen la función esencial de reducir la velocidad. El sistema de frenos opera mediante la fricción entre las pastillas y los discos, activando una bomba hidráulica al presionar el pedal en el momento de frenar. Esta bomba hidráulica dirige la presión del líquido de frenos hacia las mordazas, donde los pistones -impulsados por el líquido- presionan las pastillas contra los discos, generando el roce para frenar de manera progresiva.
Se trata de un sistema de coordinación que funciona en cada y en el que todas las piezas deben funcionar a la perfección, de ahí que sea vital llevar a cabo un mantenimiento preventivo periódico de todas las piezas, con el fin de abordar de manera oportuna posibles problemas que se puedan presentar con el paso del tiempo. Pero vamos por partes ¿sabe que agrupa un mantenimiento completo de frenos?
Para iniciar un mantenimiento de frenos es importante realizar una inspección de mangueras y tuberías del sistema de frenos, procediendo al reemplazo de aquellas que presenten roturas o pinchazos. Se recomienda realizar el cambio de las tuberías de acero en caso de filtraciones o torceduras, para prevenir fallas al sistema interno de frenos y evitar riesgos de accidentes.
El cambio de líquido es un punto importante para el mantenimiento de los frenos. El líquido de frenos distribuye la fuerza de manera uniforme por medio de la tubería, garantizando un frenado eficiente en todo el sistema, se recomienda realizar el cambio de líquidos de los frenos cada 1 o 2 años según el uso o dependiendo las necesidades de mantenimiento de cada carro.
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Además, es necesario abordar cualquier posible fallo del sistema ABS y reemplazar componentes defectuosos, como sensores de velocidad de rueda y moduladores hidráulicos. La atención se extiende al ajuste de freno de estacionamiento, la verificación, el drenaje y si es necesario el purgado de conductos. Recuerde que es obligatorio la lubricación de las pastillas, con un lubricante especial para las altas temperaturas en el momento del frenado.
La sustitución de las pastillas de freno también es tarea esencial para el mantenimiento vehicular. Las pastillas, junto con los discos de freno, están constantemente sometidas a la fricción lo que genera un desgaste constante. Las pastillas generalmente tienen una vida útil de 15.000 a 25.000 km, mientras que los discos tienden a durar un poco más, según la calidad de las piezas y la forma de frenar del conductor. Dada su importancia, se recomienda realizar revisiones cada 8.000 km y también estar al tanto de las siguientes señales: los ruidos inusuales, cambios en el recorrido del pedal, olores a quemado, vibraciones en el momento de frenar o alertas en el testigo.
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Para los discos de freno, ubicados generalmente en el eje trasero del carro, giran al ritmo de las ruedas y están fabricadas de hierro altamente resistente. A medida que el conductor pisa el pedal, las pinzas se enlazan con los discos que hacen reducir la velocidad del carro. Los discos tienen varios tipos: los discos sólidos, que son comunes en cualquiera de las cuatro ruedas y cuentan con una superficie lisa. Los discos ventilados van instalados en las ruedas delanteras que facilitan la ventilación y evitan el sobrecalentamiento en la hora de frenar, y los discos rayados (con ranuras) que cuentan con el mejor cuidado de pastillas al reducir la fricción en el momento de pisar el freno.
Por su parte, los discos deben ser reemplazados cada 70.000 km o según las recomendaciones de los fabricantes, y deben estar libres de ralladuras o corrosión. Es muy importante tener en cuenta el desgaste de los discos y tenga en cuenta que el grosor del disco debe ser considerable para garantizar un sistema de frenos adecuado.