Mazda 3 híbrido: ¿una alternativa al segmento premium sin Pico y Placa?

A abril de 2022, bien puede decirse que Mazda3 rueda libre de Pico y Placa en Bogotá… o más bien, dos de las cinco versiones que la marca comercializa en el país lo hacen, pues incorporan un sistema híbrido ligero (Mild Hybrid, con batería de 24V), que lo exime de restricciones de movilidad.

Más de Autos: Mazda 2 en Colombia: ¿economía para manejar en ciudad y en carretera?

Con brevedad, podría decirse que esta es la mayor novedad del producto. Sí, la casa japonesa ofrece versiones Touring ($95’850.000) y Grand Touring ($109’600.000 y modelo base de esta reseña) de 2.0 litros, con esta tecnología… y no mucho más. En general, el producto es el mismo.

Sí. Es el Mazda3 —siempre con el número unido al nombre de la marca, casi que se podría escribir Mazda Mazda3, pues este último es el nombre de la línea— presentado a finales de 2019 y punto. Sí, con sus formas dinámicas fieles al diseño kodo y esa disposición interior que envidian algunos —más de un par, sin duda— de los vehículos prémium de entrada en Colombia.

Ese cúmulo de sensaciones, la mayor parte del tiempo positivas, que permiten aprovechar espacios como este para recordar lo agradable y casi adecuado que resulta el producto, a grandes rasgos. Esa fiabilidad guiada por una marca de tradición y la calidad de sus motores. Nunca sobra reseñar un Mazda3.

Alma, al volante

Hay que saltarse esa armonía visual que generan el exterior y el interior del vehículo para encontrar una de sus mayores virtudes. En movimiento, la interacción conductor-carro es superlativa. La amortiguación, insonorización y respuesta de la transmisión —de seis velocidades— al llevarlo en modo deportivo o con cambios, demuestra la intención de la casa por no hacer un producto más.

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Aunque el sistema híbrido no se sumó al mayor de los motores disponibles en la referencia (2.5 Skyactiv), el de dos litros, con 153 caballos de potencia y 200 Nm de torque, es, en términos operativos, correcto dentro y fuera de la ciudad.

Aquella filosofía Mazda, que se resume en sacar el mayor provecho a cada gota de combustible, se aterriza en este caso al no necesitar gasolina de alto octanaje, alcanzando consumos en carretera (entre los 2.000 y 2.500 msnm y con una carga cercana a los 200 kilos) de hasta ochenta kilómetros por galón.

Así mismo, hay una dinámica —o, tal vez, aerodinámica— muy precisa esos 4.660 mm de largo, 1.795 de ancho y 1.445 de alto, configurados para no hacer mayor resistencia al viento, acatar las instrucciones del tren motor y hacer adelantos de forma segura de la mano del paquete de asistencias a la conducción i-Activesense, con sistema permanencia de carril, control crucero adaptativo y monitor de 360°, entre otros.

Sobresale en la mayoría de rubros, claro, agregando que suma siete bolsas de aire y una cabina Skyactiv-Body, de alta rigidez con sistemas de absorción de impactos. De hecho, en Estados Unidos el modelo obtuvo la calificación Top Safety Pick + del IIHS.

Mazda dentro y fuera

Esta y todas las versiones de Mazda3 incluyen ese aro con luces LED que decora la parte frontal del vehículo. También esas llamativas ruedas de 18” (215/45) que se hacen imposibles de ignorar cuando el vehículo está de costado.

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Adentro, claro, esa tapicería que invita a sentarse en casi cualquier plaza, aunque, valga decirlo, cuatro pasajeros con alturas no mayores a los 1,8 metros se sentirán a gusto, la plaza del medio en la segunda fila es adecuada para alguien de baja estatura, como un niño.

Ahora bien, Mazda configura una importante mayoría de materiales blandos al tacto, poco sonoros. Una buena parte insinúa longevidad, aunque, claro, el uso y el tiempo serán jueces y verdugos. Para este punto, resalta el uso de materiales tipo piano black junto al selector de cambios y otras piezas de contacto. La recomendación: ser meticulosamente cuidadosos con ellas, la unidad testeada tenía menos de 2.000 kilómetros y ya se habían grabado algunas líneas en la superficie.

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Siempre preciso en cada segmento en el que participa, Mazda ofrece uno de los sedanes con mayores bondades por debajo de los $120’000.000 —cifra que parece alta, pero que sigue la corriente de un mercado global que navega en medio de crisis y guerras—. Esta, una de sus alternativas más interesantes, ahora es híbrido y, a la fecha, transita libre de Pico y Placa. El condimento que le faltaba al sedán, que responde en casi cada rubro.

A abril de 2022, bien puede decirse que Mazda3 rueda libre de Pico y Placa en Bogotá… o más bien, dos de las cinco versiones que la marca comercializa en el país lo hacen, pues incorporan un sistema híbrido ligero (Mild Hybrid, con batería de 24V), que lo exime de restricciones de movilidad.

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Con brevedad, podría decirse que esta es la mayor novedad del producto. Sí, la casa japonesa ofrece versiones Touring ($95’850.000) y Grand Touring ($109’600.000 y modelo base de esta reseña) de 2.0 litros, con esta tecnología… y no mucho más. En general, el producto es el mismo.

Sí. Es el Mazda3 —siempre con el número unido al nombre de la marca, casi que se podría escribir Mazda Mazda3, pues este último es el nombre de la línea— presentado a finales de 2019 y punto. Sí, con sus formas dinámicas fieles al diseño kodo y esa disposición interior que envidian algunos —más de un par, sin duda— de los vehículos prémium de entrada en Colombia.

Ese cúmulo de sensaciones, la mayor parte del tiempo positivas, que permiten aprovechar espacios como este para recordar lo agradable y casi adecuado que resulta el producto, a grandes rasgos. Esa fiabilidad guiada por una marca de tradición y la calidad de sus motores. Nunca sobra reseñar un Mazda3.

Alma, al volante

Hay que saltarse esa armonía visual que generan el exterior y el interior del vehículo para encontrar una de sus mayores virtudes. En movimiento, la interacción conductor-carro es superlativa. La amortiguación, insonorización y respuesta de la transmisión —de seis velocidades— al llevarlo en modo deportivo o con cambios, demuestra la intención de la casa por no hacer un producto más.

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Aunque el sistema híbrido no se sumó al mayor de los motores disponibles en la referencia (2.5 Skyactiv), el de dos litros, con 153 caballos de potencia y 200 Nm de torque, es, en términos operativos, correcto dentro y fuera de la ciudad.

Aquella filosofía Mazda, que se resume en sacar el mayor provecho a cada gota de combustible, se aterriza en este caso al no necesitar gasolina de alto octanaje, alcanzando consumos en carretera (entre los 2.000 y 2.500 msnm y con una carga cercana a los 200 kilos) de hasta ochenta kilómetros por galón.

Así mismo, hay una dinámica —o, tal vez, aerodinámica— muy precisa esos 4.660 mm de largo, 1.795 de ancho y 1.445 de alto, configurados para no hacer mayor resistencia al viento, acatar las instrucciones del tren motor y hacer adelantos de forma segura de la mano del paquete de asistencias a la conducción i-Activesense, con sistema permanencia de carril, control crucero adaptativo y monitor de 360°, entre otros.

Sobresale en la mayoría de rubros, claro, agregando que suma siete bolsas de aire y una cabina Skyactiv-Body, de alta rigidez con sistemas de absorción de impactos. De hecho, en Estados Unidos el modelo obtuvo la calificación Top Safety Pick + del IIHS.

Mazda dentro y fuera

Esta y todas las versiones de Mazda3 incluyen ese aro con luces LED que decora la parte frontal del vehículo. También esas llamativas ruedas de 18” (215/45) que se hacen imposibles de ignorar cuando el vehículo está de costado.

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Adentro, claro, esa tapicería que invita a sentarse en casi cualquier plaza, aunque, valga decirlo, cuatro pasajeros con alturas no mayores a los 1,8 metros se sentirán a gusto, la plaza del medio en la segunda fila es adecuada para alguien de baja estatura, como un niño.

Ahora bien, Mazda configura una importante mayoría de materiales blandos al tacto, poco sonoros. Una buena parte insinúa longevidad, aunque, claro, el uso y el tiempo serán jueces y verdugos. Para este punto, resalta el uso de materiales tipo piano black junto al selector de cambios y otras piezas de contacto. La recomendación: ser meticulosamente cuidadosos con ellas, la unidad testeada tenía menos de 2.000 kilómetros y ya se habían grabado algunas líneas en la superficie.

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