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El aceite del motor no sólo es vital para el correcto funcionamiento del vehículo sino que además permite mantener las partes móviles lubricadas.
Lo anterior, ya que las protege de la corrosión, evita el desgaste y mantiene la compresión. Por eso es tan importante derribar algunos mitos que se han creado en torno a la adecuada articulación de la máquina.
A continuación, Luciano Macías, gerente de soporte técnico de Exxon Mobil de Colombia S.A., aclara cinco de las dudas más comunes.
Cuando el aceite se oscurece está sucio y debe cambiarse.
Falso. El oscurecimiento del aceite es un proceso normal. Los subproductos de la combustión deben quedar suspendidos en el lubricante en vez de depositarse en el interior del motor. Un aceite oscuro indica que está retirando de manera adecuada estos subproductos.
Se debe cambiar el aceite cada 5.000 kilómetros.
Relativo. Un vehículo que trabaja en condiciones estables de carga y velocidad puede usarlo por períodos más extensos que aquellos que lo hacen en condiciones de parada y arranque. Los lubricantes no sólo se deben cambiar por tiempo de uso sino también por tiempo de aplicación.
Los aditivos para los aceites mejoran el desempeño del motor.
Relativo. Los fabricantes usan fórmulas balanceadas para cumplir todas las labores. Un aditivo externo a los de la fórmula original puede mejorar el desempeño en una de las dimensiones de trabajo, pero desbalancea la fórmula causando problemas más graves y costosos que el beneficio obtenido.
El aceite sintético causa fugas.
Falso. Los aceites sintéticos tienen menores viscosidades a temperatura ambiente que los minerales. A alta temperatura la viscosidad de los sintéticos es mayor, para dar una mejor protección en alta carga. Pero si un motor está desgastado, un lubricante menos viscoso se fugará cuando el motor está frío.
Todos los aceites para motor son iguales.
Falso. Se recomienda usar aceites de marcas reconocidas que cumplan con los niveles de calidad requeridos por los fabricantes y sobre todo en lugares de confianza.