16 de noviembre de 2012 - 12:45 p. m.
Mitsubishi se la juega por el medio ambiente
La marca y su importador, Motorysa, trajeron al salón del Automóvil 30 unidades del i-Miev, un vehículo completamente eléctrico y el primero con posibilidad de carga rápida o lenta, y el Mirage, un modelo de escaso consumo de gasolina.
El Espectador
La carga rápida se efectúa en un tiempo promedio de 30 minutos, en una estación de carga especializada, logrando el 80% de la carga total del paquete de baterías, dando una autonomía de hasta 130 kilómetros, mientras que la carga lenta, a 220 voltios a 15 amperios de la red actual de suministro de energía, toma un tiempo aproximado de 7 horas, logrando el 100% de su capacidad de carga y permitiéndole una independencia de 160 kilómetros.
Según Patricico Stocker, gerente general de Motorysa, las 30 unidades de este vehículo ya están repartidas en diferentes ciudades del país con muy buenos resultados, tanto en ventas como en productividad, y destacó que la marca Mitsubishi seguirá enfocándose en autos amigables con el medio ambiente.
“El i-Miev es un vehículo de producción en masa fabricado en Japón. Mitsubishi ha decidido que para el año 2020 todos sus autos sean totalmente eléctricos, con lo cual vamos marcar una diferencia grande en el futuro. En Colombia este modelo ya está funcionando, aunque no masivamente, pero ya están llegando las primera unidades y su costo es de 90 millones de pesos”, afirmó Stocker.
El modelo actual, que se comercializa en Japón, China, Australia, Alemania, España, Reino Unido, Rusia, Nueva Zelanda, Costa Rica, Chile y Estados Unidos, es de cuatr puertas y cuenta con un baúl de tamaño mediano, con el espacio justo para la capacidad de pasajeros para la cual fue diseñado.
El otro gran lanzamiento de Mitsubishi fue Mirage, un auto de 1.2 litros que se importará directamente desde Tailandia a partir del primer semestre de 2013, y que también busca ser los más amigable posible con el medio ambiente y por eso su consumo de gasolina es de los más bajos del mundo. Su precio oscilará entre 35 millones y 40 millones de pesos, con la cual la marca japonesa entra en el mercado colombiano con un tipo de carros diferente a lo que tiene acostumbrado.
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La carga rápida se efectúa en un tiempo promedio de 30 minutos, en una estación de carga especializada, logrando el 80% de la carga total del paquete de baterías, dando una autonomía de hasta 130 kilómetros, mientras que la carga lenta, a 220 voltios a 15 amperios de la red actual de suministro de energía, toma un tiempo aproximado de 7 horas, logrando el 100% de su capacidad de carga y permitiéndole una independencia de 160 kilómetros.
Según Patricico Stocker, gerente general de Motorysa, las 30 unidades de este vehículo ya están repartidas en diferentes ciudades del país con muy buenos resultados, tanto en ventas como en productividad, y destacó que la marca Mitsubishi seguirá enfocándose en autos amigables con el medio ambiente.
“El i-Miev es un vehículo de producción en masa fabricado en Japón. Mitsubishi ha decidido que para el año 2020 todos sus autos sean totalmente eléctricos, con lo cual vamos marcar una diferencia grande en el futuro. En Colombia este modelo ya está funcionando, aunque no masivamente, pero ya están llegando las primera unidades y su costo es de 90 millones de pesos”, afirmó Stocker.
El modelo actual, que se comercializa en Japón, China, Australia, Alemania, España, Reino Unido, Rusia, Nueva Zelanda, Costa Rica, Chile y Estados Unidos, es de cuatr puertas y cuenta con un baúl de tamaño mediano, con el espacio justo para la capacidad de pasajeros para la cual fue diseñado.
El otro gran lanzamiento de Mitsubishi fue Mirage, un auto de 1.2 litros que se importará directamente desde Tailandia a partir del primer semestre de 2013, y que también busca ser los más amigable posible con el medio ambiente y por eso su consumo de gasolina es de los más bajos del mundo. Su precio oscilará entre 35 millones y 40 millones de pesos, con la cual la marca japonesa entra en el mercado colombiano con un tipo de carros diferente a lo que tiene acostumbrado.
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Por El Espectador
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