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El motor de combustión interna ha sido uno de los pilares de la industria automotriz desde su invención, desempeñando un papel crucial en la movilidad moderna. Este tipo de motor, que convierte la energía química del combustible en energía mecánica mediante un proceso de combustión, presenta una serie de ventajas y desventajas que lo diferencian de otras tecnologías emergentes, como los motores eléctricos. Para comprender mejor su impacto y cómo se compara con alternativas más sostenibles, es importante analizar tanto sus beneficios como sus limitaciones en términos de eficiencia, costo y sostenibilidad.
Carlos Badillo, asesor comercial experto de la marca Renault, destaca que los motores de combustión interna ofrecen varias ventajas frente a los motores eléctricos e impulsados por hidrógeno. La primera es su trayectoria: los motores de combustión han sido sometidos a pruebas durante muchos más años, lo que ha permitido que su mecánica sea vista como más confiable tras décadas de evolución y perfeccionamiento.
En segundo lugar, la autonomía es una ventaja crucial. Actualmente, la infraestructura para vehículos con motores de combustión interna está mucho más consolidada, abarcando desde una extensa red de estaciones de servicio hasta una oferta robusta de repuestos y talleres especializados, lo que facilita tanto el mantenimiento como la reparación. Esta experiencia acumulada en el sector asegura un servicio más ágil y accesible. “Además, el tiempo de reabastecimiento de combustible es considerablemente más rápido, permitiendo a los conductores reanudar su trayecto en solo minutos, a diferencia de los motores eléctricos, que requieren tiempos de carga mucho mayores”, señala Badillo.
En términos ambientales, los motores de combustión interna presentan varias desventajas en comparación con las nuevas tecnologías. Uno de los principales inconvenientes es que dependen de combustibles fósiles, como la gasolina o el diésel, derivados del petróleo. Al quemarse, estos combustibles generan gases contaminantes que son liberados a la atmósfera, contribuyendo al deterioro ambiental y afectando la salud humana, algo que se evitaría con tecnologías como los motores eléctricos o de hidrógeno.
Otra desventaja es que los motores de combustión interna requieren lubricantes, como aceites y grasas, para el funcionamiento de sus partes móviles. “Estos lubricantes deben reemplazarse periódicamente, y su eliminación genera residuos difíciles de manejar. Si bien existen protocolos para minimizar su impacto ambiental, nunca será completamente nulo”, sostiene.
Aunque los fabricantes de vehículos con motores de combustión interna han mejorado sus diseños para cumplir con normativas ambientales, incorporando sistemas de filtrado para reducir las emisiones de gases, el impacto ambiental nunca se puede eliminar por completo. Los residuos derivados del petróleo no son biodegradables y siguen representando un riesgo considerable para el medio ambiente, a pesar de los avances en las tecnologías de mitigación.
Para Badillo, otro aspecto a considerar es que los derivados del petróleo, son recursos no renovables. Aunque actualmente hay cierta abundancia, llegará un punto en el que esta disponibilidad comenzará a disminuir. De hecho, ya se está observando una reducción en la disponibilidad de gas vehicular, con menos zonas de extracción y menor oferta. Esto refleja una tendencia hacia la escasez de estos recursos, y al tratarse de combustibles no renovables, su agotamiento es inevitable. Por lo tanto, será necesario recurrir a tecnologías alternativas que puedan satisfacer las necesidades de movilidad sin depender de recursos finitos como el petróleo.
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Motor de combustión interna y el futuro en la movilidad
De acuerdo con Badillo, las especificaciones de los motores de combustión interna seguirán atrayendo a ciertos consumidores en el futuro por varias razones clave. En primer lugar, muchos usuarios continúan eligiendo estos vehículos debido a la infraestructura establecida, la mayor autonomía y la facilidad de movilización que ofrecen. A diferencia de los vehículos eléctricos, no es necesario preocuparse por la recarga de baterías, ya que con los motores de combustión basta con reabastecer combustible para seguir el trayecto.
Además, una parte de los consumidores, especialmente aquellos más tradicionalistas, podrían resistirse al cambio. Estas personas, que han confiado durante toda su vida en la fiabilidad de los motores de combustión interna, prefieren mantenerse en tecnologías que conocen y que han probado ser efectivas, lo que les genera una mayor seguridad en comparación con las nuevas alternativas, que a menudo generan incertidumbre.
Otro factor que podría influir en la preferencia por los motores de combustión interna es la percepción de potencia. Muchas personas asocian el ruido característico del motor con la fuerza, la velocidad y el rendimiento. “En contraste, los motores eléctricos, al ser más silenciosos, pueden generar la sensación errónea de falta de potencia, aunque en realidad no sea así. Cambiar esa percepción y desaprender esa asociación entre el sonido del motor y la potencia será un desafío para la adopción masiva de nuevas tecnologías”, enfatiza Badillo.
¿Cuáles son las mejores prácticas para mantener un rendimiento óptimo en un motor de combustión interna?
El mantenimiento adecuado de los motores de combustión interna es clave para garantizar su rendimiento y prolongar su vida útil. A continuación, Badillo detalla los principales aspectos a considerar:
1. Selección y mantenimiento del combustible
- Gasolina corriente: Es de menor octanaje y menos filtrada, lo que puede ocasionar acumulación de residuos en el motor, tanque y filtros de combustible, incrementando la necesidad de mantenimiento a largo plazo.
- Gasolina extra: De mayor octanaje y mejor filtrada, lo que reduce la acumulación de sedimentos y favorece el buen estado del motor, aunque el vehículo no requiera un octanaje alto.
- Diésel: Generalmente, el diésel convencional en Colombia es adecuado, pero el diésel premium ofrece un mayor grado de filtración, lo que minimiza residuos en el sistema y reduce los daños a largo plazo.
2. Cambio de aceite
- Tipos de aceite: El tipo de aceite utilizado (mineral, semi-sintético o sintético) influye en la frecuencia del cambio. El fabricante suele especificar los intervalos adecuados.
- Función del aceite: El aceite lubrica y refrigera el motor. Con el uso, pierde propiedades, lo que puede causar sobrecalentamiento y desgaste prematuro de las partes internas. Es esencial realizar los cambios de aceite en los tiempos recomendados.
3. Mantenimiento de filtros
- Filtro de aceite: Se debe cambiar junto con el aceite para evitar que suciedad o residuos entren en las partes sensibles del motor y afecten la lubricación y refrigeración.
- Filtro de aire: Es esencial para que el motor reciba la cantidad adecuada de oxígeno para la combustión. Un filtro obstruido reduce la potencia del motor, aumenta el consumo de combustible y puede permitir que impurezas entren al motor.
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Mitos sobre los motores de combustión interna
Según el experto, existen numerosos mitos en torno a los motores de combustión interna que es importante aclarar. A continuación, se presentan algunos de los más comunes:
- Limpieza del motor: Muchas personas creen que no se debe lavar un motor a gasolina. Aunque es cierto que los fabricantes recomiendan no hacerlo, esto no significa que el motor no necesite limpieza. La recomendación se basa en que, si no se realiza correctamente, el lavado puede causar daños al ingresar agua en áreas sensibles. Por lo tanto, un motor debe ser limpiado, pero únicamente por personal capacitado.
- Uso del aire acondicionado: Se dice que encender el aire acondicionado incrementa el consumo de combustible. Si bien esto es parcialmente cierto, es importante considerar las alternativas. Utilizar el aire acondicionado requiere que el motor realice un esfuerzo adicional, lo que puede aumentar el consumo de combustible. Sin embargo, abrir las ventanas también afecta la eficiencia, ya que genera resistencia al avance del vehículo, lo que también puede resultar en un mayor consumo. Por lo tanto, ambas opciones tienen sus pros y contras.
- Gasolina extra y limpieza del motor: Un mito común es que la gasolina extra limpia el motor. Aunque muchas marcas promocionan la gasolina extra de esta manera, la realidad es que este tipo de gasolina no “limpia” el motor; más bien, previene la acumulación de sedimentos y suciedad. No elimina los residuos que ya están presentes, por lo que no debe considerarse como una solución para un motor sucio.