Nissan y Honda comienzan las negociaciones para su fusión
Las compañías automovilísticas japonesas Nissan Motor y Honda Motor comenzaron este lunes unas negociaciones para su fusión que esperan concluir en junio de 2025, con el ‘holding’ saliendo a Bolsa en agosto de 2026, según anunciaron en una rueda de prensa conjunta.
Con información de agencias
Nissan y Honda dan ‘luz verde’ al inicio de las negociaciones para la fusión de ambas compañías, con la que se crearía el tercer fabricante de vehículos del mundo por volumen de ventas solo por detrás de Toyota y el grupo Volkswagen.
Este lunes, ambas compañías, dos de las principales del país asiático, dieron una rueda de prensa en Tokio donde anunciaron el inicio de sus conversaciones, cuyo objetivo es el nacimiento del tercer mayor fabricante mundial del automotriz por volumen de ventas, por detrás de la también nipona Toyota Motor y la alemana Volkswagen AG.
Con unas ventas combinadas de 30 billones de yenes (unos 183.380 millones de euros) y un beneficio operativo superior a los 3 billones de yenes (18.380 millones de euros) tras la unión, ambas empresas ponen en marcha esta operación en un momento de cambio de paradigma para el sector de la automoción con la irrupción de marcas chinas en el tablero de juego mundial y la desaceleración de ventas ante la transformación tecnológica de los vehículos.
Las empresas firmaron hoy un memorando de entendimiento en el que definieron los siguientes pasos y con el que buscan "combinar sus fortalezas y reducir sus debilidades", explicó el presidente y CEO de Nissan, Makoto Uchida, durante la rueda de prensa.
Mitsubishi Motors, de la que Nissan posee el 34 %, también se encuentra considerando cuál será su rol dentro de esta nueva unión y dijo que dará su respuesta a finales de enero, según explicó su presidente, Takao Kato, quien celebró las conversaciones entre Nissan y Honda.
Toshihiro Mibe, presidente de Honda, destacó el complejo ambiente al que se enfrenta la industria automovilística y destacó la necesidad de mejorar la cadena de valor e incorporar nuevas tecnologías como la electrificación o los vehículos inteligentes.
Según Mibe, las sinergias de la nueva empresa podrían generar un beneficio operativo de 1 billón de yenes (6.000 millones de euros), con el objetivo de que para el futuro puedan ser 3 billones de yenes (18.000 millones de euros).
"Esta es una trasformación que se produce una vez al siglo, está cambiando el paisaje del motor. Desde la perspectiva de la movilidad, el valor cambiará y será rápido. Para 2030, deberemos tener las armas apropiadas para ser competitivos", dijo Mibe.
El líder de Honda considera que la integración de las compañías es la única forma de mantener la competitividad frente a nuevas empresas emergentes, especialmente en regiones como China. “Si se produce la integración, tendremos más libertad para elegir la mejor estrategia”, concluyó. Según Uchida, comenzar las conversaciones ahora ayudará a combinar la fortaleza de ambas empresas y esto se traducirá en una mayor competitividad.
En marzo, Nissan desveló que estaba en conversaciones con Honda para la posible creación de una alianza en materia de producción de componentes y 'software' para vehículos eléctricos, con vistas a reducir costes y potenciar su competitividad en plena expansión de este mercado.
En agosto, Mitsubishi Motors se unió también a las negociaciones para formar parte de la hipotética alianza.
La información sobre la posible fusión que dejaría la industria automovilística nipona dividida en dos grandes grupos -la nueva empresa conjunta y el configurado por Toyota- llega después de que el gigante taiwanés de la electrónica Hon Hai Precision Industry -que opera bajo el nombre Foxconn- expresara supuestamente su interés en adquirir parte de Nissan.
La firma con sede en Yokohama habría acelerado sus contactos con Honda con vistas a evitar la oferta de compra de la empresa taiwanesa, interesada en sus capacidades de desarrollo de vehículos eléctricos, así como en su tecnología de fabricación.
De llegar a buen término, la integración de ambas marcas japonesas marcaría la mayor reestructuración en la industria de la automoción a nivel global desde que Fiat Chrysler Automobiles y PSA se fusionaron en 2021, dando lugar a Stellantis, en un acuerdo valorado por aquel entonces en más de 52.000 millones de dólares (49.913 millones de euros).
Nissan y Honda dan ‘luz verde’ al inicio de las negociaciones para la fusión de ambas compañías, con la que se crearía el tercer fabricante de vehículos del mundo por volumen de ventas solo por detrás de Toyota y el grupo Volkswagen.
Este lunes, ambas compañías, dos de las principales del país asiático, dieron una rueda de prensa en Tokio donde anunciaron el inicio de sus conversaciones, cuyo objetivo es el nacimiento del tercer mayor fabricante mundial del automotriz por volumen de ventas, por detrás de la también nipona Toyota Motor y la alemana Volkswagen AG.
Con unas ventas combinadas de 30 billones de yenes (unos 183.380 millones de euros) y un beneficio operativo superior a los 3 billones de yenes (18.380 millones de euros) tras la unión, ambas empresas ponen en marcha esta operación en un momento de cambio de paradigma para el sector de la automoción con la irrupción de marcas chinas en el tablero de juego mundial y la desaceleración de ventas ante la transformación tecnológica de los vehículos.
Las empresas firmaron hoy un memorando de entendimiento en el que definieron los siguientes pasos y con el que buscan "combinar sus fortalezas y reducir sus debilidades", explicó el presidente y CEO de Nissan, Makoto Uchida, durante la rueda de prensa.
Mitsubishi Motors, de la que Nissan posee el 34 %, también se encuentra considerando cuál será su rol dentro de esta nueva unión y dijo que dará su respuesta a finales de enero, según explicó su presidente, Takao Kato, quien celebró las conversaciones entre Nissan y Honda.
Toshihiro Mibe, presidente de Honda, destacó el complejo ambiente al que se enfrenta la industria automovilística y destacó la necesidad de mejorar la cadena de valor e incorporar nuevas tecnologías como la electrificación o los vehículos inteligentes.
Según Mibe, las sinergias de la nueva empresa podrían generar un beneficio operativo de 1 billón de yenes (6.000 millones de euros), con el objetivo de que para el futuro puedan ser 3 billones de yenes (18.000 millones de euros).
"Esta es una trasformación que se produce una vez al siglo, está cambiando el paisaje del motor. Desde la perspectiva de la movilidad, el valor cambiará y será rápido. Para 2030, deberemos tener las armas apropiadas para ser competitivos", dijo Mibe.
El líder de Honda considera que la integración de las compañías es la única forma de mantener la competitividad frente a nuevas empresas emergentes, especialmente en regiones como China. “Si se produce la integración, tendremos más libertad para elegir la mejor estrategia”, concluyó. Según Uchida, comenzar las conversaciones ahora ayudará a combinar la fortaleza de ambas empresas y esto se traducirá en una mayor competitividad.
En marzo, Nissan desveló que estaba en conversaciones con Honda para la posible creación de una alianza en materia de producción de componentes y 'software' para vehículos eléctricos, con vistas a reducir costes y potenciar su competitividad en plena expansión de este mercado.
En agosto, Mitsubishi Motors se unió también a las negociaciones para formar parte de la hipotética alianza.
La información sobre la posible fusión que dejaría la industria automovilística nipona dividida en dos grandes grupos -la nueva empresa conjunta y el configurado por Toyota- llega después de que el gigante taiwanés de la electrónica Hon Hai Precision Industry -que opera bajo el nombre Foxconn- expresara supuestamente su interés en adquirir parte de Nissan.
La firma con sede en Yokohama habría acelerado sus contactos con Honda con vistas a evitar la oferta de compra de la empresa taiwanesa, interesada en sus capacidades de desarrollo de vehículos eléctricos, así como en su tecnología de fabricación.
De llegar a buen término, la integración de ambas marcas japonesas marcaría la mayor reestructuración en la industria de la automoción a nivel global desde que Fiat Chrysler Automobiles y PSA se fusionaron en 2021, dando lugar a Stellantis, en un acuerdo valorado por aquel entonces en más de 52.000 millones de dólares (49.913 millones de euros).