Nuevo BYD Dolphin en Colombia: ¿referente en autonomía, confort y espacio?
¿Compacto con aspiraciones? El eléctrico de BYD sobresale en áreas poco comunes para vehículos de su segmento. Reseña.
Nicolás Fernández
Como una descripción muy precisa, BYD presentó el nuevo Dolphin en Colombia como un carro “sencillo y a la vez moderno”. Lo es y por mucho; pues, además de ser un compacto —en lo que a dimensiones se refiere— y gozar de las ventajas en movimiento de su tamaño, goza de las tecnologías multimedia hoy comunes en los productos de la marca y, claro, las demás virtudes de ser un carro eléctrico.
Es simple, a la vez, en operación. Al volante todo es cercano al conductor. Erradica la palanca de cambios y la reemplaza con un dispositivo a la altura del radio, con las tres funciones primarias que cualquier vehículo ofrece: Drive, neutro y reversa.
Su mayor bondad es lo que lo hace más llamativo: configura, en su estructura, libre de combustión y combustibles fósiles, una arquitectura interior generosa, un habitáculo amplio y algo poco común en el mercado automotor: capacidad para cinco ocupantes.
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Compacto y generoso
Aunque compacto y generoso parecen antónimos en el lenguaje automotor, la arquitectura de Dolphin armoniza con ambos términos y brinda una prolija distribución dentro del habitáculo. El espacio es suficiente en altura y rodillas tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Incluso, el espacio de baúl sobresale, con 345 litros disponibles para la carga y expandibles hasta los 1.310, abatiendo las sillas —Zoe, de Renault, su más cercano competidor en Colombia, ofrece unos 338 y 1.225 litros, respectivamente—.
¿Por qué es tan generoso con sus pasajeros? Bueno, esto se debe a su estructura o, más bien, a la plataforma sobre la que está construido. Se trata de la e-Platform 3.0, que promete —y cumple— una optimización de espacio, sobre la que también se levanta el SUV chino Yuan Plus.
Por fuera también hay armonía. En este caso, con su contexto. Dolphin es un carro urbano y sus 4.125 mm de largo, 1.770 de ancho y 1.570 de alto son le permiten desenvolverse en los espacios reducidos de ciudades como Bogotá y Medellín. Estacionarlo es sencillo, más, al ayudarse con su cámara de 360°.
Partiendo de que el confort vehicular es un concepto holístico que abarca distribución interior, espacio y sensaciones de manejo, no sobra mencionar que su distancia al piso máxima es de 150 mm —la mínima es de 130—, la insonorización está por encima del promedio y ofrece una de las suspensiones más amables, menos rígidas, del segmento de compactos. Reductores, imperfecciones y demás irregularidades se absorben sin mayor impacto para los pasajeros.
Dinámica en modo EV
Con hasta dos pasajeros, Dolphin es un vehículo versátil. Adelanta, cruza y transita sin movimientos bruscos en la carrocería. No hay mayores tambaleos, brincos o alguna inestabilidad cuando se transita a una velocidad de hasta 80 km/h, dentro y fuera de la ciudad.
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Tiene un cero a 100 km/h de 10,9 segundos. Las conclusiones no son las de un eléctrico explosivo, pero la entrega de torque —siempre inmediata en los eléctricos— es reactiva; en fin, suficiente.
Ahora bien, aunque está diseñado para cumplir con la tarjeta de propiedad y albergar hasta cinco personas, cuando el cupo supera los 130 kilogramos, las dinámicas de manejo se comienzan a reducir. La aceleración se hace menos prolongada y la reactividad, por supuesto, es menor. Su peso al vacío es de 1.405 kg, y con carga máxima de 1.780.
Y, claro, esto se debe a que Dolphin es lo que BYD promete: un carro sencillo y moderno. En total, son 94 caballos de potencia y 180 Nm de torque —los que entrega un tren motor eléctrico, basado en una batería Blade de 332.8 V y capacidad de hasta 44,9 kWh— para mover más de tonelada y media de masa.
Su autonomía, de 405 kilómetros en ficha, puede elevarse. La prueba, que alcanzó los 350 kilómetros, tuvo recorridos en ciudad y carretera. Al concluir, el nivel de la batería fue del 40 %.
Rango y tecnología
El punto más alto en tecnología interior es su pantalla multimedia de 12’8”, con rotación eléctrica vertical-horizontal. Este sistema resalta sobre la mayoría de materiales interiores, donde priman los plásticos y algunos detalles en cuero que no llegan a ser pretenciosos.
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En total, suma seis bolsas de aire, junto a sistemas de seguridad como el ABS, EDB, control de tracción y de arranque en pendiente, entre otros. Extraña algún control crucero adaptativo, freno de emergencia o alerta de tráfico cruzado. Hay frenos de disco ventilados para el eje delantero y tradicionales para el trasero.
A grandes rasgos, permite conducir en tres modos: Eco, Sport y Nieve. De igual forma, una opción para aumentar la regeneración de la batería por medio del frenado, aunque en la prueba, aún en el rango más alto, la sensación fue de una recarga leve.
El sencillo y moderno Dolphin es la bienvenida al mundo cero emisiones de BYD para Colombia. Una propuesta que puede cambiar la imagen de cualquier conductor sobre los vehículos chinos de propulsión eléctrica. Su precio, en febrero de 2023, es de $169’900.000.
*Encuentre las reseñas de los más recientes lanzamientos de la industria automotriz aquí.
Como una descripción muy precisa, BYD presentó el nuevo Dolphin en Colombia como un carro “sencillo y a la vez moderno”. Lo es y por mucho; pues, además de ser un compacto —en lo que a dimensiones se refiere— y gozar de las ventajas en movimiento de su tamaño, goza de las tecnologías multimedia hoy comunes en los productos de la marca y, claro, las demás virtudes de ser un carro eléctrico.
Es simple, a la vez, en operación. Al volante todo es cercano al conductor. Erradica la palanca de cambios y la reemplaza con un dispositivo a la altura del radio, con las tres funciones primarias que cualquier vehículo ofrece: Drive, neutro y reversa.
Su mayor bondad es lo que lo hace más llamativo: configura, en su estructura, libre de combustión y combustibles fósiles, una arquitectura interior generosa, un habitáculo amplio y algo poco común en el mercado automotor: capacidad para cinco ocupantes.
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Compacto y generoso
Aunque compacto y generoso parecen antónimos en el lenguaje automotor, la arquitectura de Dolphin armoniza con ambos términos y brinda una prolija distribución dentro del habitáculo. El espacio es suficiente en altura y rodillas tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Incluso, el espacio de baúl sobresale, con 345 litros disponibles para la carga y expandibles hasta los 1.310, abatiendo las sillas —Zoe, de Renault, su más cercano competidor en Colombia, ofrece unos 338 y 1.225 litros, respectivamente—.
¿Por qué es tan generoso con sus pasajeros? Bueno, esto se debe a su estructura o, más bien, a la plataforma sobre la que está construido. Se trata de la e-Platform 3.0, que promete —y cumple— una optimización de espacio, sobre la que también se levanta el SUV chino Yuan Plus.
Por fuera también hay armonía. En este caso, con su contexto. Dolphin es un carro urbano y sus 4.125 mm de largo, 1.770 de ancho y 1.570 de alto son le permiten desenvolverse en los espacios reducidos de ciudades como Bogotá y Medellín. Estacionarlo es sencillo, más, al ayudarse con su cámara de 360°.
Partiendo de que el confort vehicular es un concepto holístico que abarca distribución interior, espacio y sensaciones de manejo, no sobra mencionar que su distancia al piso máxima es de 150 mm —la mínima es de 130—, la insonorización está por encima del promedio y ofrece una de las suspensiones más amables, menos rígidas, del segmento de compactos. Reductores, imperfecciones y demás irregularidades se absorben sin mayor impacto para los pasajeros.
Dinámica en modo EV
Con hasta dos pasajeros, Dolphin es un vehículo versátil. Adelanta, cruza y transita sin movimientos bruscos en la carrocería. No hay mayores tambaleos, brincos o alguna inestabilidad cuando se transita a una velocidad de hasta 80 km/h, dentro y fuera de la ciudad.
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Tiene un cero a 100 km/h de 10,9 segundos. Las conclusiones no son las de un eléctrico explosivo, pero la entrega de torque —siempre inmediata en los eléctricos— es reactiva; en fin, suficiente.
Ahora bien, aunque está diseñado para cumplir con la tarjeta de propiedad y albergar hasta cinco personas, cuando el cupo supera los 130 kilogramos, las dinámicas de manejo se comienzan a reducir. La aceleración se hace menos prolongada y la reactividad, por supuesto, es menor. Su peso al vacío es de 1.405 kg, y con carga máxima de 1.780.
Y, claro, esto se debe a que Dolphin es lo que BYD promete: un carro sencillo y moderno. En total, son 94 caballos de potencia y 180 Nm de torque —los que entrega un tren motor eléctrico, basado en una batería Blade de 332.8 V y capacidad de hasta 44,9 kWh— para mover más de tonelada y media de masa.
Su autonomía, de 405 kilómetros en ficha, puede elevarse. La prueba, que alcanzó los 350 kilómetros, tuvo recorridos en ciudad y carretera. Al concluir, el nivel de la batería fue del 40 %.
Rango y tecnología
El punto más alto en tecnología interior es su pantalla multimedia de 12’8”, con rotación eléctrica vertical-horizontal. Este sistema resalta sobre la mayoría de materiales interiores, donde priman los plásticos y algunos detalles en cuero que no llegan a ser pretenciosos.
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En total, suma seis bolsas de aire, junto a sistemas de seguridad como el ABS, EDB, control de tracción y de arranque en pendiente, entre otros. Extraña algún control crucero adaptativo, freno de emergencia o alerta de tráfico cruzado. Hay frenos de disco ventilados para el eje delantero y tradicionales para el trasero.
A grandes rasgos, permite conducir en tres modos: Eco, Sport y Nieve. De igual forma, una opción para aumentar la regeneración de la batería por medio del frenado, aunque en la prueba, aún en el rango más alto, la sensación fue de una recarga leve.
El sencillo y moderno Dolphin es la bienvenida al mundo cero emisiones de BYD para Colombia. Una propuesta que puede cambiar la imagen de cualquier conductor sobre los vehículos chinos de propulsión eléctrica. Su precio, en febrero de 2023, es de $169’900.000.
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