Subaru y lo fiable. Lo seguro. La confianza. Sí, la fiabilidad. Esa que lidera la firma japonesa desde hace años en los listados de publicaciones especializadas y sirven de guía —y, por qué no, como una declaración de respeto— al consumidor, como Consumer Reports.
Bien, Subaru es eso y, también, tradición. Y para algunos, su nombre es relativo a una buena reputación. Alrededor del globo, quienes son usuarios enuncian como bondades tanto el rendimiento y desempeño dentro y fuera del asfalto como su oferta en tecnologías de seguridad.
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Y, sin duda, lo es. Porque rendimiento y desempeño, en destapados, se materializan, por ejemplo, con su tecnología X-Mode, donde motor, frenos y caja llevan a una conducción que se define con el mismo adjetivo que inició esta reseña y al que se suma el de tranquila y, como conclusión, segura.
Pero allí no concluye. Hoy, en agosto de 2023, Crosstrek da la bienvenida al portafolio de Subaru en Colombia; y a partir de aquí, de la base, desde su producto de entrada: suma el sistema EyeSight (control crucero adaptativo, de centrado de carril y de dirección, dirección de emergencia autónoma, junto a diez bolsas de aire, entre otros), con cámaras, sensores, sus ojos, como sistemas de seguridad activa para detectar objetos, vehículos y demás agentes viales.
Sin más rodeos, el concepto, la idea, de Subaru está presente desde su primer acercamiento al público. Es una propuesta sólida. Así, empezado con la conclusión, Crosstrek tiene algo de WRX y de Evoltis. También de Forester y Outback. Es Subaru, en síntesis y no escatima, aunque no debería, al tratarse de un producto que parte en los $146’000.000 y escala a los $185’000.000, para su versión tope y base de esta reseña (Hybrid Limited).
Adiós al XV
O bueno, más que una despedida, un cambio de nombre, pues en Estados Unidos se conocía como Crosstrek a la XV que se vendía en mercados como el colombiano.
A simple vista parece que el fabricante tomó la silueta de la SUV XV, inspirada en el deportivo WRX, y le otorgó nuevas líneas de carrocería, curvas en sus luces (un cuerpo óptico con tecnología LED), rediseñó y agrandó su parrilla para dar una impresión menos urbana, más inclinada al todoterreno, entre otros detalles a los que les basta una foto para ser expresados.
Evidentemente, hay un nuevo rostro, pero una misma esencia urbana, en tamaño. Tiene 4.480 mm de largo, 1.800 de ancho y 1.600 de alto; la receta adecuada para transitar en espacios reducidos o estacionarse, sin mayor dificultad, en la mayoría de parqueaderos de centros comerciales y conjuntos residenciales.
Ahora bien, casi 22 centímetros de altura al suelo auguran un fácil tránsito sobre terrenos irregulares. Aquí es donde Crosstrek se consolida como una opción sólida, casi un referente, pues el compacto de Subaru trasciende a la estética, no es una SUV más; es un todocamino prolijo con tintes de carro familiar.
Lo funcional funciona
Podríamos ocupar letras, líneas y párrafos agrupando los componentes que configura el nuevo Crosstrek híbrido en su interior; pero su mejor cara, sin duda, es el manejo y su “menor bondad” es el consumo.
Sin embargo, hacen parte de la experiencia y sin hilar delgado vale la pena señalar que el sistema de sonido, aunque se configure, puede sonar hueco y, a decir verdad, no ofrece la mejor calidad del segmento, poco se acerca. El sistema multimedia se basa en una pantalla vertical de 11,6 pulgadas, intuitiva, pero por momentos abrumadora en información, como al ajustar la temperatura.
Adentro sobresale, entre otros, la correcta ergonomía de las plazas delanteras y una suspensión firme en carretera y amable en la ciudad y el reductor, el policía acostado o el hueco.
Hay una dualidad de materiales. En el salpicadero hay una mayoría de plásticos duros. En las puertas, blandos. Atrás, donde dos ocupantes podrán viajar cómodamente, los duros priman y no cuentan con salidas de aire. La insonorización, en general, es aceptable y el interior, poco ostentoso.
Al volante, Subaru
Aquí, su mejor cara. Cuenta con un tren motor híbrido basado en un bloque de 2 litros, con 150 caballos y 196 Nm de torque, una batería de 118 voltios y una transmisión automática de siete marchas. Incluye el sistema SI-Drive con configuraciones de manejo inteligente y Sport, siendo este último el adecuado en carretera y en donde evade, levemente, el sosiego que aparece al llevar a fondo el pedal derecho.
Hay una estabilidad superlativa, a pesar de la altura al suelo y la distancia entre ejes (2.670 mm). También un frenado corto, preciso, y en definitiva adecuado en la mayoría de escenarios de la geografía nacional. Aunque es una SUV, la curvas no parecen rivales, y el rediseño acabó con ese silbido que generaba la resistencia al viento que sí ocupaba la cabina del XV.
No le teme al destapado; claro, es un todocamino, y de los referentes del segmento. El ya mencionado X-Mode cumple y no hay mayor inseguridades en la conducción al salir del pavimento o llegar a terrenos resbalosos o mojados.
Ahora, el consumo. Aquí, a entre 2.000 y 2.500 m. s. n. m., con una carga de 150 kg, el computador indicó un rango de 31 a 34 km/gal en ciudad. En carretera se estiró a un máximo de 58 km/gal. En conclusión, glotón y, por momentos, sosegado, pero confiable en adelantos y atrevido en terrenos agrestes. Vale la pena recordarlo, es un AWD de tiempo completo.
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Crosstrek es la bienvenida al mundo Subaru en Colombia. Una SUV que no se queda en la estética y suma a esa silueta las prestaciones o, mejor, una buena parte de las prestaciones de ellas, trascendiendo, a diferencia de la mayoría de sus competidoras, lo urbano.
