Países de la UE votarán este viernes sobre aranceles a carros eléctricos chinos
Los países de la Unión Europea tienen previsto votar el viernes sobre la imposición de pesados aranceles a los coches eléctricos importados desde China, dijeron diplomáticos europeos este lunes.
Los países de la Unión Europea (UE) votarán el viernes sobre la imposición de aranceles definitivos a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China al considerar que reciben subsidios ilegales que les hace competir de forma injusta con la industria comunitaria. La votación se producirá en la mañana del viernes.
La Comisión Europea, a cargo de la política comercial de la UE, lanzó en julio la idea de imponer aranceles adicionales de hasta el 36% a esos vehículos, luego que una investigación sugirió la existencia de subsidios y ayudas estatales chinas. Para la UE, esos subsidios afectan a los competidores europeos.
El voto ha sido pospuesto en diferentes ocasiones para dar más tiempo a las consultas entre la Comisión Europea (CE) -que tiene la potestad de negociar en asuntos comerciales en nombre de los Veintisiete- y el Gobierno chino, tras la visita a Bruselas del ministro de Comercio chino, Wang Wentao, el 19 de septiembre. Entonces, se reunió con el vicepresidente ejecutivo de la CE y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, quien defendió la investigación llevada a cabo por Bruselas que determinó que las ayudas de Pekín a algunos fabricantes son indebidas y distorsionan la competencia leal.
Ambos acordaron en cualquier caso “intensificar los esfuerzos” para encontrar una solución.Según indicaron fuentes comunitarias esta semana, incluso si la propuesta para imponer los aranceles sale adelante, continuarán los contactos en busca de una solución negociada. La propuesta de Bruselas supone contrarrestar estas prácticas comerciales desleales con un arancel adicional de un máximo del 36,3 % a estas importaciones, que se sumaría a la tasa habitual del 10 % a los coches eléctricos chinos.
Alemania, y más recientemente España, han criticado los aranceles, por temor a la posibilidad de que conduzcan a una guerra comercial con China, pero Francia e Italia, entre otros, apoyan la iniciativa.
El ministro magiar de Asuntos Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, dijo este jueves que los aranceles tendrían consecuencias peligrosas y perjudiciales para la Unión Europea (UE). ”Los burócratas de Bruselas están por matar mañana ritualmente la futura competitividad de la economía europea (...) ¿Por qué es tan perjudicial y peligrosa esta propuesta de los burócratas de Bruselas, y por qué puede acabar ritualmente con la competitividad europea? Pues, la columna vertebral de la economía europea es la industria automovilística”, señaló el ministro.
El arancel máximo se aplicaría a la compañía china SAIC y a todas las no incluidas en las pesquisas que no han cooperado con la investigación del Ejecutivo comunitario. A otras empresas incluidas en la investigación, BYD y Geely, se les impondrán aranceles del 17 y el 19,3 % respectivamente, mientras que los fabricantes chinos que cooperaron en la investigación pero que no se incluyeron en ella afrontarán por su parte un arancel adicional del 21,3 %.
Para que la propuesta comunitaria prospere deben pronunciarse a favor un 55 % de los Estados miembros que representen a un 65 % de la población europea (si esa misma cantidad se pronuncia en contra, la iniciativa decaería). Si no se alcanza ese margen ni a favor ni en contra de la propuesta, la Comisión puede afinarla -cambiando, por ejemplo, los porcentajes de aranceles adicionales- y volver a plantearla a los Estados miembros.
Ante la idea de los aranceles, China ya ha abierto investigaciones sobre el brandy europeo, algunos lácteos y productos porcinos importados desde la UE. El gigante asiático también presentó una apelación ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) el mes pasado.
Es poco probable que haya suficientes votos contrarios a la medida como para forzar a la Comisión a buscar una alternativa.
Los países de la Unión Europea (UE) votarán el viernes sobre la imposición de aranceles definitivos a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China al considerar que reciben subsidios ilegales que les hace competir de forma injusta con la industria comunitaria. La votación se producirá en la mañana del viernes.
La Comisión Europea, a cargo de la política comercial de la UE, lanzó en julio la idea de imponer aranceles adicionales de hasta el 36% a esos vehículos, luego que una investigación sugirió la existencia de subsidios y ayudas estatales chinas. Para la UE, esos subsidios afectan a los competidores europeos.
El voto ha sido pospuesto en diferentes ocasiones para dar más tiempo a las consultas entre la Comisión Europea (CE) -que tiene la potestad de negociar en asuntos comerciales en nombre de los Veintisiete- y el Gobierno chino, tras la visita a Bruselas del ministro de Comercio chino, Wang Wentao, el 19 de septiembre. Entonces, se reunió con el vicepresidente ejecutivo de la CE y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, quien defendió la investigación llevada a cabo por Bruselas que determinó que las ayudas de Pekín a algunos fabricantes son indebidas y distorsionan la competencia leal.
Ambos acordaron en cualquier caso “intensificar los esfuerzos” para encontrar una solución.Según indicaron fuentes comunitarias esta semana, incluso si la propuesta para imponer los aranceles sale adelante, continuarán los contactos en busca de una solución negociada. La propuesta de Bruselas supone contrarrestar estas prácticas comerciales desleales con un arancel adicional de un máximo del 36,3 % a estas importaciones, que se sumaría a la tasa habitual del 10 % a los coches eléctricos chinos.
Alemania, y más recientemente España, han criticado los aranceles, por temor a la posibilidad de que conduzcan a una guerra comercial con China, pero Francia e Italia, entre otros, apoyan la iniciativa.
El ministro magiar de Asuntos Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, dijo este jueves que los aranceles tendrían consecuencias peligrosas y perjudiciales para la Unión Europea (UE). ”Los burócratas de Bruselas están por matar mañana ritualmente la futura competitividad de la economía europea (...) ¿Por qué es tan perjudicial y peligrosa esta propuesta de los burócratas de Bruselas, y por qué puede acabar ritualmente con la competitividad europea? Pues, la columna vertebral de la economía europea es la industria automovilística”, señaló el ministro.
El arancel máximo se aplicaría a la compañía china SAIC y a todas las no incluidas en las pesquisas que no han cooperado con la investigación del Ejecutivo comunitario. A otras empresas incluidas en la investigación, BYD y Geely, se les impondrán aranceles del 17 y el 19,3 % respectivamente, mientras que los fabricantes chinos que cooperaron en la investigación pero que no se incluyeron en ella afrontarán por su parte un arancel adicional del 21,3 %.
Para que la propuesta comunitaria prospere deben pronunciarse a favor un 55 % de los Estados miembros que representen a un 65 % de la población europea (si esa misma cantidad se pronuncia en contra, la iniciativa decaería). Si no se alcanza ese margen ni a favor ni en contra de la propuesta, la Comisión puede afinarla -cambiando, por ejemplo, los porcentajes de aranceles adicionales- y volver a plantearla a los Estados miembros.
Ante la idea de los aranceles, China ya ha abierto investigaciones sobre el brandy europeo, algunos lácteos y productos porcinos importados desde la UE. El gigante asiático también presentó una apelación ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) el mes pasado.
Es poco probable que haya suficientes votos contrarios a la medida como para forzar a la Comisión a buscar una alternativa.