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Las rayas visibles en el vidrio trasero de los carros, conocidas como líneas calefactoras, cumplen una función crucial en condiciones de visibilidad reducida, especialmente en climas fríos o húmedos. Estos elementos calefactores, integrados en el vidrio, ayudan a despejar el área y garantizar una visión adecuada hacia la parte posterior del vehículo, un aspecto fundamental para la seguridad en la conducción. Conocer su funcionamiento y cómo activarlos permite a los conductores enfrentar situaciones de baja visibilidad de manera efectiva, preservando así la seguridad y la comodidad al volante.
Carlos Badillo, asesor experto de la marca Renault, explica que la función principal de las líneas calefactoras en el vidrio trasero de un vehículo es desempañar el cristal, optimizando así la visibilidad hacia atrás. Estas líneas, que actúan como resistencias eléctricas, se activan desde el interior del vehículo y producen calor al encenderse. Este calor permite nivelar la temperatura en ambos lados del vidrio, evitando la condensación provocada por la diferencia entre el aire frío exterior y el ambiente cálido del interior del carro.
“Cuando la superficie del vidrio trasero se empaña debido a esta diferencia de temperaturas, la visibilidad se ve afectada, lo que puede representar un riesgo en la conducción. Las líneas calefactoras son diseñadas para disipar esta humedad acumulada, proporcionando una visión despejada del entorno trasero del vehículo en situaciones de niebla, lluvia o frío extremo”, señala Badillo.
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De acuerdo con Badillo, en condiciones climáticas frías y húmedas, activar las líneas calefactoras en el vidrio trasero se vuelve fundamental para mantener una visibilidad adecuada. Las bajas temperaturas exteriores, combinadas con un ambiente más cálido en el interior del vehículo, generan un contraste térmico que favorece la condensación en las superficies de vidrio. Esta acumulación de humedad empaña el cristal trasero, afectando la visibilidad. En regiones con alta humedad relativa, como zonas tropicales, este fenómeno puede ser más frecuente, debido a que el aire húmedo se condensa fácilmente en superficies frías.
Además, climas lluviosos o neblina densa incrementan aún más la humedad en el ambiente, intensificando la tendencia a que el vidrio trasero se empañe. Por otro lado, en países o regiones con clima seco o con menor humedad relativa, el uso de las líneas calefactoras puede ser menos necesario. “Sin embargo, para los conductores que circulan en zonas tropicales o en ambientes donde la humedad es una constante, como Colombia, este sistema desempañador resulta indispensable”, añade.
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¿Cómo se activan las líneas del vidrio trasero?
Las líneas calefactoras en el vidrio trasero del vehículo se activan fácilmente mediante un botón en el panel de control, generalmente ubicado en el tablero o en la consola central. Este botón, identificado con un símbolo de vidrio y ondas de calor, permite encender las resistencias que recorren el vidrio trasero. Al activarlo, estas líneas comienzan a calentar el cristal, eliminando progresivamente la condensación desde el centro hacia los bordes, lo cual despeja la visión hacia la parte trasera.
Se recomienda activar estas líneas calefactoras cuando el vidrio trasero se empaña, los conductores pueden encenderlas de forma manual cuando noten que el empañamiento dificulta la visión hacia atrás, proporcionando así una mayor seguridad durante la conducción en condiciones adversas.
Según Badillo, las líneas calefactoras del vidrio trasero están diseñadas para ser altamente duraderas y resistir el paso del tiempo, ya que forman parte integral del vidrio desde su fabricación. Estas líneas se insertan durante el proceso de fundición del vidrio, lo que garantiza que queden completamente selladas y protegidas de factores externos. A diferencia de otros componentes del vehículo, no requieren mantenimiento periódico y no presentan desgaste con el uso normal, ya que el diseño sellado protege su funcionamiento.
Mientras el vidrio trasero permanezca intacto, es poco probable que las líneas calefactoras sufran daños o se rompan. “Este sistema de calefacción es una pieza confiable que puede mantener su eficacia durante muchos años, siempre que no haya impactos o rupturas en el vidrio que comprometan su integridad. Si el vidrio trasero llegara a sufrir una fisura o rotura, entonces sí podría verse afectado el funcionamiento de las líneas calefactoras”, sostiene.
Para el experto, pueden existir diferencias de calidad en los sistemas de calefacción de los vidrios traseros según el fabricante o el modelo del vehículo, lo cual puede influir en la durabilidad y eficiencia del sistema. Sin embargo, en general, estos elementos suelen tener una vida útil prolongada y rara vez presentan fallas, por lo que es un sistema confiable en condiciones de uso cotidiano.