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Al decidir comprar un vehículo híbrido, es importante distinguir entre las opciones disponibles: Mild Hybrid (MHEV), Hybrid Electric Vehicle (HEV) y Plug-in Hybrid Electric Vehicle (PHEV). Cada uno de estos sistemas combina motores de combustión y eléctricos con diferentes niveles de integración, lo que impacta factores como el ahorro de combustible, los costos operativos y la dependencia de infraestructura de carga externa. Comprender estas diferencias ayuda a seleccionar el modelo más adecuado según el presupuesto, las expectativas de eficiencia y las condiciones de uso diario.
Carlos Badillo, asesor experto de la marca Renault, explica las características de los vehículos híbridos ligeros (MHEV, por sus siglas en inglés). Estos vehículos cuentan con un motor de combustión interna similar al de cualquier vehículo tradicional, pero incorporan un generador eléctrico y una batería de iones de litio. Esta batería se encarga de alimentar los accesorios del vehículo cuando el motor de combustión se apaga.
El apagado del motor ocurre, por ejemplo, en semáforos o durante desaceleraciones. “Un caso destacado es el Renault Arkana, que incluye un “modo velero”. En este modo, el motor de combustión se apaga durante el movimiento siempre que se suelte el acelerador, permitiendo que el generador eléctrico y la batería de iones de litio mantengan el funcionamiento de los sistemas internos, como la radio, el cargador, la dirección electroasistida y el aire acondicionado”, puntualiza Badillo.
Es importante destacar que, en los híbridos ligeros, el generador eléctrico no está conectado directamente a las ruedas, por lo que no tienen capacidad de tracción eléctrica. Esto significa que el vehículo siempre depende del motor de combustión para moverse, aunque el apagado estratégico del motor reduce el consumo de combustible y las emisiones sin comprometer la funcionalidad del vehículo.
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De acuerdo con Badillo, los vehículos híbridos HEV (Hybrid Electric Vehicle) presentan un funcionamiento más avanzado en comparación con los MHEV, gracias a una mayor integración eléctrica. Estos vehículos cuentan con dos motores: uno eléctrico y otro de combustión interna, ambos conectados a la transmisión. Su funcionamiento alterna entre ambos motores dependiendo de las condiciones de manejo y el estado de carga de las baterías.
“Cuando las baterías que alimentan el motor eléctrico están cargadas, el vehículo puede operar en modo eléctrico, proporcionando tracción sin necesidad del motor de combustión. Sin embargo, si las baterías se descargan o si se requiere mayor potencia de la que puede ofrecer el motor eléctrico, el motor de combustión entra en funcionamiento para asistir en la tracción y recargar las baterías. Este sistema permite que ambos motores trabajen de manera conjunta y se alternen, ofreciendo una conducción eficiente con tecnología mixta que combina tracción eléctrica y combustión interna según sea necesario”, destaca Badillo.
Por su parte, los vehículos PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle) funcionan de manera similar a los HEV, ya que cuentan con dos motores: uno eléctrico y otro de combustión interna, ambos conectados a la transmisión y capaces de proporcionar tracción alternada según las condiciones de conducción. Sin embargo, su principal diferencia radica en que los PHEV incluyen un conector que les permite ser recargados directamente desde una red eléctrica, lo que los convierte en híbridos enchufables.
Esta característica es necesaria porque el motor eléctrico en los PHEV suele ser más grande y potente que en los HEV, al igual que su batería, lo que les permite operar por periodos más largos en modo completamente eléctrico.
“Debido a esto, el motor de combustión no siempre es capaz de recargar completamente la batería durante el movimiento del vehículo. La opción de enchufarlos a una fuente externa de energía asegura que la batería pueda recargarse al 100%, optimizando su desempeño y reduciendo aún más la dependencia del motor de combustión, lo que se traduce en menor consumo de combustible y emisiones”, sostiene el experto.
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¿Cómo elegir un híbrido? Factores clave a considerar
Elegir el vehículo híbrido adecuado depende de varios aspectos que influyen tanto en el costo inicial como en su uso a largo plazo. A continuación, Badillo presenta los puntos principales a evaluar:
- Eficiencia y consumo: En términos de consumo de combustible y eficiencia, la regla general es que, entre más dominante sea la participación del sistema eléctrico en un vehículo híbrido, mayor será el ahorro de combustible. Sin embargo, este ahorro también depende del tamaño del motor de combustión que acompaña a cada sistema híbrido. Por ejemplo, los Mild Hybrid (híbridos ligeros) tienden a ofrecer un ahorro de combustible menor en comparación con las tecnologías HEV y PHEV debido a su menor integración eléctrica.
- Mantenimiento: En cuanto al mantenimiento, los Mild Hybrid presentan una ventaja importante: su mantenimiento es similar al de un vehículo de combustión tradicional, limitándose a cambios de aceite, filtros y piezas de desgaste. Por otro lado, los HEV y PHEV, al integrar dos tecnologías (eléctrica y de combustión), requieren un mantenimiento más complejo y especializado. Esto implica cuidar tanto los sistemas eléctricos como los mecánicos, lo que puede resultar en costos más elevados a largo plazo, aunque se compensen con un mayor ahorro de combustible.
- Potencia: Los MHEV mantienen motores de combustión similares a los de un vehículo convencional, mientras que en los PHEV, el motor de combustión suele ser más pequeño, lo que puede reducir su potencia en ese modo.
- Precio: Los MHEV son los más accesibles, mientras que los HEV y PHEV tienen precios más altos debido a su tecnología y equipamiento avanzado.
- Infraestructura de carga: Los MHEV y HEV no requieren instalaciones adicionales, mientras que los PHEV pueden necesitar cargadores domésticos o acceso a estaciones de carga públicas.