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Peugeot y el diseño. Las líneas y sombras consecuentes de ellas. Hacer lo compacto robusto. Hacer lo robusto compacto. Un acierto, si se quiere, en conservar la identidad de marca en diferentes productos, de diversas dimensiones y con alternativas propulsiones. Pocas marcas son tan fieles a su estética como la francesa que es representada en Colombia por Astara.
Mientras otros fabricantes dan -o dieron, porque la mayoría ya lo hizo- una especie de avance de su futuro -en propuesta visual- con la presentación de sus primeros eléctricos, Peugeot, por su parte, ratifica, confía, su línea de diseño en sus cero emisiones.
Mientras otros hacen de este segmento el más llamativo -arriesgado, si se quiere- de su portafolio, los franceses apostaron por lo simple. Sí, transfirieron la tecnología eléctrica a sus vehículos. Quizá porque desde hace años cumplieron con ese ejercicio de explorar, jugar y resaltar por sus diseños. Quizá porque este tipo de propulsión se ajusta a esa idea que muchos tienen -o tenemos- de cómo debería verse un eléctrico.
El primero del león
Así, para hablar del primer eléctrico de Peugeot en Colombia, hay que hacerlo de lo novedoso. Primero, está disponible en su versión Gt, tope de gama. Y claro, su tren motor cero emisiones, el cual tiene como protagonista una batería de iones de litio con capacidad de 54 Kwh.
De iniciar el movimiento se encargan sus ruedas delanteras, las cuales transmiten los 154 caballos de potencia y hasta 260 Nm de torque que entrega el motor ubicado en este eje. La velocidad máxima está limitada a los 150 km/h y su autonomía, según el ciclo WLTP, es de 406 kilómetros.
El equipo de seguridad, en ficha, es robusto, y al igual que la variante a combustión incluye seis bolsas de aire, ABS, EDB, EBA, ESP, frenado autónomo de emergencia, anclajes Isofix, control crucero adaptativo, asistente de mantenimiento en carril, monitoreo de presión de los neumáticos, alerta de punto ciego, entre otros.
Se conserva compacto y, bueno, no sorprende, porque la variante eléctrica del 2008 comparte plataforma con su opción de gasolina. Mantiene sus 4.304 mm de largo, 1.947 -con espejos- de ancho y esa altura de 1.550. La capacidad del maletero es la misma, con 434 litros.
Existen pequeñas diferencias, entre ellas el cambio en la especificación de sus llantas. La SUV compacta de los franceses usa unas de especificación 215/55 R18, mientras que la opción de gasolina unas de 215/60 R17. También difiere el diseño de los rines, pero se conservan bitono.
Al volante
Similar en forma y equipo, el Peugeot E-2008 se diferencia del 2008 en la experiencia de manejo. Y es que hay una firmeza -casi rudeza- en la amortiguación del carro a las imperfecciones del camino, un punto que contrasta frente a la turbo de 1,2 litros.
También difiere en la respuesta al pedal derecho. Aunque no sorprende, porque se debe a una de las cualidades de los eléctricos. El torque inmediato entrega seguridad a la persona al volante en adelantos. Y esa firmeza en la suspensión se agradece allí, en carretera, sin brincos o vibraciones innecesarias. Cuenta con tres modos de manejo: Sport (donde se logra una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos), Normal y Eco.
Ahora bien, aunque bajo el capó no se encuentra el bloque turbo, Peugeot sí ubicó allí el motor eléctrico y demás partes del tren motor. En movimiento, ningún sonido proveniente de esta parte invade la cabina. Es de resaltar, en medio del tradicional trabajo silencioso de los EV, la prolija insonorización de una cabina a la que no atraviesa ni la resistencia del viento, ni el sonido del neumático sobre el asfalto.
La percepción de los materiales dentro de la cabina es similar a la del 2008. Hay una mayoría de plásticos rígidos, una pantalla de 10” en 3D que sirve de panel de instrumentos, otra de 10” como eje del sistema multimedia y en esta versión los galos reemplazan la palanca de cambios por un pequeño selector que se usa con los dedos.
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Con la E-2008, Peugeot da el salto a la movilidad cero emisiones, sin detenerse en tecnologías híbridas enchufables que sí comercializan en otros mercados. El primer eléctrico del león en el país y la continuación de una propuesta que gana lo visual y ahora en la experiencia al volante. Su precio, a agosto de 2024, es de $173.000.000.