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“Cerrar los ojos e imaginar el futuro” debe ser la entrada a cientos de conversaciones que se dan entre equipos creativos y emprendedores de todos los campos alrededor del mundo. Imaginar, con base en lo que se conoce, a lo tangible. O volar y crear un futuro basado en supuestos, ficción en su máxima expresión.
Hace un poco más de un año, antes de que la pandemia por el COVID-19 derrumbara paradigmas, Porsche expuso el “alma” de su futuro. Y no, no creó sobre terreno desconocido. Tampoco divagó, pues presentó a Taycan y demostró que su esencia de marca va más allá del funcionamiento de un propulsor que inicia una reacción para generar movimiento gracias a un combustible fósil.
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Eléctrico y Porsche
Dejándose llevar por los sentidos, tras oprimir el pedal derecho dentro de un habitáculo que parece definir el término “insonorización”, Taycan reacciona tan rápido como la electricidad se lo permite. El cabeceo al acelerar es evidente, inevitable, aunque esta sea la versión “base” y -omitiendo la conjunción- entregue una potencia de 402 caballos y 345 Nm de torque, un número menor que el de las opciones 4S (563 Hp), Turbo (670 Hp) y Turbo S (750 Hp).
Frente al conductor, una interminable lista de piezas suaves al tacto que nunca dejan de recordar el origen del coche. En el tacómetro (de 16,8 pulgadas), si es que aún se les llama así a las pantallas digitales que hace años se apropiaron de la industria, proyecta, además de la velocidad y revoluciones, el estado, comportamiento, tipo de manejo, navegación y demás (y más) información que el piloto puede solicitar en algún momento.
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Los asientos entran en armonía con la conducción que ofrece el vehículo. Hay ergonomía y los trayectos largos son gentiles con la zona lumbar y el cuello. Claro, quién prestará atención a su comodidad mientras conduce un auto que entrega todo lo que se le pide. Uno tan atrevido como silencioso. Tan sagaz como recatado. Tan Porsche como eléctrico.
Un gusto para compartir
Deportivos como el Carrera 911 4S hoy son íconos de Porsche. Su estatus, en gran parte, se debe a la bien llamada experiencia que entrega un motor de seis cilindros, tres litros y 450 caballos de poder, cuyo sonido parece nutrir y conquistar el espíritu de cualquiera que se haga su piloto, hasta hacerlo un seguidor de la marca.
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Taycan, por su parte, fácilmente puede ser el Porsche del que todos hablan. Siendo el primer eléctrico del fabricante alemán, ofrece, además de las experiencias ya mencionadas, espacio para cuatro pasajeros y un maletero de 450 litros. Claro está, es un eléctrico y las disposiciones de su batería y motores conspiran a favor del espacio disponible.
Sus cuatro plazas (dos adelante y dos atrás) entran en constante interacción con las cinco pantallas (una frente al conductor, la del sistema de infoentretenimiento, otra delante del copiloto, junto al apoyabrazos, y una última para calibrar el aire acondicionado en las plazas traseras) que inevitablemente “conectan” a los pasajeros con el auto.
Una respuesta a cada pregunta
Al hablar de Taycan, Jorge Behar, gerente general de Autoelite, distribuidor oficial de Porsche en Colombia, menciona los cuestionamientos de los interesados en el auto, respecto a su autonomía. “No hay necesidad de cargarlo todos los días”, responde con brevedad, haciendo alusión a que, por ejemplo, esta versión de entrada ofrece entre 382 y 450 kilómetros de autonomía en ciudad, una cifra a tener en cuenta, pues un coche urbano premium con un tanque lleno permite entre 350 y 400 kilómetros de recorrido. Claro, un auto común en medio de su lujo. Porsche, sin duda, no es un fabricante de vehículos comunes.
La marca incursionó en los eléctricos y no acabó con el estigma que en algún momento hubo sobre su potencia. Sin embargo, sumó uno, o más bien, muchos granos de arena para ratificar que la potencia no es consecuencia de la combustión y hoy en el mercado es correcto afirmar que existe una opción de altas prestaciones, eléctrica y familiar (1.966 cm de ancho, 4.963 de largo y 1.395 de alto).
Este es el carro por el que todos preguntan. Como un dato curioso: en Miami, donde ruedan autos con logos de Lamborghini y Ferrari, de colores tan fluorescentes que se funden en los cielos del estado del sol, la mayoría de las miradas y comentarios apuntan a este eléctrico, aunque esté estacionado entre un “peso pesado” de la marca, como lo es un Cayenne GTS (453 Hp), y un exponente del término altas prestaciones de la talla de un Carrera 911 Turbo S (450 Hp).
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En ocasiones, imaginar el futuro incluye un orden casi repetitivo capaz de deshumanizar a sus implicados. Taycan es libertad a futuro. Sus prestaciones, que en parte traducen las intenciones del conductor en un volante finamente calibrado, insinúan que Porsche evoluciona fiel a su espíritu o, como ellos lo llaman: “Soul, electrified” (alma electrificada, en inglés).