Prueba superada para los JAC
Autocom, el importador, quiso demostrar la calidad de sus autos, de origen chino, con un examen exigente.
Redacción Autos
Hay formas de romper paradigmas. Se puede hacer con palabras o recurrir a los hechos. Y Autocom, la empresa que comercializa los vehículos JAC en el país, se decidió por lo segundo.
Su objetivo, claro y contundente: acabar de una vez por todas el mito de que los vehículos chinos no tienen las condiciones para soportar las exigencias de una topografía como la colombiana.
Y para hacerlo se la jugó entero, con la organización de lo que denominaron la “Ruta Colombia”, en la que cuatro de los modelos de su portafolio de vehículos (Veloce, B15, B-Cross y Smile) se pusieron a prueba, en cerca de 3.500 kilómetros, enfrentando las rutas más exigentes del país y bajo la conducción de los representantes de los medios de comunicación especializados, entre ellos Autos, de El Espectador.
Pero no fue una decisión a la ligera. Se basaron en la experiencia con la línea de camiones, microbuses y busetas, que comenzaron a comercializar desde 2006, con cuatro referencias (hoy ofrecen 13), y en las ventas, que superan las 5.000 unidades, con una satisfacción al cliente en cuanto a comportamiento de los vehículos y servicio posventa, además, de los 41 años de historia de marca y una producción anual que hoy alcanza los 200.000 camiones y 40.000 vehículos de pasajeros.
En JAC tienen razones para argumentar que su portafolio de vehículos cuenta con los estándares más altos de calidad. Por ejemplo, las carrocerías fueron diseñadas por Pirifanina, en Italia; los motores, por la compañía Avl e Ilmor, en Austria e Inglaterra, respectivamente; y el desarrollo y montaje de las plantas fue hecho por japoneses y gran parte de la maquinaria provino de Alemania y Japón.
Y, hay que decirlo, los cuatro modelos en prueba superaron con creces el reto, con un comportamiento adecuado, teniendo en cuenta sus características, como las del Veloce, que viene equipado con un motor de 1.332 c.c., que desarrolla 98 caballos de potencia y en su versión full equipo cuenta con doble airbag (pasajero y conducto) y frenos ABS; la del B15, que monta un motor de 1.5 litros de 12 válvulas, con una potencia máxima de 102 HP a 6.000 rpm, con ABS, EBD y sensor de alarma, al cual se le montará en Colombia un turbo; el familiar B-Cross, para siete pasajeros, con un motor 1.8 de 16 válvulas y 141 caballos, también con ABS y EBD; y el Smile, un City car con un diseño de vanguardia que viene equipado con un propulsor de 999 centímetros cúbicos, con una potencia de 67 HP a 6.000 revoluciones por minuto.
Hay formas de romper paradigmas. Se puede hacer con palabras o recurrir a los hechos. Y Autocom, la empresa que comercializa los vehículos JAC en el país, se decidió por lo segundo.
Su objetivo, claro y contundente: acabar de una vez por todas el mito de que los vehículos chinos no tienen las condiciones para soportar las exigencias de una topografía como la colombiana.
Y para hacerlo se la jugó entero, con la organización de lo que denominaron la “Ruta Colombia”, en la que cuatro de los modelos de su portafolio de vehículos (Veloce, B15, B-Cross y Smile) se pusieron a prueba, en cerca de 3.500 kilómetros, enfrentando las rutas más exigentes del país y bajo la conducción de los representantes de los medios de comunicación especializados, entre ellos Autos, de El Espectador.
Pero no fue una decisión a la ligera. Se basaron en la experiencia con la línea de camiones, microbuses y busetas, que comenzaron a comercializar desde 2006, con cuatro referencias (hoy ofrecen 13), y en las ventas, que superan las 5.000 unidades, con una satisfacción al cliente en cuanto a comportamiento de los vehículos y servicio posventa, además, de los 41 años de historia de marca y una producción anual que hoy alcanza los 200.000 camiones y 40.000 vehículos de pasajeros.
En JAC tienen razones para argumentar que su portafolio de vehículos cuenta con los estándares más altos de calidad. Por ejemplo, las carrocerías fueron diseñadas por Pirifanina, en Italia; los motores, por la compañía Avl e Ilmor, en Austria e Inglaterra, respectivamente; y el desarrollo y montaje de las plantas fue hecho por japoneses y gran parte de la maquinaria provino de Alemania y Japón.
Y, hay que decirlo, los cuatro modelos en prueba superaron con creces el reto, con un comportamiento adecuado, teniendo en cuenta sus características, como las del Veloce, que viene equipado con un motor de 1.332 c.c., que desarrolla 98 caballos de potencia y en su versión full equipo cuenta con doble airbag (pasajero y conducto) y frenos ABS; la del B15, que monta un motor de 1.5 litros de 12 válvulas, con una potencia máxima de 102 HP a 6.000 rpm, con ABS, EBD y sensor de alarma, al cual se le montará en Colombia un turbo; el familiar B-Cross, para siete pasajeros, con un motor 1.8 de 16 válvulas y 141 caballos, también con ABS y EBD; y el Smile, un City car con un diseño de vanguardia que viene equipado con un propulsor de 999 centímetros cúbicos, con una potencia de 67 HP a 6.000 revoluciones por minuto.