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Aunque un diseño exterior atractivo y sofisticado suele ser lo que más destaca para muchos al momento de elegir un carro, el verdadero enfoque se encuentra en el interior del vehículo. Para el conductor, el habitáculo es el espacio más visible y donde la funcionalidad se entrelaza con las preferencias individuales. Es fundamental que el panel de instrumentos no solo ofrezca una apariencia agradable, sino que también funcione de manera óptima según las necesidades del usuario.
En este contexto, el debate sobre la elección entre botones físicos y controles táctiles para gestionar sistemas esenciales, como la climatización y el entretenimiento, ha suscitado diversas opiniones entre fabricantes y usuarios. Los botones físicos, un elemento clásico en los carros, están siendo gradualmente reemplazados en muchos modelos recientes por sofisticadas pantallas táctiles. Sin embargo, esta evolución no está exenta de controversia, como señala un estudio de la plataforma digital AutoTrader.
Desde los tiempos en que los carros contaban con estéreos de casete y reproductores de CD integrados en los tableros, la industria automotriz ha experimentado un notable progreso. De acuerdo con el análisis, en 2024 se presentaron nuevas tecnologías que han entusiasmado a los aficionados del motor. Con el fin de identificar qué fabricantes están más asociados con la innovación tecnológica y conocer la opinión de los conductores sobre los últimos avances en el diseño de tableros, se realizó una encuesta a 2.000 conductores en el Reino Unido para captar su percepción sobre la evolución en diseño y tecnología automotriz.
Con la proliferación de vehículos eléctricos que presentan tableros de diseño vanguardista, equipados con sistemas de control basados en inteligencia artificial y modernas pantallas táctiles, surgió el interés por conocer la percepción de los conductores sobre estas innovaciones. Asimismo, se buscó identificar cuál vehículo, ya sea nuevo o antiguo, cuenta con el diseño de tablero más estéticamente atractivo.
En el estudio de AutoTrader, los investigadores exploraron las opiniones de los usuarios mediante un seguimiento ocular para determinar qué paneles de instrumentos resultan más atractivos visualmente. Posteriormente, se llevaron a cabo entrevistas con los conductores para profundizar en sus sentimientos respecto a los avances en el diseño de estos elementos en los automóviles.
La investigación realizada indica que, aunque el atractivo del diseño minimalista y de los interiores tecnológicos de los vehículos eléctricos es indiscutible, un 45 % de los conductores en el Reino Unido expresa reservas sobre el uso de estas funciones avanzadas. Además, cerca del 40 % de los conductores prefieren los botones físicos en lugar de las pantallas táctiles en sus tableros de instrumentos.
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Los carros con los interiores más atractivos
Adicionalmente, el estudio fue realizado con un innovador software de seguimiento ocular, que analizó 50 interiores de automóviles considerados los “más atractivos” por expertos de la industria automotriz en los últimos dos años. Su objetivo fue identificar qué diseño de tablero o salpicadero capta más rápidamente la atención de los observadores y cuánto tiempo logra mantenerla.
Se registró el tiempo que los participantes tardaron en enfocarse en un diseño específico del tablero y cuánto tiempo permanecieron mirando ese mismo panel antes de que su mirada se desplazara. Estas dos métricas se combinaron para generar una puntuación que determina cuáles modelos de vehículos poseen realmente los tableros más atractivos.
El análisis realizado mediante seguimiento ocular revela que los vehículos eléctricos lideran en cuanto a interiores atractivos, ya que el 80 % de los 10 tableros más impresionantes corresponden a este tipo de automóviles.
En el primer lugar se encuentra el Tesla Model S, con una puntuación combinada de “atractivo” del 64,1 % en su salpicadero. Conocido como “una tableta sobre ruedas”, su panel táctil de 17 pulgadas se erige como el elemento central del interior del Model S. Este sistema integra funciones esenciales del vehículo, facilitando la visualización y el uso de mapas, además de ofrecer aplicaciones de control central que se deslizan con facilidad y una cámara de visión trasera que simplifica el estacionamiento en reversa.
En la segunda posición de la lista se encuentra el Rimac Nevera, un deportivo completamente eléctrico diseñado y fabricado por la empresa croata Rimac Automobili, que obtuvo una puntuación de atractivo del 57%. Justo detrás, el BMW i5 eDrive 40 se sitúa en tercer lugar, con un diseño de salpicadero que alcanzó una calificación del 56,1% gracias a su elegante estilo minimalista y su acabado clásico característico de BMW. A continuación, se encuentran otros tres icónicos vehículos eléctricos: el Polestar 2 ocupa la cuarta posición, el Porsche Taycan es el quinto, y el Tesla Cybertruck se posiciona en el sexto lugar entre los tableros más atractivos.
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No todo es color de rosa para las pantallas táctiles en los carros
Una de las principales desventajas asociadas a los controles táctiles en los carros es el aumento de la distracción que estos pueden generar durante la conducción. Al tratarse de superficies planas y sin relieve, los conductores se ven obligados a desviar la mirada de la carretera para interactuar con ellos, lo que no ocurre con los botones físicos, que pueden ser reconocidos por el tacto sin necesidad de apartar los ojos del camino. Esta característica ha despertado inquietudes en relación con la seguridad vial y la atención del conductor.
Un informe emitido por la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) de Estados Unidos advirtió sobre el aumento en los tiempos de respuesta y la distracción visual que provoca el uso de pantallas táctiles al conducir. Según el estudio, la falta de retroalimentación táctil obliga a los conductores a mirar la pantalla para realizar cualquier ajuste o control, lo que incrementa el riesgo de accidentes. “En una pantalla táctil, no puede sentir lo que está haciendo, y se tiene que mirar”, señala el documento, resaltando el peligro que representa este tipo de tecnología cuando se utiliza en movimiento.
Una de las distracciones más peligrosas al conducir es mirar las pantallas del carro, especialmente para enviar o leer mensajes de texto. Esta acción desvía la atención del conductor durante unos 5 segundos, lo que, a una velocidad de 55 mph, es comparable a recorrer la longitud de un campo de fútbol con los ojos cerrados. El impacto de este tipo de distracción es alarmante: solo en 2022, 3.308 personas perdieron la vida en accidentes automovilísticos que involucraron a conductores distraídos.
A raíz de estas preocupaciones, varios fabricantes han comenzado a replantearse la eliminación completa de los botones físicos en algunos de sus modelos. Aunque las pantallas táctiles ofrecen una apariencia moderna y una interfaz limpia, la necesidad de mantener la seguridad en carretera está llevando a algunas marcas a reconsiderar la reintegración de controles físicos para ciertas funciones clave del vehículo, buscando un equilibrio entre diseño innovador y seguridad funcional.
Algunos conductores han manifestado su frustración con el uso de pantallas táctiles, especialmente en circunstancias donde estas se vuelven poco funcionales o presentan fallos. Las quejas más comunes se refieren a errores de software o a la falta de respuesta adecuada al contacto, especialmente cuando el conductor lleva guantes. Estas dificultades, aunque no se presentan de manera generalizada, han generado insatisfacción en ciertos usuarios, quienes prefieren controles más confiables y accesibles en cualquier situación.
Este tipo de inconvenientes puede representar un desafío considerable para los conductores, especialmente cuando se manifiestan mientras están en movimiento. En situaciones de conducción, la necesidad de reaccionar rápidamente a los controles del vehículo es fundamental, y un fallo en la respuesta de la pantalla táctil podría afectar la seguridad. Aunque estos problemas no afectan a todos los usuarios, su potencial para interferir con la experiencia de conducción genera preocupación entre aquellos que valoran la fiabilidad de los controles manuales.
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