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Ante una situación de pérdida total o parcial de los frenos en un vehículo, el conductor enfrenta un escenario de alto riesgo que requiere una rápida y precisa toma de decisiones para minimizar el impacto de un posible accidente. Este tipo de fallos mecánicos, que pueden derivarse del desgaste, la falta de mantenimiento o un uso inadecuado, resalta la importancia de conocer las acciones inmediatas que deben tomarse para garantizar la seguridad de los ocupantes y las personas en la vía.
Pablo Sáenz, piloto experto de la marca Michelin, destaca que ante una pérdida repentina de los frenos, lo primero y más importante es mantener la calma, ya que evitar el pánico resulta esencial para actuar con claridad. El siguiente paso es evaluar si el pedal del freno está completamente inoperativo o si aún responde parcialmente.
Si el pedal está totalmente flojo, se debe intentar utilizar el freno de mano, accionándolo de forma suave para evitar el bloqueo de las ruedas traseras. Simultáneamente, el conductor debe reducir la velocidad mediante la bajada progresiva de marchas y, de ser posible, encender las luces de emergencia para advertir a los demás conductores.
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Para reducir la velocidad de manera segura en caso de una falla total del sistema de frenos, es clave utilizar las marchas. Reducir gradualmente a marchas más bajas permite desacelerar el vehículo aprovechando el freno motor, que utiliza la compresión del motor para frenar. Para realizar este proceso de forma segura, se debe emplear el embrague, asegurando una transición suave que no dañe el motor.
En descensos pronunciados, se puede aprovechar el terreno para controlar la velocidad: “en situaciones extremas, se recomienda buscar una zona de escape con mayor resistencia, como césped o arena, o también una curva amplia para realizar un deslizamiento controlado y minimizar el riesgo”, señala.
De acuerdo con Sáenz, para alertar a otros conductores y evitar colisiones, es indispensable activar las luces de emergencia de inmediato. Esto permite que los demás identifiquen que hay un problema. El piloto experto recomienda encender las luces de freno de manera intermitente para indicar que el vehículo está ralentizando, incluso si no puede detenerse por completo. En vías rápidas, el uso de la bocina o pito de forma intermitente también es útil para advertir a los vehículos cercanos, procurando mantener siempre una distancia de seguridad.
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¿Cómo saber si los frenos están en buen estado?
El Real Automóvil Club de España (RACE), fundado en 1903, es una entidad dedicada a promover el uso seguro de los vehículos y brindan soluciones a los problemas de los conductores en carretera. Según esta organización, cuando un vehículo es nuevo y se realiza el rodaje adecuado, todas sus piezas trabajan en conjunto de forma óptima, incluyendo el sistema de frenado.
Sin embargo, con el tiempo, los componentes se desgastan y, si no se efectúan las revisiones necesarias, pueden surgir daños que comprometan la seguridad. Juan Manuel Llorente, formador técnico del RACE, explica los principales síntomas que pueden indicar problemas en el sistema de frenos:
- El vehículo frena menos que antes: Esto puede deberse a un bajo nivel de líquido de frenos, al desgaste de las pastillas (que suelen emitir chirridos) o al deterioro de los discos.
- El pedal del freno está más duro y requiere mayor fuerza para frenar: Esta condición podría indicar un fallo en el servofreno (dispositivo que amplifica la fuerza que se aplica al pedal de freno de un vehículo). También puede ser el resultado del fenómeno conocido como “fading” o fatiga de los frenos, que ocurre tras exposiciones prolongadas a altas temperaturas, reduciendo el coeficiente de fricción.
- El carro pierde líquido y frena mal: En este caso, la causa podría ser una bomba de freno en mal estado, lo que afecta directamente la fuerza de frenado.
- El carro se desvía al frenar: Lo primero que se debe revisar es la presión, el desgaste y la alineación de los neumáticos. Si estos están en buen estado, podría tratarse de pastillas de freno mal asentadas, frenos desajustados, una fuga de líquido, amortiguación blanda o grasa entre las pastillas y el disco que impida una frenada eficiente.
- El pedal del freno se siente blando: Esto podría ser consecuencia de la entrada de aire en el circuito o de un nivel crítico de líquido de frenos.
Según Sáenz, entre las señales que indican posibles fallos en los frenos se incluyen ruidos inusuales como chirridos o zumbidos al presionar el pedal, vibraciones anormales o un pedal que se siente esponjoso o excesivamente rígido. Si el vehículo tiene ABS, una luz de advertencia encendida en el tablero es un claro indicio de un problema.
“Para prevenir fallas en los frenos, es necesario realizar un mantenimiento regular, que incluya la revisión de las pastillas, discos y el nivel de líquido de frenos, asegurando así que todo el sistema esté en óptimas condiciones antes de conducir”, enfatiza.