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Al comprar una moto usada, es esencial realizar una revisión detallada que permita asegurarse de que el vehículo se encuentra en óptimas condiciones y cumpla con los requisitos legales. Este proceso es crucial para evitar futuros inconvenientes, tanto en términos de seguridad como de rendimiento, y para garantizar que la inversión sea realmente provechosa.
Carlos Badillo, asesor experto en motos multimarca, enfatiza la importancia de revisar cuidadosamente la documentación al adquirir una motocicleta usada. Como primer paso, recomienda verificar que el SOAT y la revisión tecnomecánica estén vigentes, ya que estos documentos son esenciales para realizar el trámite de traspaso. En caso de que no estén al día, podría ser necesario negociar un descuento en el precio de la moto, pero esto dependerá del acuerdo entre las partes.
Asimismo, es fundamental comprobar que los datos en la tarjeta de propiedad coincidan con los del vehículo y el propietario, especialmente el número de chasis y el motor. Esta verificación no solo asegura que la motocicleta no sea robada, sino que también permite identificar posibles cambios en el motor, lo que podría requerir más investigación. A su vez, es crucial que los datos del propietario en la tarjeta de propiedad coincidan con los del vendedor o, en su defecto, que este tenga conocimiento de la persona registrada como propietaria.
Por otra parte, es importante revisar el historial de la moto para detectar posibles comparendos, embargos, o limitaciones a la propiedad que el actual dueño podría desconocer, especialmente en el caso de fotocomparendos. Esta información puede ser consultada de manera gratuita a través de las páginas del Simit y el RUNT utilizando la placa del vehículo y la cédula del propietario. “Es necesario verificar que los datos como el chasis, la placa y el número de motor coincidan con los de la tarjeta de propiedad y la motocicleta misma”, destaca.
De acuerdo con Badillo, para obtener detalles adicionales, como el historial de accidentes, reclamaciones de seguros o si la moto ha sido registrada como salvamento o pérdida total, se puede adquirir un certificado en el RUNT por un costo aproximado de $20.000. Aunque esta información no tiene implicaciones legales directas, proporciona una visión más detallada del estado y antecedentes de la motocicleta, lo cual es fundamental para tomar una decisión informada.
Si la persona no desea realizar el trabajo de consultar antecedentes o revisar el número de chasis y motor, o si no tiene suficiente conocimiento sobre estos aspectos, es recomendable optar por un peritaje en sitios especializados. Aunque algunas personas confían en su mecánico de confianza, es importante destacar que estos talleres no suelen realizar revisiones completas de antecedentes. En estos casos, lo mejor es acudir a servicios especializados, que se dedican a verificar que la motocicleta esté en orden tanto mecánica como estructural y legalmente.
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Aspectos técnicos y mecánicos
Según Badillo, al inspeccionar una motocicleta usada, es importante revisar varios aspectos mecánicos y técnicos en detalle. Primero, se debe verificar el estado de las llantas y las piezas de desgaste, como los frenos, así como los intervalos de cambio de aceite y filtros. Aunque el desgaste no indica necesariamente que la moto esté dañada, es importante considerar estos factores, ya que el mal estado de estos componentes puede implicar gastos adicionales para el nuevo propietario.
Adicionalmente, se debe examinar el motor con atención. Al escuchar ruidos extraños y verificar que no haya humo de colores inusuales saliendo por el escape. En la mayoría de las motos modernas, que cuentan con motores de cuatro tiempos, no se debería observar humo en exceso. “El humo negro puede indicar problemas de sincronización, mientras que el humo blanco podría ser simplemente condensación. Sin embargo, el humo blanco-azuloso sugiere un consumo excesivo de aceite, lo que podría significar que el motor necesita reparaciones importantes”, añade.
Entretanto, se debe asegurar que todas las marchas entren correctamente y que el chasis no tenga soldaduras no originales, lo que podría señalar que la moto ha estado involucrada en un accidente. Estos aspectos son esenciales para evaluar el estado general y la seguridad del vehículo.
“Dado que no todos los vendedores permiten una prueba de ruta debido a preocupaciones sobre posibles robos, es altamente recomendable realizar un peritaje en un sitio especializado para evaluar el estado de la motocicleta. Sin embargo, si el vendedor lo permite, una prueba de ruta también es beneficiosa”, subraya.
Durante esta prueba, es crucial observar el rendimiento del motor, asegurarse de que no emita humo excesivo, y verificar que todas las marchas entren correctamente y que la moto tenga suficiente fuerza al arrancar. La falta de potencia al arrancar puede indicar problemas como desgaste en el disco de clutch o bloqueos en filtros, lo cual podría señalar daños internos.
Para una prueba de manejo efectiva de una motocicleta usada, siga estos pasos:
- Encendido del motor: verifique el tiempo de arranque y el humo emitido.
- Fuerza del arranque: asegúrese de que la potencia sea adecuada para la cilindrada de la moto.
- Marchas: compruebe que los cambios entren suavemente y sin ruidos extraños.
- Frenos: pruebe que frenen correctamente sin ruidos anormales y sin cabeceo en la dirección.
- Luces y botones: verifique el funcionamiento de todas las luces, botones y el velocímetro.
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Autenticación de los componentes originales
Para verificar la autenticidad y condición de los componentes originales en una motocicleta, es necesario realizar una inspección detallada de cada pieza. Los repuestos originales suelen estar marcados con un número de parte y una marca de fábrica específica. Si se encuentran repuestos genéricos, estos tendrán una marca diferente a la original de la motocicleta, lo cual puede indicar que no son piezas originales.
Además, algunos fabricantes marcan sus componentes con placas de identificación o números de serie que corresponden a la pieza original de fábrica. En algunos casos, los propietarios pueden haber añadido marcas personales o identificadores en las partes, lo que también puede ayudar a verificar su origen.
“Una inspección minuciosa debe incluir la revisión de marcas y números de serie en cada componente para confirmar que todos son originales y coinciden con los especificados por el fabricante. Esta verificación es crucial para asegurar que la motocicleta mantenga su valor y funcionalidad conforme a los estándares de fábrica”, puntualiza.
Al comprar una motocicleta usada, es importante considerar el riesgo inherente a los vehículos de segunda mano, que a menudo ya no están en garantía. Por ello, se recomienda incluir en el presupuesto un monto destinado a un mantenimiento general. Esto permitirá al nuevo propietario conocer los próximos intervalos de cambio de aceite, filtros y otros mantenimientos necesarios, proporcionando una mayor seguridad y evitando sorpresas desagradables.