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Hasta el pasado lunes fueron ocho semanas de pausa, fruto de las medidas tomadas para evitar la propagación del coronavirus en Estados Unidos, donde la cifra de contagiados ya supera el millón y medio, mientras las muertes son cercanas a las 350 mil.
Los gigantes General Motors, Ford y Fiat Chrysler fueron los tres grupos y fabricantes que reanudaron su operación en los estados de Michigan y Ohio, el 18 de mayo. Para reactivar sus operaciones, sus trabajadores tuvieron que seguir instrucciones como el uso de mascarilla, la medición constante de temperatura y el lavado frecuente de manos.
Una semana antes, el mundo ya conocía que estos fabricantes centrarían su producción en uno de los segmentos de mayor crecimiento en el mercado de automotores, los coches SUV.
La reapertura no fue total. Ford, por su parte, reactivó la producción de sus productos con un 80 % de los trabajadores que usualmente operan sus factorías (unas 59 mil personas).
General Motors puso fin a la pausa de dos meses, con la vuelta a sus funciones operativas de 15 mil de los 48 mil empleados que trabajan en las líneas de producción de ese país. En Fiat Chrysler, 11.700 trabajadores que operan en Estados Unidos retomaron sus labores y otros 3.400 hicieron lo mismo en las plantas ubicadas en Canadá.
¿Una acción apresurada?
Dos días después de la reactivación de las plantas, Ford anunció el cierre temporal de su fábrica con sede en Chicago, en donde operan 5.800 personas, pues detectaron que dos de sus trabajadores obtuvieron resultados positivos en sus pruebas de COVID-19.
El jueves, este fabricante hizo lo mismo con la planta de Dearborn (Michigan), una de las más importantes de la compañía, en donde se fabrican modelos como F-150, tras la aparición de un nuevo caso entre sus trabajadores.
Ese mismo día, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó la fábrica de autopartes de Ford en Rawsonville (Michigan), donde la marca fabricó respiradores para asistir a pacientes con casos avanzados de coronavirus.
Las medidas de reapertura forman parte de las medidas tomadas por el presidente de Estados Unidos para reactivar la economía de su país. Agencias internacionales afirman que miembros de los sindicatos y expertos en salud consideran que existen dificultades para respetar las distancias entre los trabajadores en las fábricas. Hasta el momento, solo Ford ha reportado casos en sus filas.