Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Renault, el fabricante europeo de automóviles que con tanta brevedad como exactitud ha llegado a ser catalogado como “el francés más colombiano” —basándose, claro, en la tradición de sus vehículos (Renault 4, 6, 12, etc.) y planta de ensamble en Antioquia—, presentó al nuevo presidente y director general en Colombia: el argentino Ariel Montenegro.
Más de Autos: Volvo: “C40 es lo que debería ser un auto del futuro”.
El directivo ocupó su nuevo rol en 2022, en un contexto que a diario parece menos predecible y que, de forma casi cronológica, ha fluctuado en medio de la pandemia de covid-19, la crisis de los semiconductores, los limitantes por contenedores y el conflicto bélico en Europa oriental. Escenarios que, de una u otra forma, impactan en tantas industrias como la automotriz.
Ahora bien, la marca es optimista. Tal vez, en una gran medida. Los galos, que ensamblan la mayoría de sus best sellers en Envigado, prevén un crecimiento en volumen en cada uno de los subsegmentos en los que participan. Además, hay una idea vigente sobre la expansión industrial de la planta de Sofasa, con miras a la producción de carros menos contaminantes.
Lea también: En fotos: los 5 carros híbridos más vendidos en Colombia.
En diálogo con El Espectador, el presidente y director de Renault-Sofasa habló sobre cómo identifican la realidad del mercado local, sus nuevas oportunidades y las proyecciones de la marca para el 2022.
¿Cómo recibe a Renault en Colombia?
Lo recibo con alegría al ver el desempeño de la marca. Es una filial con una historia muy rica y profunda, que ha calado en la sociedad por la historia de algunos vehículos y el rol que ha cumplido Sofasa con la movilidad nacional. Tiene un pasado importante, que incluye el más reciente, en el que desde hace cuatro años es la marca favorita de los colombianos. Es líder a nivel industrial y hay desafíos para ser sostenible en el tiempo.
¿Cuál es su principal objetivo con Renault en Colombia?
Es un plan con dos fases. Uno a corto plazo, que es asegurar la rentabilidad de la filial en un contexto muy volátil. En paralelo, en la construcción de un futuro que asegure la perennidad industrial de Renault-Sofasa en Colombia, con una mirada hacia algunos años adelante sobre cuál va a ser el rol de la marca en Colombia para la estructura de negocios a nivel global. Cómo se complementa nuestra operación industrial y comercial en Colombia con las de Brasil, Argentina, México y el resto de países importadores. Los ciclos de inversión en esta industria son largos, desde la toma de decisión hasta que un vehículo está con los clientes, en la calle, tardan unos tres años.
Puede interesarle: Toyota Yaris Cross ¿el nuevo éxito en ventas en Colombia? Reseña.
¿Qué realidad identifican en la industria a escala global?
Esta etapa de la pandemia incluye un conflicto muy grande, problemas de aprovisionamiento de semiconductores, de componentes electrónicos... eso lleva a rupturas de aprovisionamiento. Esta crisis no termina y al corto plazo no le vemos fin. El 2022 va a estar marcado por esto y hay agravantes como la crisis de contenedores, que en realidad es fruto de un desbalance en los flujos marítimos y cierres de puertos importantes. Hay mucha inestabilidad en el sistema, por esto estamos construyendo el futuro, mientras esperamos que el 2022 esté como lo esperamos. El mercado está más sesgado por la oferta que por la demanda, entonces nuestra capacidad y eficiencia en esta cadena de abastecimiento tan golpeada es clave para asegurar los resultados.
¿Cómo impacta el contexto global a la planta de Renault-Sofasa en Envigado, donde, según se dijo, se podrían ensamblar híbridos?
No está definido el próximo proyecto, no sabemos si serán térmicos, híbridos, eléctricos... hay muchas alternativas. La realidad es que el mercado evoluciona e independientemente de lo que suceda con esta crisis logística, tenemos un compromiso con la movilidad sostenible. Debemos ser coherentes con la capacidad de pago y cómo nuestros clientes pueden afrontar este salto tecnológico; además, debemos ser responsables con el producto que coloquemos e industrialicemos en Colombia, para que atienda al mercado y las capacidades industriales de hacerlo perenne. Vemos un crecimiento del mercado de híbridos en Colombia, que llega a porcentajes del mercado de pasajeros cercanos al 10 %, lo cual lo hace un subsegmento interesante. El de eléctricos aún tiene dificultades en despegar, para llegar a justificar un proyecto de localización en Colombia. No solo miramos al país, también su rol en el marco del esquema de negocios en Latinoamérica. Puede haber oportunidades, pero aún no podemos confirmarlo. Debe ser un producto que se sostenga e irrigue la cadena de valor.
¿Esto sería en un corto, mediano o largo plazo?
La industrialización está en un mediano plazo. El hecho de traer nuevos productos de este tipo al mercado podría ser más al corto. Renault tiene las tecnologías e invierte en diversas tecnologías, como el hidrógeno. Traeremos los productos y adaptaremos cuando sea necesario. Ya estamos en el tema y pronto podrían llegar productos globales adaptados a Colombia. La industrialización depende de que el mercado total sea de mayor volumen.
¿Qué proyecciones del mercado local hay en 2022?
Por suerte, no hemos disminuido nuestra participación, fluctuamos por encima del 20 % y para este año no esperamos nada inferior. En cuanto a unidades, vemos un crecimiento. Vemos que la demanda existe y varios factores nos indican que puede haber un crecimiento, siguiendo mes a mes la disponibilidad. De nuestro lado, en volumen, vemos un crecimiento posible del 10 %. A nivel de producción vemos crecimientos, en Duster, Stepway, Sandero y Logan. En el mercado de vehículos de pasajeros y utilitarios vemos unas 245.000 unidades, el año pasado fue de 227.000, lo que es un 8 o 10 % más a nivel de mercado. A pesar de las dificultades, creemos que estos crecimientos van a suceder. Vemos un mercado más elevado que el del año pasado.
Más de Autos: 5 novedades de los nuevos Mazda 3 y Mazda CX-30 híbridos en Colombia.
Son optimistas...
Hay otros temas, como ver cuán profundo puede calar la situación en Ucrania, eso puede afectar más que todo el segundo semestre. Al principio de este año veíamos un incremento del 15 %, hoy lo vemos más cercano al 10 %. Otros factores pueden ser los confinamientos en China, que tiene un papel valioso en la producción de automóviles.