‘Se viene la ola de la infraestructura’

El comienzo de este año ha sido más tímido que el de 2013. La incertidumbre que generan las elecciones presidenciales y el intervencionismo estatal han sido, según Luis Targhetta, director comercial de Daimler, los principales responsables. “El Gobierno, que es el gran jalonador de la economía, se detiene por la Ley de Garantías, y todos los sectores subalternos van detrás”.

Sin embargo, las proyecciones del gigante alemán son favorables para este segundo cuatrimestre, durante el cual tradicionalmente ha obtenido buenos resultados en ventas y 2014 no parece ser la excepción. Al igual que otras empresas del sector, Daimler Colombia ha tenido que robustecer su portafolio para estar a la altura de las demandas del mercado que están cambiando por cuenta de la modernización de la infraestructura nacional.

Serán por lo menos diez años en los que Colombia cautivará a los inversionistas y el crecimiento en el desplazamiento de carga y mercancía será significativo. Además de las concesiones de cuarta generación y del mejoramiento de las vías, será fundamental la optimización de los vehículos.

En el caso de los camiones Freightliner y Mercedes-Benz, por ejemplo, se están desarrollando motores más eficaces y una configuración de ejes robusta para contrarrestar la sobrecarga, que es un mal hábito del mercado colombiano. Las cajas con sistemas de frenos automatizados, que corrigen la marcha, y las reductoras en las llantas, que imprimen más fuerza para lograr estabilidad en terrenos difíciles, serán otras de las innovaciones.

A la fecha se han matriculado 201 camiones Freightliner en el país, que representa el 15,6% de participación en el mercado. El 40% de estas unidades, incluyendo las de los modelos de camiones Mercedes-Benz, se van a grandes flotistas y pyme. El 60% restante es adquirido directamente por los conductores. Los modelos preferidos son los camiones volcos y los rígidos M2-106 4x2 y 6x4.

“Sin duda, el sector transportador está intentando abrirse camino por esos negocios que a futuro aportarán movimiento de carga. Estamos hablando de renovar un país y eso lleva décadas, y la primera comienza ahora con los famosos proyectos de cuarta generación”, advierte Targhetta.

Aunque en ciudades como Bogotá, Medellín y Bucaramanga la demanda es alta, Targhetta explica que uno de sus principales objetivos es conquistar Meta y Casanare, departamentos en auge minero, que ya empezaron el mes pasado con la apertura de un concesionario en Yopal.

El transporte de pasajeros tampoco se queda atrás. Las vans se han convertido en aliadas importantes del mundo empresarial. Al punto que son, de acuerdo con Targhetta, el negocio más rentable para Daimler Colombia. En lo corrido del año ya se han comercializado 91 unidades, que representan el 28,7% del mercado.

El comienzo de este año ha sido más tímido que el de 2013. La incertidumbre que generan las elecciones presidenciales y el intervencionismo estatal han sido, según Luis Targhetta, director comercial de Daimler, los principales responsables. “El Gobierno, que es el gran jalonador de la economía, se detiene por la Ley de Garantías, y todos los sectores subalternos van detrás”.

Sin embargo, las proyecciones del gigante alemán son favorables para este segundo cuatrimestre, durante el cual tradicionalmente ha obtenido buenos resultados en ventas y 2014 no parece ser la excepción. Al igual que otras empresas del sector, Daimler Colombia ha tenido que robustecer su portafolio para estar a la altura de las demandas del mercado que están cambiando por cuenta de la modernización de la infraestructura nacional.

Serán por lo menos diez años en los que Colombia cautivará a los inversionistas y el crecimiento en el desplazamiento de carga y mercancía será significativo. Además de las concesiones de cuarta generación y del mejoramiento de las vías, será fundamental la optimización de los vehículos.

En el caso de los camiones Freightliner y Mercedes-Benz, por ejemplo, se están desarrollando motores más eficaces y una configuración de ejes robusta para contrarrestar la sobrecarga, que es un mal hábito del mercado colombiano. Las cajas con sistemas de frenos automatizados, que corrigen la marcha, y las reductoras en las llantas, que imprimen más fuerza para lograr estabilidad en terrenos difíciles, serán otras de las innovaciones.

A la fecha se han matriculado 201 camiones Freightliner en el país, que representa el 15,6% de participación en el mercado. El 40% de estas unidades, incluyendo las de los modelos de camiones Mercedes-Benz, se van a grandes flotistas y pyme. El 60% restante es adquirido directamente por los conductores. Los modelos preferidos son los camiones volcos y los rígidos M2-106 4x2 y 6x4.

“Sin duda, el sector transportador está intentando abrirse camino por esos negocios que a futuro aportarán movimiento de carga. Estamos hablando de renovar un país y eso lleva décadas, y la primera comienza ahora con los famosos proyectos de cuarta generación”, advierte Targhetta.

Aunque en ciudades como Bogotá, Medellín y Bucaramanga la demanda es alta, Targhetta explica que uno de sus principales objetivos es conquistar Meta y Casanare, departamentos en auge minero, que ya empezaron el mes pasado con la apertura de un concesionario en Yopal.

El transporte de pasajeros tampoco se queda atrás. Las vans se han convertido en aliadas importantes del mundo empresarial. Al punto que son, de acuerdo con Targhetta, el negocio más rentable para Daimler Colombia. En lo corrido del año ya se han comercializado 91 unidades, que representan el 28,7% del mercado.