Silla para niños en los carros: ¿la está usando bien?
Un total de 317 menores viajaban sin el Sistema de Retención Infantil (SRI) o utilizándolo de forma incorrecta, según un estudio.
El cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil (SRI) son herramientas vitales para proteger a los ocupantes más pequeños de los vehículos. Sin embargo, hay algunos datos que señalan que existe un mal uso de las sillas por parte de los padres.
En España, por ejemplo, los datos revelados por el proyecto Baseline de la Comisión Europea, dan cuenta de que más de la mitad (52%) de las familias utilizan las sillas infantiles de forma incorrecta. Las cifras revelan en lo que va del año, 33% de los niños fallecidos en accidentes de tránsito no utilizaban estos dispositivos de seguridad al momento del siniestro. Este dato se ve reflejado en la última campaña de vigilancia de la Dirección General de Tráfico (DGT), realizada entre el 11 y el 17 de marzo, donde se detectó un número considerable de personas que no cumplían con la normativa de uso del cinturón y SRI.
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En la última campaña de vigilancia y control del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil de la DGT, se detectaron 317 niños de 135 cm o menos que viajaban sin el sistema de retención infantil o hacían un uso incorrecto del mismo. Algunas prácticas incorrectas comunes incluyen no ajustar correctamente los arneses, permitiendo que queden demasiado sueltos o torcidos, lo cual disminuye su efectividad en caso de accidente. También es frecuente colocar la silla en un asiento con airbag activado, lo que puede ser peligroso en una colisión.
Otros errores incluyen no anclar adecuadamente la silla al vehículo, usar una silla inadecuada para la edad, peso o altura del niño, y no seguir las instrucciones del fabricante para la instalación. Estas prácticas ponen en riesgo la vida y la integridad física del niño, por lo que es crucial seguir todas las recomendaciones de seguridad.
En Colombia, de acuerdo con el Código Nacional de Tránsito Terrestre (Ley 769 de 2002), los menores de 10 años no deben ocupar el asiento delantero. Además, si un menor de edad viaja en el vehículo, debe estar sujeto a un sistema de retención infantil SRI. Los sistemas de retención infantil pueden reducir hasta en un 80% la probabilidad de fatalidades en accidentes.
De acuerdo con Andrés Nieto Ramírez, experto en seguridad vial y director del Observatorio de Seguridad y Convivencia de la Universidad Central, cada año, más de 180.000 niños y adolescentes mueren en siniestros viales. Estas muertes son totalmente predecibles y prevenibles, ya que se deben a tres factores principales: fallas técnicas o mecánicas, que pueden evitarse con mantenimiento adecuado del vehículo; fallas humanas, como maniobras peligrosas o desatención a señales de tránsito, prevenibles con educación y concienciación; y fallas en la infraestructura, como mala demarcación o mal estado de las vías, que requieren mejoras en la infraestructura vial. Estas medidas pueden proteger especialmente a niños, niñas y adolescentes.
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En los últimos 15 años, se han implementado diversas campañas, recomendaciones y tecnologías comerciales para la seguridad de niños y bebés en vehículos, incluyendo la masificación de sillas de protección o retención vehicular. Sin embargo, no basta con tener una silla; para Nieto, su efectividad depende de cinco variables clave:
- Selección adecuada: La silla no debe elegirse por su color, diseño o tamaño, sino por las características específicas del manual, como el peso y la estatura del niño, así como la inclinación adecuada para su seguridad.
- Compatibilidad con el vehículo: No todas las sillas son compatibles con todos los vehículos. Es crucial que la silla alcance un ángulo entre 30 y 40 grados para garantizar la seguridad.
- Duración y funcionalidad: Cada silla tiene una edad y durabilidad específicas. “No son eternas y deben cambiarse según el crecimiento del niño”, destaca.
- Uso correcto: La silla debe estar correctamente asegurada y ajustada con el cinturón de seguridad. Un uso incorrecto puede causar más lesiones en lugar de proteger al niño.
- Certificación: Es ideal que las sillas cuenten con certificaciones internacionales, como las de Canadá y Estados Unidos, que son reconocidas y se pueden verificar en línea.
A pesar de los avances en comercio e importación de estos elementos en Latinoamérica, no existe una normativa clara sobre sus características. Aunque la Agencia Nacional de Seguridad Vial ha emitido recomendaciones desde 2017, no hay reglamentación sobre la importación y requisitos mínimos de estas sillas. Además, algunas empresas no certificadas han comenzado a fabricar sillas, copiando diseños sin la ingeniería necesaria para garantizar la seguridad.
Por seguridad, los niños deben viajar en una silla a contramarcha hasta al menos los 15 meses de edad. Después de esa edad, pueden usar una silla orientada hacia adelante según sus características físicas. Existen varios tipos de sillas infantiles:
- Sillas a contramarcha: Diseñadas para recién nacidos y bebés.
- Sillas hacia adelante: Para niños que ya alcanzaron los límites de peso para la contramarcha.
- Sillas convertibles: Usables a contramarcha o hacia adelante, recomendadas hasta los 4 años o 18 kilos.
- Sillas combinadas: Pueden convertirse en asientos elevadores mediante la eliminación de los arneses.
- Asiento elevador “booster”: Para niños grandes que aún no pueden usar el cinturón de seguridad adecuadamente.
- Sillas todo en uno: Se pueden configurar para usarse a contramarcha, hacia adelante o como asiento elevador.
Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANS), los sistemas de retención infantil deben considerar varios aspectos cruciales para la protección efectiva de los niños:
- Mantienen al niño dentro del vehículo.
- Se ajustan en las partes más fuertes del cuerpo del niño.
- Distribuyen las fuerzas del impacto durante aceleraciones, desaceleraciones o choques sobre una gran parte del cuerpo, absorbidas por el sistema de retención infantil.
- Protegen la cabeza, cuello y columna vertebral del niño.
Es fundamental tener en cuenta la edad, peso o estatura del niño, así como las especificaciones del fabricante:
- Verifique que el niño esté dentro de los límites de edad, peso o estatura indicados por el fabricante.
- La orientación del niño en la silla debe seguir las especificaciones del fabricante según su edad, peso o estatura. Esto incluye la orientación contraria o hacia adelante según corresponda, el uso apropiado de un asiento elevador y la transición al cinturón de seguridad en el momento adecuado.
- Elija sillas certificadas que cumplan con estándares internacionales.
- Asegúrese de que la cabeza del niño no sobresalga del respaldo de la silla.
- Verifique si su vehículo tiene un sistema de anclaje compatible con la silla antes de adquirirla.
- Los niños menores de 10 años deben viajar en el asiento trasero usando el sistema de retención infantil adecuado.
- Asegure firmemente la silla al vehículo y evite que el niño viaje con ropa voluminosa que pueda afectar la seguridad.
- La silla debe estar bien sujeta incluso cuando el niño no esté presente, para evitar riesgos en caso de colisión.
- Lea detenidamente los manuales de instrucciones tanto de la silla como del vehículo antes de la instalación. Asegúrese de que el cinturón de seguridad o los sistemas de anclaje estén correctamente ajustados, así como el arnés que sujeta al niño. Verifique el ángulo de inclinación de la silla, especialmente para los más pequeños, para prevenir dificultades respiratorias.
El cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil (SRI) son herramientas vitales para proteger a los ocupantes más pequeños de los vehículos. Sin embargo, hay algunos datos que señalan que existe un mal uso de las sillas por parte de los padres.
En España, por ejemplo, los datos revelados por el proyecto Baseline de la Comisión Europea, dan cuenta de que más de la mitad (52%) de las familias utilizan las sillas infantiles de forma incorrecta. Las cifras revelan en lo que va del año, 33% de los niños fallecidos en accidentes de tránsito no utilizaban estos dispositivos de seguridad al momento del siniestro. Este dato se ve reflejado en la última campaña de vigilancia de la Dirección General de Tráfico (DGT), realizada entre el 11 y el 17 de marzo, donde se detectó un número considerable de personas que no cumplían con la normativa de uso del cinturón y SRI.
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En la última campaña de vigilancia y control del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil de la DGT, se detectaron 317 niños de 135 cm o menos que viajaban sin el sistema de retención infantil o hacían un uso incorrecto del mismo. Algunas prácticas incorrectas comunes incluyen no ajustar correctamente los arneses, permitiendo que queden demasiado sueltos o torcidos, lo cual disminuye su efectividad en caso de accidente. También es frecuente colocar la silla en un asiento con airbag activado, lo que puede ser peligroso en una colisión.
Otros errores incluyen no anclar adecuadamente la silla al vehículo, usar una silla inadecuada para la edad, peso o altura del niño, y no seguir las instrucciones del fabricante para la instalación. Estas prácticas ponen en riesgo la vida y la integridad física del niño, por lo que es crucial seguir todas las recomendaciones de seguridad.
En Colombia, de acuerdo con el Código Nacional de Tránsito Terrestre (Ley 769 de 2002), los menores de 10 años no deben ocupar el asiento delantero. Además, si un menor de edad viaja en el vehículo, debe estar sujeto a un sistema de retención infantil SRI. Los sistemas de retención infantil pueden reducir hasta en un 80% la probabilidad de fatalidades en accidentes.
De acuerdo con Andrés Nieto Ramírez, experto en seguridad vial y director del Observatorio de Seguridad y Convivencia de la Universidad Central, cada año, más de 180.000 niños y adolescentes mueren en siniestros viales. Estas muertes son totalmente predecibles y prevenibles, ya que se deben a tres factores principales: fallas técnicas o mecánicas, que pueden evitarse con mantenimiento adecuado del vehículo; fallas humanas, como maniobras peligrosas o desatención a señales de tránsito, prevenibles con educación y concienciación; y fallas en la infraestructura, como mala demarcación o mal estado de las vías, que requieren mejoras en la infraestructura vial. Estas medidas pueden proteger especialmente a niños, niñas y adolescentes.
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En los últimos 15 años, se han implementado diversas campañas, recomendaciones y tecnologías comerciales para la seguridad de niños y bebés en vehículos, incluyendo la masificación de sillas de protección o retención vehicular. Sin embargo, no basta con tener una silla; para Nieto, su efectividad depende de cinco variables clave:
- Selección adecuada: La silla no debe elegirse por su color, diseño o tamaño, sino por las características específicas del manual, como el peso y la estatura del niño, así como la inclinación adecuada para su seguridad.
- Compatibilidad con el vehículo: No todas las sillas son compatibles con todos los vehículos. Es crucial que la silla alcance un ángulo entre 30 y 40 grados para garantizar la seguridad.
- Duración y funcionalidad: Cada silla tiene una edad y durabilidad específicas. “No son eternas y deben cambiarse según el crecimiento del niño”, destaca.
- Uso correcto: La silla debe estar correctamente asegurada y ajustada con el cinturón de seguridad. Un uso incorrecto puede causar más lesiones en lugar de proteger al niño.
- Certificación: Es ideal que las sillas cuenten con certificaciones internacionales, como las de Canadá y Estados Unidos, que son reconocidas y se pueden verificar en línea.
A pesar de los avances en comercio e importación de estos elementos en Latinoamérica, no existe una normativa clara sobre sus características. Aunque la Agencia Nacional de Seguridad Vial ha emitido recomendaciones desde 2017, no hay reglamentación sobre la importación y requisitos mínimos de estas sillas. Además, algunas empresas no certificadas han comenzado a fabricar sillas, copiando diseños sin la ingeniería necesaria para garantizar la seguridad.
Por seguridad, los niños deben viajar en una silla a contramarcha hasta al menos los 15 meses de edad. Después de esa edad, pueden usar una silla orientada hacia adelante según sus características físicas. Existen varios tipos de sillas infantiles:
- Sillas a contramarcha: Diseñadas para recién nacidos y bebés.
- Sillas hacia adelante: Para niños que ya alcanzaron los límites de peso para la contramarcha.
- Sillas convertibles: Usables a contramarcha o hacia adelante, recomendadas hasta los 4 años o 18 kilos.
- Sillas combinadas: Pueden convertirse en asientos elevadores mediante la eliminación de los arneses.
- Asiento elevador “booster”: Para niños grandes que aún no pueden usar el cinturón de seguridad adecuadamente.
- Sillas todo en uno: Se pueden configurar para usarse a contramarcha, hacia adelante o como asiento elevador.
Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANS), los sistemas de retención infantil deben considerar varios aspectos cruciales para la protección efectiva de los niños:
- Mantienen al niño dentro del vehículo.
- Se ajustan en las partes más fuertes del cuerpo del niño.
- Distribuyen las fuerzas del impacto durante aceleraciones, desaceleraciones o choques sobre una gran parte del cuerpo, absorbidas por el sistema de retención infantil.
- Protegen la cabeza, cuello y columna vertebral del niño.
Es fundamental tener en cuenta la edad, peso o estatura del niño, así como las especificaciones del fabricante:
- Verifique que el niño esté dentro de los límites de edad, peso o estatura indicados por el fabricante.
- La orientación del niño en la silla debe seguir las especificaciones del fabricante según su edad, peso o estatura. Esto incluye la orientación contraria o hacia adelante según corresponda, el uso apropiado de un asiento elevador y la transición al cinturón de seguridad en el momento adecuado.
- Elija sillas certificadas que cumplan con estándares internacionales.
- Asegúrese de que la cabeza del niño no sobresalga del respaldo de la silla.
- Verifique si su vehículo tiene un sistema de anclaje compatible con la silla antes de adquirirla.
- Los niños menores de 10 años deben viajar en el asiento trasero usando el sistema de retención infantil adecuado.
- Asegure firmemente la silla al vehículo y evite que el niño viaje con ropa voluminosa que pueda afectar la seguridad.
- La silla debe estar bien sujeta incluso cuando el niño no esté presente, para evitar riesgos en caso de colisión.
- Lea detenidamente los manuales de instrucciones tanto de la silla como del vehículo antes de la instalación. Asegúrese de que el cinturón de seguridad o los sistemas de anclaje estén correctamente ajustados, así como el arnés que sujeta al niño. Verifique el ángulo de inclinación de la silla, especialmente para los más pequeños, para prevenir dificultades respiratorias.