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Cuando se trata de seguridad en la carretera, mantener las luces del carro en óptimo estado es crucial. Aunque las luces están diseñadas para durar mucho tiempo, factores como la vibración del vehículo, el uso frecuente y las condiciones climáticas adversas pueden acortar su vida útil.
La tarea de cambiar las luces de los faros, a primera vista, podría parecer desafiante. Sin embargo, con las herramientas adecuadas y siguiendo unos simples pasos, puede ser llevada a cabo sin dificultad.
Walter García, mecánico experto de JV Motor, recomienda revisar y reemplazar las luces del carro regularmente, al menos una vez al año o cada 20.000 kilómetros, lo que ocurra primero. Inspeccionarlas periódicamente y cambiarlas cuando sea necesario es fundamental para garantizar una óptima visibilidad en la carretera y mantener altos estándares de seguridad.
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Cambiar las luces de los faros del carro es una tarea necesaria para mantener una visibilidad óptima y garantizar la seguridad en la carretera. A continuación, García ofrece algunos consejos prácticos para realizar esta tarea de manera segura.
1. Identificar el tipo de lámpara: Antes de comenzar, es crucial saber qué tipo de lámpara utiliza el vehículo. Para esto, se puede consultar el manual del carro o revisar la etiqueta en la parte posterior de la lámpara para obtener esta información. Los tipos más comunes son halógenas, LED y de xenón (HID).
2. Reunir las herramientas necesarias: Para la mayoría de los vehículos, se necesitará un par de guantes de nitrilo o látex para proteger las nuevas lámparas de la grasa y el aceite de las manos, y posiblemente un destornillador o una llave inglesa, dependiendo del modelo del carro.
3. Desconectar la batería: Por seguridad, es importante desconectar el cable negativo de la batería antes de manipular cualquier componente eléctrico. Esto ayudará a prevenir cortocircuitos y descargas eléctricas accidentales.
4. Acceder a la lámpara: La ubicación de las lámparas varía según el modelo del vehículo. En algunos casos, tendrá que acceder desde el compartimento del motor, mientras que en otros modelos puede ser necesario retirar el conjunto del faro. Para este proceso, es necesario consultar el manual del carro para obtener instrucciones específicas.
5. Retirar e instalar la lámpara: Separar el conector eléctrico de la lámpara vieja, girándola o liberando el clip de sujeción según corresponda. “Extraiga la lámpara con cuidado para evitar dañar el faro o el conector. Sin tocar el vidrio de la nueva lámpara, insértela en el faro siguiendo el procedimiento inverso al que utilizó para retirar la antigua. Es importante cerciorarse de que esté bien asegurada y conectada correctamente”, sostiene García.
7. Montar los componentes: Si el vehículo requiere la retirada de componentes adicionales para acceder a la lámpara, volver a montarlos en su lugar, asegurándose de que todo esté bien ajustado.
8. Conectar la batería y probar las luces: Una vez instalada, vuelva a conectar el cable negativo de la batería y encienda las luces para verificar que la nueva lámpara funcione correctamente. “Asegúrese de que ambas luces (si ha cambiado más de una) estén alineadas y proporcionen una iluminación adecuada”, señala.
Consejos adicionales:
- No toque el vidrio de la lámpara: El aceite y la grasa de los dedos pueden crear puntos calientes en el vidrio, lo que puede reducir la vida útil de la lámpara o hacer que se queme prematuramente.
- Sustituya las lámparas en pares: Si una lámpara se ha quemado, es probable que la otra esté cerca del final de su vida útil. Cambiarlas al mismo tiempo garantiza una iluminación uniforme y reduce la necesidad de futuras reparaciones.
- Verifique la alineación de los faros: Después de cambiar las lámparas, es aconsejable verificar la alineación de los faros para asegurarse de que estén correctamente orientados y no deslumbren a otros conductores.
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Estos son los tipos de luces de carros más comunes en el mercado:
- Lámparas halógenas: Para García, son las más tradicionales y se utilizan ampliamente en faros delanteros, luces traseras, luces intermitentes y otras aplicaciones. “Estas luces son más económicas y fáciles de reemplazar, pero tienden a tener una vida útil más corta en comparación con otras opciones más modernas como las lámparas de xenón o LED”, enfatiza.
- Lámparas de xenón (HID): Estas lámparas utilizan xenón para producir una luz más brillante y blanca en comparación con las lámparas halógenas y se utilizan comúnmente en los faros delanteros. Ofrecen una mejor visibilidad en la carretera, pero tienden a ser más costosas que las lámparas halógenas y pueden requerir un sistema de control adicional.
- Lámparas LED: Son cada vez más populares debido a su eficiencia energética, larga vida útil y capacidad para producir una luz brillante y nítida. Se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluidos los faros delanteros, luces traseras, luces de marcha diurna, luces de freno, luces de niebla y más. Aunque inicialmente pueden tener un costo más alto, su durabilidad y eficiencia a largo plazo pueden compensar este costo adicional.
- Lámparas incandescentes: Estas luces son menos comunes en vehículos modernos, todavía se pueden encontrar en algunas luces interiores y luces de tablero. Son similares a las lámparas halógenas, pero menos eficientes en términos de energía y vida útil.