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En septiembre de 1967 llegaron a Colombia los primeros camperos Toyota Land Cruiser provenientes de Japón. Esto ocurrió en un período en el que la economía nacional se encontraba cerrada, lo que hacía que los precios de vehículos importados fueran significativamente altos.
Por este motivo, el Land Cruiser no estaba al alcance de la mayoría de las personas. Sin embargo, su calidad, versatilidad, durabilidad y confiabilidad convirtieron a este “jeep” japonés en un vehículo ideal para el trabajo de campo. Uno que fascinó a los colombianos y que rápidamente le dio a Toyota una fama impecable que hoy, 50 años después de llegar al país, se mantiene vigente.
En retrospectiva, medio siglo después de entrar al mercado colombiano, la historia de Toyota recorriendo el país ha sido una de éxito. Más de 200.000 vehículos, muchos producidos en Colombia, se han vendido, y aquellos atributos y valores que dieron desde el comienzo al fabricante japonés una excelente reputación siguen identificando a los autos y camionetas de la marca.
Noel Ardila, vicepresidente comercial de Automotores Toyota Colombia, atribuye su éxito en el país a la buena gestión que ha hecho la compañía adaptándose al mercado colombiano y sus fluctuaciones. “Durante 50 años hemos ofrecido vehículos que han aportado al crecimiento del país y de sus ciudadanos. Hemos marcado tendencias y por eso hoy seguimos siendo una referencia”, afirma.
De acuerdo con Ardila, otro elemento que ha sido fundamental para conservar la excelente fama que tiene la marca en la sociedad colombiana ha sido mantenerse fiel a la propuesta de valor de la compañía: la calidad.
Refiriéndose a esto, Ardila dice que, “más que estar en la vanguardia de lo que está de moda, nosotros nos hemos mantenido fieles al producto que desde nuestros inicios ofrecemos: uno duradero y de altísima calidad”.
De acuerdo con Edge Egashira, presidente de Automotores Toyota Colombia, poniendo la mira al futuro, el fabricante japonés ve un enorme potencial en el mercado colombiano, ya que, después de México y Brasil, la población del país es la más numerosa de la región.
Sin embargo, Egashira agrega que para poder llegar a más colombianos, la marca deberá ofrecer productos más asequibles y por eso será necesario ampliar el portafolio de vehículos.
“El 80 % del mercado colombiano se moviliza en automóviles pequeños”, dice Egashira. “Para Colombia todavía no tenemos un producto en este segmento y, precisamente, uno de los objetivos que como compañía tenemos para el futuro es ofrecer a los colombianos automóviles más económicos”.
Además, el beneficio arancelario para los vehículos híbridos y eléctricos anunciado recientemente por el Gobierno Nacional ha hecho que Toyota contemple la posibilidad de incluir esta clase de automóviles dentro de su oferta para el país.
De acuerdo con el fabricante, que fue precursor en este segmento hace 20 años, cuando lanzó el Prius híbrido, el futuro estará compuesto principalmente por vehículos amigables con el medioambiente. Por eso resulta tan importante la introducción de estos automóviles en mercados como el colombiano, donde todavía no hay una amplia conciencia de movilidad limpia y sostenible.
Refiriéndose a otras estrategias a futuro de Toyota en Colombia, Egashira dice que para durar 50 años en el país, y ojalá muchos más, “la marca debe mantener y proteger el lugar especial que ha establecido dentro del corazón de los colombianos y para eso debemos seguir al servicio de nuestros clientes. Ofreciendo cada vez un mejor servicio y mejores experiencias, podremos mantener a nuestros usuarios más fieles, dentro de la familia Toyota”.
Para terminar, Egashira agrega que uno de los objetivos de la compañía para los próximos años es lograr que sus clientes relacionen la marca, además de con calidad, durabilidad y confiabilidad, con emoción y entusiasmo. En ese sentido declara que la idea del fabricante a futuro comprende la inclusión de nuevos y emocionantes productos al portafolio.
En medio siglo, Toyota ha construido en Colombia un nombre al que se le atribuyen principalmente valores positivos. A través de sus vehículos icónicos, fuertes y resistentes, la marca ha logrado ocupar un lugar especial en la cultura y en el corazón de la sociedad de este país. Cincuenta años después de su llegada sigue al servicio de los colombianos. Cincuenta años rodando por las calles, montañas y trochas del país, escribiendo así una historia todoterreno que, se espera, siga por muchos años más.