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Mientras en 2016 se comercializaron en Colombia 253.698 vehículos, para 2017 la cifra fue de 238.238, según el más reciente informe de la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores (Andemos). No hay otra forma de decirlo: sencillamente no fue el año de la industria. Se trata de una tendencia que se ha venido repitiendo en los últimos tres años y que se esperaba que no se presentara durante el pasado, pues se proyectaban ventas “levemente superiores” a las del período anterior, según Andemos.
De acuerdo con el presidente de la asociación, Oliverio García, fueron cuatro los factores que influyeron para que las cosas no salieran como el gremio esperaba, siendo el principal la tasa de cambio del dólar. “Estábamos esperando que aterrizara a finales de este año alrededor de los $2.700, pero siguió orbitando cerca de los $3.000”, comenta el directivo.
“Esto hace que las ventas de los vehículos importados, que son aproximadamente el 70 % o 75 % del mercado en Colombia, vean un incremento de precios”, explica Juan Carlos López, gerente nacional de mercadeo de Dinissan. Es la voz de una de las marcas que más lograron vender en 2017 frente a lo registrado en 2016, junto con Mazda, Toyota, Volkswagen, Hyundai, Suzuki, BMW, Land Rover, Jaguar y Maserati, y una de las pocas que pudieron escalar en este escalafón, cerrando el año en el tercer lugar.
“Por otro lado, el alza en las tasas de interés desestimula un poco la adquisición de los bienes que se compran a crédito”, agrega López, refiriéndose a otro de los factores detrás del bajón. Al respecto, García comenta que, mientras esperaban una tasa del orden del 18 %, se mantuvo por encima del 20 %, algo que, sumado al del dólar, impactó negativamente el Índice de Confianza del Consumidor. “Estuvo muy por debajo del promedio al que estamos acostumbrados, en números rojos”, agrega el experto.
Por último, una realidad de la que prácticamente ningún sector pudo escapar el año pasado: la reforma tributaria. “Esperábamos que los tres puntos del incremento del IVA se vieran compensados con la tasa de cambio, y no fue así. Además de eso, la reforma entró en un momento de desaceleración económica en el país, entonces el impacto es mayor, afectando sobre todo al segmento de las motocicletas”, que vio una caída del 13 %.
Pero si de frentes golpeados se trata, hay que hablar obligatoriamente de los híbridos y los eléctricos. El vocero del gremio atribuye a dos motivos los 198 modelos vendidos de este segmento y la caída del 28,8 % respecto a los 278 de 2016: la demora en la aprobación del decreto 1116, que ofrece beneficios arancelarios para estos vehículos —esperaban que estuviera listo para enero y llegó en junio— y el atraso en infraestructura, no sólo para los autos verdes, sino a nivel de vías en general, pues, apunta García, “distintas publicaciones calculan que es de más o menos 20 años”.
Sin embargo, se intuye que esta falencia es una de las razones detrás del crecimiento del segmento de utilitarios (SUV), el único que presentó números en verde, según el informe de Andemos. “La gente está buscando vehículos más robustos, más aptos para nuestra topografía y para el estado de nuestras vías”, dice el presidente de la asociación sobre este tipo de autos que vio un crecimiento del 2,5 %, aunque advierte que la infraestructura es apenas un motivo secundario y que la verdadera razón del despegue de estas camionetas es “un cambio de preferencias del consumidor a nivel mundial”: una moda.
Las lecciones
Para marcas como Chevrolet, la más vendida en el país desde el 86, la caída de 2017 no es más que un bache en el camino y una oportunidad. Su respuesta al bajo desempeño de la industria ha sido trabajar en la confianza del consumidor a punta de producto e innovación: “Lo hicimos con los últimos lanzamientos de talla mundial, que fueron las Chevrolet Equinox, Traverse y Colorado —dos SUV y una pickup—. En esta coyuntura necesitamos tener una visión positiva, invertir y aplicar estrategias que apunten a superar estos desafíos”, dice Guillermo Degollado, director comercial de la empresa en Colombia.
Se trata de un caso similar al de Nissan, en el que López asegura que se concentraron en realizar un buen posicionamiento de marca y ofrecer productos de calidad, rendimiento, seguridad y economía. Voceros de BMW, que este año asumió el liderazgo en el segmento prémium y de autos verdes, afirmaron que su estrategia fue “fundamentalmente mejorar la competitividad, remodelar todas las vitrinas, lanzar el portafolio de vehículos híbridos y eléctricos y apostarle al servicio al cliente”.
Ahora, los ojos están puestos en el 2018. Mientras unos afinan sus estrategias y otros apenas comienzan a prepararlas, Andemos augura un panorama positivo. “Los tratados de libre comercio con Estados Unidos, Europa y Corea, así como los acuerdos con Argentina y Brasil, van a jugar a nuestro favor, pues bajan los aranceles. Además, para este año se proyecta una inflación del 3 % y un dólar de $2.700, por lo que debería ser un mejor año para la industria”, concluye García, presidente del gremio.