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En el marco del CES 2025, Martin Lundstedt, presidente y director ejecutivo de Volvo Group, expuso la estrategia de la compañía para revolucionar el transporte global hacia un modelo sostenible. Basado en los pilares de electrificación, conectividad y automatización, Volvo reafirmó su compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2040, destacando su enfoque en soluciones que armonicen la movilidad con la preservación del medio ambiente.
La visión de neutralidad de carbono de Volvo implica una eliminación total de los combustibles fósiles en toda su cadena de valor. Esto abarca desde el uso de materiales como acero, aluminio y plásticos en la fabricación de sus productos, hasta el combustible utilizado por sus clientes. Para ello, Volvo está ampliando su oferta de soluciones de transporte, movilidad y equipos de construcción con cero emisiones, que pretenden fortalecer así su liderazgo en la transición hacia un futuro sin emisiones netas de carbono.
Uno de los avances destacados es la colaboración de Volvo Group con proveedores de acero con bajas emisiones de CO2, un material que complementará al acero tradicional y reciclado empleado en sus camiones. A partir de 2025, por ejemplo, los largueros del chasis de aproximadamente 12.000 camiones Volvo FH y FM serán fabricados con este tipo de acero, lo que permitirá una reducción de 6.600 toneladas de CO2 equivalente. Esta iniciativa también incluye emisiones de gases como el metano y se expandirá progresivamente a otros modelos y componentes de sus vehículos conforme aumente la disponibilidad de estos materiales.
La estrategia de Volvo para descarbonizar el transporte se fundamenta en un enfoque multifacético que combina innovación en productos, servicios y soluciones tecnológicas. Actualmente, Volvo ya produce camiones, autobuses, equipos de construcción y soluciones energéticas marinas e industriales que están alineados con sus ambiciones de cero emisiones netas. Reconociendo que ninguna tecnología puede resolver por sí sola el desafío de reducir las emisiones globales, la compañía ha adoptado un enfoque integral que abarca múltiples frentes para lograr la descarbonización del transporte.
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Hacia un transporte sostenible: las estrategias de Volvo para reducir emisiones
La transición hacia un transporte sostenible requiere un enfoque integral para abordar las emisiones generadas durante el ciclo de vida de los productos, especialmente aquellas provenientes de su uso, que representan hasta el 95 % del total. Volvo Group implementa una estrategia basada en tres tecnologías principales: sistemas de propulsión eléctricos alimentados por baterías, celdas de combustible de hidrógeno y combustibles renovables.
Este enfoque diversificado responde a la convicción de que no existe una solución única capaz de satisfacer todas las necesidades y contextos geográficos de manera eficaz.
Sistemas de propulsión eléctricos alimentados por baterías
Los vehículos eléctricos a batería han sido parte de la industria automotriz durante años, pero el desarrollo de baterías capaces de propulsar vehículos grandes y pesados, como camiones de carga o equipos de construcción, representa un desafío tecnológico innovador. Estas baterías deben ofrecer suficiente potencia, autonomía y eficiencia para transportar cargas pesadas a largas distancias o para operar maquinaria que transforma infraestructuras, tareas que requieren tecnologías avanzadas y en constante evolución.
Aunque suelen conocerse simplemente como “baterías”, es más preciso referirse a ellas como sistemas de baterías o paquetes de baterías de tracción. Cada uno de estos sistemas está compuesto por cientos o incluso miles de celdas de iones de litio ensambladas en módulos y paquetes interconectados.
Para garantizar un transporte eléctrico viable y sostenible, estas baterías deben cumplir estrictos requisitos de diseño y fabricación. De acuerdo con la marca sueca, deben ser sostenibles, rentables y eficientes, asegurando que las soluciones eléctricas se mantengan dentro de los presupuestos de sus clientes y brinden valor durante todo el ciclo de vida de los equipos.
La necesidad de soluciones alimentadas por baterías de alta calidad es más apremiante que nunca. Por ello, Lundstedt, presidente de Volvo Group, indica que el fabricante invierte de manera significativa en la investigación y desarrollo de tecnologías de baterías avanzadas, con el objetivo de crear sistemas cada vez más eficientes, confiables y seguros.
Combustibles renovables
Los combustibles renovables basados en biocombustibles representan una alternativa viable a los combustibles fósiles tradicionales, gracias a una serie de ventajas económicas que los posicionan como una opción prometedora. Entre sus beneficios se destacan:
- Reducción de costos energéticos: Los biocombustibles suelen tener un costo de producción inferior al de los combustibles convencionales, lo que los hace atractivos tanto para empresas como para consumidores que buscan optimizar sus gastos energéticos.
- Impulso a la generación de empleo: El crecimiento en la demanda de biocombustibles genera nuevas oportunidades laborales en sectores como la agricultura, la ingeniería y la logística, contribuyendo al desarrollo económico.
- Fortalecimiento de la seguridad energética: Al ser producidos en su mayoría a nivel local o nacional, los biocombustibles ayudan a disminuir la dependencia del petróleo importado, mejorando la autosuficiencia energética de los países.
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Celdas de combustible de hidrógeno
Volvo Group continúa avanzando en el desarrollo de tecnología de pilas de combustible de hidrógeno, colaborando estrechamente con otros actores del sector a través de su empresa conjunta, cellcentric. Este esfuerzo conjunto busca optimizar el uso del hidrógeno como fuente de energía en sus productos.
Paralelamente, la empresa también está investigando el diseño de motores de combustión de hidrógeno, empleando un sistema de inyección directa de alta presión. Este sistema ha sido desarrollado en colaboración con Westport Fuel Systems, bajo la alianza denominada Cespira. La tecnología consiste en inyectar hidrógeno directamente en un motor diésel modificado, donde se utiliza un combustible renovable como el HVO para iniciar la combustión, actuando este como un iniciador para el hidrógeno.
Una de las principales ventajas de esta solución es su capacidad para adaptarse a motores diésel existentes, mediante una sencilla actualización del sistema de inyección de combustible y la instalación de un tanque de hidrógeno, lo que abre la puerta a una transición más rápida hacia tecnologías más sostenibles.