Un grupo de aproximadamente 120 familias de indígenas Emberá se plantaron, frente al Ministerio de Vivienda, con el fin de exigir garantías para retornar a sus territorios y obtener viviendas dignas.
La diáspora de resguardos pertenecientes a la comunidad Emberá, de alrededor de 130 familias, se ha ido instalando en el Parque Nacional de Bogotá desde el año 2021. En medio de arribos y retornos al territorio, la población de indígenas en Bogotá ha aumentado considerablemente desde octubre del año pasado. Esto, debido al supuesto incumplimiento por parte del Gobierno Nacional en los compromisos para regresar a sus territorios con todas las garantías de seguridad y salubridad.
Según Demetrio Ariotokai, líder indígena, la protesta que se realiza actualmente en el Ministerio de Vivienda tiene como fin la exigencia de condiciones dignas en sus territorios. Lo anterior, como protesta a las condiciones de hábitat que ellos han catalogado como “precarias” para los retornados, especialmente mujeres y niños.
El Espectador tuvo la oportunidad de comunicarse con Fabio Steven Arias, otro líder de la comunidad Emberá, quien comentó: “Nosotros exigimos nuestros derechos de retorno al resguardo, si el Gobierno no nos cumple, nosotros seguimos resistiendo aquí al frente del ministerio de Vivienda”.
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Cabe resaltar que, la comunidad indígena, que se encuentra en el Parque Nacional, enfrenta diversos problemas de salud que afectan, sobre todo, a niños y adultos mayores. La situación, ya de por sí precaria, parece lejos de solucionarse, dada el enquistamiento en las negociaciones de las comunidades con el Gobierno, en cabeza del Ministerio del Interior, y la Unidad de Víctimas.
En cuanto a la más reciente protesta, en las instalaciones de la cartera de vivienda, los indígenas afirman que permanecerán bloqueando el paso por la carrera sexta hasta ser atendidos por el presidente Gustavo Petro o la ministra de Vivienda, Catalina Velasco Campuzano.
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En septiembre de 2021, miembros de las comunidades Döbiá y Katío de los Emberá llegaron al Parque Nacional para reclamar atención por los desplazamientos derivados del conflicto armado. Al día de hoy, según la Defensoría del Pueblo, en la capital se encuentran aproximadamente entre 480 familias Emberá asentadas, incluyendo unos 500 menores de edad, y alrededor de 60 adultos mayores.
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