150 indígenas que fueron desplazados por la violencia de su territorio desde el departamento del Chocó, acampan desde el martes en la mañana en el Parque Tercer Milenio. Se encuentran a la espera de lo que se defina entre el Ministerio del Interior y la Unidad de Víctimas para su retorno seguro al asentamiento La Meseta, de donde son oriundos.
Mientras esto no ocurre, el colectivo indígena pernoctará en este parque, con lo cual se agrave la compleja situación que las comunidades indígenas viven en la capital. Con el aforo de los centros de acopio totalmente desbordado y la ocupación del Parque Nacional por parte de los Emberá Katio, la capital del país se ha convertido en el epicentro de acogida a estas comunidades.
Desde el Gobierno Distrital, en el caso de los indígenas asentados en el parque Nacional, se han adelantado mesas de retorno para los miembros de la comunidad que deseen regresar a su territorio. Sin embargo, para el caso del pueblo originario de La Meseta, el Distrito no ha podido hacer mucho. La insistencia de la comunidad de entenderse únicamente con el Gobierno Nacional, hace que el futuro de este nuevo campamento indígena en el corazón de Bogotá, depende única y exclusivamente de lo que logre solucionar el poder central en cabeza del Ministerio del Interior.
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