“2022 sería el año de la recuperación económica en la capital”: Mauricio Ramírez
El secretario de Hacienda habla de la recuperación económica, los alivios para deudores morosos, las finanzas de Canal Capital y la eventual renegociación de los contratos de Transmilenio.
Diego Ojeda
Bogotá experimentó hace un mes la apertura total del grifo de su economía. Esto, gracias a la reactivación de los pocos negocios que faltaban por abrir sus puertas, como los conciertos, los eventos deportivos y las discotecas. Paso a paso la economía va recuperándose, tanto así que el secretario de Hacienda de Bogotá, Juan Mauricio Ramírez, asegura que en el transcurso de 2022 se podrían alcanzar los niveles con los que se cerró 2019, siempre y cuando la pandemia no obligue a nuevas restricciones, claro está.
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Es así como el actual panorama le permite prever que, contrario a las estimaciones que se tenían a principio de año, la economía de Bogotá no crecerá a un ritmo del 4 %, sino del 6 % en 2021. “Las proyecciones de crecimiento para Colombia han mejorado y lo que vemos es que los indicadores de la capital muestran comportamientos incluso mayores. Por ejemplo, la producción industrial de junio a junio aumentó 23,5 % (a escala nacional había sido 20 %) y el comercio minorista en Bogotá aumentó 31,1 % (24 % en el país). Raddar, que hace un cálculo en el consumo de los hogares, proyecta para Bogotá un incremento del 7,5 % (7 % en el país)...”, detalla el secretario.
No obstante, hay otros indicadores que muestran un rezago en medio de este proceso de recuperación económica, como el desempleo. Según el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en la capital hay 821.000 desempleados, es decir, 337.000 más de los que se registraban en el mismo período de 2019, lo cual en parte tiene sentido si se tiene en cuenta que a la capital le hacen falta unas 34.500 empresas activas para igualar a las que tenía a julio de 2019, cuando contabilizaba 386.706.
Ejemplos como los anteriores se repiten en otros indicadores, por lo que aún no se puede decir que la economía bogotana ha alcanzado una total recuperación tras el coletazo del COVID-19. Incluso, si se cumpliera la previsión del 6 % en el crecimiento de su PIB, a la capital le quedarían faltando 0,8 puntos porcentuales para igualar los indicadores de 2019. Es por esto que Ramírez asegura que esa buena noticia para Bogotá solo se dará en el transcurso del próximo año.
Y se dice “buena noticia”, porque se espera que para ese entonces el panorama sea mucho mejor en materia de empleo, número de empresas activas y, por supuesto, recaudo tributario, aspecto que se ha visto fuertemente castigado por la pandemia, pues hay que recordar que impuestos como el de Industria y Comercio (ICA) se cayeron conjuntamente con el desplome en las ventas, así como la morosidad en la que entraron algunos ante la incapacidad de cumplir con sus obligaciones tributarias.
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Puntualmente, la mejora en recaudo tributario podría rondar entre los $100.000 millones y los $200.000 millones, dineros que se adicionarían a los $9,9 billones que se trazaron como meta al inicio de este año, con lo que se lograría un incremento de por lo menos el 8 %, si se compara con lo recaudado en 2020, y del 0,5 % si se pone al lado de lo aportado en 2019.
Así las cosas, el pulso económico de la capital arroja buenos signos para lo que será una positiva senda de crecimiento en los próximos años, misma que, si se tienen en cuenta indicadores como la inversión que se hará en Transmilenio, la primera y segunda línea del metro, el corredor occidental y el acertado aprovechamiento de la alta oferta laboral (especialmente aportada por población migrante) permitirá un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 5 % anual, desde 2023 y hasta los siete años siguientes.
Continúan las ayudas
En entrevista con El Espectador, el secretario de Hacienda también reveló que seguirán las ayudas a población vulnerable en Bogotá. Hay que recordar que, a finales de abril, el DANE reveló que el golpe de la pandemia dejó al 40,1 % de los bogotanos en pobreza monetaria y que de estos el 13,3 % son pobres extremos, es decir, 1,1 millones de personas a las que sus ingresos no les alcanza para satisfacer completamente sus necesidades de alimento, vivienda y vestido. Para ellos se espera destinar cerca de $1 billón en 2022, adicionales a los aprobados recientemente por el Concejo de Bogotá para el plan de rescate social en 2021.
Pero también hay una serie de incentivos, que se suman a los anunciados en el presente año para los contribuyentes, para que los deudores de impuestos y multas, que incurrieron en mora en medio de la pandemia, se pongan al día en sus obligaciones. “Aplica para aquellas obligaciones que surgen desde el 12 de marzo de 2020 y que se paguen antes del 15 de diciembre del presente año. Para el caso de las deudas tributarias que se encuentren en mora, se perdona por completo el pago de sanciones e intereses, siempre y cuando el deudor pague el 100 % de lo adeudado. A los que tengan multas se les perdonará el 60 % del capital adeudado, además de todas las sanciones e intereses, siempre y cuando paguen el 40 % de la multa remanente”, explicó.
¿Habrá salvavidas para Canal Capital?
Hace unas semanas, la gerente de Canal Capital, Ana María Ruiz, explicó a El Espectador las razones por las que el canal atraviesa una compleja situación financiera. Parte de estas es la limitada base de contratación en planta que tiene el medio televisivo, la cual solo le permite disponer de 30 colaboradores. El resto, asegura, han sido contratados por prestación de servicios, razón por la que adeuda unos $1.800 millones en demandas por contratos realidad.
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Ruiz asegura que estas demandas seguirán, a no ser que el Distrito autorice la ampliación de la nómina del canal. Al respecto, Ramírez dice que se han adelantado reuniones para analizar el panorama y que sí hay un tema que se debe afrontar. “Sí, se requiere hacer una serie de ajustes, por lo menos en la relación entre órdenes de prestación de servicios versus personas que deberían ser consideradas como planta”, detalla el funcionario, al agregar que también es consciente de que la empresa Metro de Bogotá y otras entidades tienen necesidades de planta, por lo que se analiza cuáles son prioritarias y por eso aún no se tiene una respuesta definitiva. No obstante, hacia finales del presente año se sabrá qué pasará, pues de extenderse esta ayuda, la misma se incluiría en la solicitud de presupuesto de 2022.
Rescate de Transmilenio
Antes de hundirse la reforma tributaria propuesta por el exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, Bogotá y Asocapitales tenían la esperanza de que mediante la misma el gobierno de Iván Duque aportara por lo menos el 50 % del déficit causado por la pandemia en los sistemas de transporte masivo del país, incluido Transmilenio. Ahora las esperanzas están puestas en la ley de inversión social, la nueva reforma tributaria.
No obstante, el Concejo de Bogotá aprobó unos $1,1 billones para tal fin, los cuales, asegura el secretario, saldrán del cupo de endeudamiento. En caso de que el Congreso dé luz verde a la reforma tributaria propuesta por el ministro Juan Manuel Restrepo, y que esta conserve la promesa de la ayuda del 50 %, estos dineros serían asignados a la capital y se liberarían los ya comprometidos para fortalecer el proceso de reactivación económica, así como la generación de empleo y el desarrollo de obras de infraestructura.
Quedaría solo pendiente la eventual renegociación de los contratos de Transmilenio (para buscar un mejor equilibrio entre los aportes que hace el Distrito y los que hace el privado), la cual evaluará la administración Distrital en una mesa de trabajo con otros protagonistas. No obstante, Ramírez es claro al decir que puede que tal avance se logre solo hasta la próxima administración.
Bogotá experimentó hace un mes la apertura total del grifo de su economía. Esto, gracias a la reactivación de los pocos negocios que faltaban por abrir sus puertas, como los conciertos, los eventos deportivos y las discotecas. Paso a paso la economía va recuperándose, tanto así que el secretario de Hacienda de Bogotá, Juan Mauricio Ramírez, asegura que en el transcurso de 2022 se podrían alcanzar los niveles con los que se cerró 2019, siempre y cuando la pandemia no obligue a nuevas restricciones, claro está.
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Es así como el actual panorama le permite prever que, contrario a las estimaciones que se tenían a principio de año, la economía de Bogotá no crecerá a un ritmo del 4 %, sino del 6 % en 2021. “Las proyecciones de crecimiento para Colombia han mejorado y lo que vemos es que los indicadores de la capital muestran comportamientos incluso mayores. Por ejemplo, la producción industrial de junio a junio aumentó 23,5 % (a escala nacional había sido 20 %) y el comercio minorista en Bogotá aumentó 31,1 % (24 % en el país). Raddar, que hace un cálculo en el consumo de los hogares, proyecta para Bogotá un incremento del 7,5 % (7 % en el país)...”, detalla el secretario.
No obstante, hay otros indicadores que muestran un rezago en medio de este proceso de recuperación económica, como el desempleo. Según el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en la capital hay 821.000 desempleados, es decir, 337.000 más de los que se registraban en el mismo período de 2019, lo cual en parte tiene sentido si se tiene en cuenta que a la capital le hacen falta unas 34.500 empresas activas para igualar a las que tenía a julio de 2019, cuando contabilizaba 386.706.
Ejemplos como los anteriores se repiten en otros indicadores, por lo que aún no se puede decir que la economía bogotana ha alcanzado una total recuperación tras el coletazo del COVID-19. Incluso, si se cumpliera la previsión del 6 % en el crecimiento de su PIB, a la capital le quedarían faltando 0,8 puntos porcentuales para igualar los indicadores de 2019. Es por esto que Ramírez asegura que esa buena noticia para Bogotá solo se dará en el transcurso del próximo año.
Y se dice “buena noticia”, porque se espera que para ese entonces el panorama sea mucho mejor en materia de empleo, número de empresas activas y, por supuesto, recaudo tributario, aspecto que se ha visto fuertemente castigado por la pandemia, pues hay que recordar que impuestos como el de Industria y Comercio (ICA) se cayeron conjuntamente con el desplome en las ventas, así como la morosidad en la que entraron algunos ante la incapacidad de cumplir con sus obligaciones tributarias.
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Puntualmente, la mejora en recaudo tributario podría rondar entre los $100.000 millones y los $200.000 millones, dineros que se adicionarían a los $9,9 billones que se trazaron como meta al inicio de este año, con lo que se lograría un incremento de por lo menos el 8 %, si se compara con lo recaudado en 2020, y del 0,5 % si se pone al lado de lo aportado en 2019.
Así las cosas, el pulso económico de la capital arroja buenos signos para lo que será una positiva senda de crecimiento en los próximos años, misma que, si se tienen en cuenta indicadores como la inversión que se hará en Transmilenio, la primera y segunda línea del metro, el corredor occidental y el acertado aprovechamiento de la alta oferta laboral (especialmente aportada por población migrante) permitirá un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 5 % anual, desde 2023 y hasta los siete años siguientes.
Continúan las ayudas
En entrevista con El Espectador, el secretario de Hacienda también reveló que seguirán las ayudas a población vulnerable en Bogotá. Hay que recordar que, a finales de abril, el DANE reveló que el golpe de la pandemia dejó al 40,1 % de los bogotanos en pobreza monetaria y que de estos el 13,3 % son pobres extremos, es decir, 1,1 millones de personas a las que sus ingresos no les alcanza para satisfacer completamente sus necesidades de alimento, vivienda y vestido. Para ellos se espera destinar cerca de $1 billón en 2022, adicionales a los aprobados recientemente por el Concejo de Bogotá para el plan de rescate social en 2021.
Pero también hay una serie de incentivos, que se suman a los anunciados en el presente año para los contribuyentes, para que los deudores de impuestos y multas, que incurrieron en mora en medio de la pandemia, se pongan al día en sus obligaciones. “Aplica para aquellas obligaciones que surgen desde el 12 de marzo de 2020 y que se paguen antes del 15 de diciembre del presente año. Para el caso de las deudas tributarias que se encuentren en mora, se perdona por completo el pago de sanciones e intereses, siempre y cuando el deudor pague el 100 % de lo adeudado. A los que tengan multas se les perdonará el 60 % del capital adeudado, además de todas las sanciones e intereses, siempre y cuando paguen el 40 % de la multa remanente”, explicó.
¿Habrá salvavidas para Canal Capital?
Hace unas semanas, la gerente de Canal Capital, Ana María Ruiz, explicó a El Espectador las razones por las que el canal atraviesa una compleja situación financiera. Parte de estas es la limitada base de contratación en planta que tiene el medio televisivo, la cual solo le permite disponer de 30 colaboradores. El resto, asegura, han sido contratados por prestación de servicios, razón por la que adeuda unos $1.800 millones en demandas por contratos realidad.
Lea también: Canal Capital: golpeado en sus finanzas y su imagen, pero decidido a avanzar
Ruiz asegura que estas demandas seguirán, a no ser que el Distrito autorice la ampliación de la nómina del canal. Al respecto, Ramírez dice que se han adelantado reuniones para analizar el panorama y que sí hay un tema que se debe afrontar. “Sí, se requiere hacer una serie de ajustes, por lo menos en la relación entre órdenes de prestación de servicios versus personas que deberían ser consideradas como planta”, detalla el funcionario, al agregar que también es consciente de que la empresa Metro de Bogotá y otras entidades tienen necesidades de planta, por lo que se analiza cuáles son prioritarias y por eso aún no se tiene una respuesta definitiva. No obstante, hacia finales del presente año se sabrá qué pasará, pues de extenderse esta ayuda, la misma se incluiría en la solicitud de presupuesto de 2022.
Rescate de Transmilenio
Antes de hundirse la reforma tributaria propuesta por el exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, Bogotá y Asocapitales tenían la esperanza de que mediante la misma el gobierno de Iván Duque aportara por lo menos el 50 % del déficit causado por la pandemia en los sistemas de transporte masivo del país, incluido Transmilenio. Ahora las esperanzas están puestas en la ley de inversión social, la nueva reforma tributaria.
No obstante, el Concejo de Bogotá aprobó unos $1,1 billones para tal fin, los cuales, asegura el secretario, saldrán del cupo de endeudamiento. En caso de que el Congreso dé luz verde a la reforma tributaria propuesta por el ministro Juan Manuel Restrepo, y que esta conserve la promesa de la ayuda del 50 %, estos dineros serían asignados a la capital y se liberarían los ya comprometidos para fortalecer el proceso de reactivación económica, así como la generación de empleo y el desarrollo de obras de infraestructura.
Quedaría solo pendiente la eventual renegociación de los contratos de Transmilenio (para buscar un mejor equilibrio entre los aportes que hace el Distrito y los que hace el privado), la cual evaluará la administración Distrital en una mesa de trabajo con otros protagonistas. No obstante, Ramírez es claro al decir que puede que tal avance se logre solo hasta la próxima administración.